Aclarado este punto que, insistimos, confiamos en que se habrá corregido de aquí a su lanzamiento optimizando los procesos de carga, debemos decir que jugar a Dead Rising 2 nos transmite una fuerte sensación de estar jugando a la misma primera parte, pero mejor. Esto se consigue gracias al mejor nivelado general del juego, y la inclusión de una serie limitada de novedades, pero bien escogidas.
Un elemento importante en la mecánica jugable de esta nueva entrega reside en la combinación de armas para crear otras nuevas, usando nuestra creatividad. El campo de armas posibles parece bastante amplio, pero habrá que pasar todavía más horas para descubrir realmente cuántas posibilidades puede llegar a haber, aunque en nuestras horas con este Dead Rising 2 hemos descubierto que no hay que tener miedo a experimentar. Las opciones obvias son muy útiles, y evidentemente un palo y un pincho es algo que puede hacer milagros, pero las combinaciones aparentemente ilógicas o más alocadas dan lugar a armas divertidas de jugar, y de efectivos resultados.
Por supuesto, casi todo lo que hay por el escenario es una arma en potencia: carteles, macetas, escobas… y también bates de béisbol, taladros, tuberías, etc. El sistema nos indica mediante una interfaz poco intrusiva, pero bien planteada, qué son armas, qué son objetos que podremos usar para recuperar vida, o para mejorar aspectos (por ejemplo, es importante coger revistas, ya que eso le dará más durabilidad a las armas), lo que es de agradecer.
La interfaz, de hecho, aprovecha indicadores en pantalla, como el de cuánta vida tenemos, y lo combina con otros integrados más realistas, como el reloj, que es clave para saber cuándo hay que volver al refugio para darle la dosis de Zombrex a la niña, dentro del plazo recomendado: una sobredosis la matará, y la falta de la medicina también. Sin embargo, cuando usamos el mapa, éste tarda mucho en cargarse, cuando debería ser en realidad inmediato para no romper tanto el ritmo de la partida. Una vez más, confiamos en que esto se corrija en la versión final.

El título, además, se presenta con subtítulos en español, y voces en inglés, y el trabajo realizado parece estar ya terminado en este momento. No hemos detectado fallos en los textos, y todas las escenas cuentan con sus voces. La trama parece bastante sencilla, y aunque no descartamos que haya giros importantes en su narrativa para sorprendernos, está claro que esto sigue siendo un arcade en casi todos sus aspectos.