Si F.E.A.R. destacó por combinar de una forma fantástica la acción con el terror, la nueva obra de Monolith Productions, responsables de títulos como No One Live Forever o Tron 2.0, promete mejorar todo lo visto en el título original. De nuevo, en Project Origin encarnaremos a Michael Becket, a quien controlaremos justo después de los sucesos acaecidos en el título original.
En esta demostración, se nos mostró uno de los primeros escenarios del juego que nos sumergirá de lleno en un intenso combate contra los soldados enemigos en las calles de una ciudad devastada. En este sentido, visto lo visto, el juego volverá a combinar de una forma acertada las secciones más enfocadas a la acción, con otras en las que la oscuridad, gritos en la lejanía, y misteriosas apariciones marcarán nuestros avances. Eso sí, no hay dudas de que esta demostración estaba más centrada en la acción que en el terror, ya que durante toda la partida decenas de enemigos no dejaban de acosar al protagonista de la acción desde todos los frentes.
Al respecto, como en el original, contaremos con un variado arsenal de armas de fuego con el que hacer frente a los contrarios, amén de la posibilidad de ralentizar la acción para abatirles con mayor certeza y facilidad. Diversos elementos del entorno como vehículos y paredes también se convertirán en armas si los aprovechamos correctamente. Así, por ejemplo, podremos eliminar a varios enemigos a la vez si logramos hacer estallar un coche junto a ellos.
Otro de los momentos cumbre en esta versión demo lo encontramos justo en una calle en la que, de repente, una especie de avión cayó bruscamente al suelo dejando tras de sí un rastro de fuego y cenizas. Al llegar al lugar del accidente, una gran esfera luminosa dio paso a un terrible robot de combate que comenzó a bombardear nuestra posición. A partir de ese momento, la lucha con armamento pesado fue algo habitual, hasta el punto de que podremos montarnos en uno de estos robots –la interfaz en este caso resulta fantástica- para causar auténticos estragos en las filas enemigas.
A nivel técnico, tal vez Project Origin no cuente con unas texturas asombrosas, ni posea unidades modeladas de tal forma que parezcan personas reales. Sin embargo, estamos ante un título que sabe usar de una forma muy eficiente los recursos de los que dispone su motor gráfico, presentando unos entornos de grandes dimensiones en los que los efectos de luces y sombras, junto a otros efectos como la recreación de los impactos de las balas sobre superficies metálicas, nos harán sorprendernos en más de una ocasión. No podemos dejar de lado tampoco lo bien diseñado que estaba este escenario ya que en el mismo podíamos encontrar un buen número de lugares en los que guarecernos del fuego enemigo. Del mismo modo, atravesamos zonas realmente impactantes como un cine en el que una bomba había abierto un gran boquete justo en la pared donde se proyectan las películas, dando la sensación de estar viendo un film de guerra de lo más crudo. Por otro lado, esta versión demo se mostró sólida incluso en las situaciones más impactantes, donde las ralentizaciones no hicieron acto de presencia.
Otros aspectos como el sonido nos sorprendieron muy positivamente, sobre todo porque la sensación de estar en un entorno en guerra está muy lograda. Además, detalles como escuchar cómo las balas rebotan en la coraza metálica de nuestro robot, son dignos de mención. Por otro lado, la inteligencia artificial de los rivales no estaba a la altura del título original, al menos en esta versión demo, donde los enemigos sí mostraban en algunos casos comportamientos inteligentes –se protegían, etc.-. Sin embargo, éste es un detalle que sin duda se corregirá en la versión final del título, que se espera llegue al mercado en los próximos meses. Al menos, eso sí, da la impresión de que el equipo de desarrollo tiene las ideas claras, y Project Origin promete ser tanto o más divertido y terrorífico que el juego original.