Tras el notable Battlefield 2142, los suecos de Digital Illusions vuelven a la carga con un nuevo episodio de su saga bélica, esta vez con la intención de convencer a los aficionados a la acción con el primer título especialmente ideado para exprimir los nuevos sistemas, Xbox 360 y PS3.
Sin duda parece claro que EA y Digital Illusions quieren dar, con su nuevo título, un importante giro en su saga y un buen golpe de efecto en el mercado. Más allá de una pura actualización visual –recordemos que el anterior Battlefield se aprovechaba un motor gráfico anterior- esta nueva entrega nos ofrecerá un juego mucho más profundo y variado, dando un gran protagonismo a uno de los lastres más importantes de versiones anteriores, como era la campaña para un solo jugador. La misión individual de Bad Company nos situará, al contrario de lo que ocurría habitualmente en la saga, en un conflicto bélico indeterminado, en un ambiente de mercenarismo propicio para mostrar a unos personajes alejados del típico y rancio patriotismo tan habitual en muchas producciones audiovisuales. Ésta es una de las intenciones de DI y EA para este juego, dotar a su campaña principal de un ambiente cargado de cinismo y humor negro, y a la vez de realismo, y mostrar las auténticas motivaciones de unos personajes que, por norma general, siempre han aparecido demasiado acartonados y caricaturizados en este tipo de juegos.
Durante la campaña individual encarnaremos al renegado Marlow, personaje principal del juego, el cual será secundado por tres personajes más, cada uno con sus habilidades particulares, formando un comando. El grupo permanecerá unido durante el desarrollo de la acción aunque, a pesar de lo que podríamos imaginar, no será posible ejercer órdenes sobre el resto de compañeros. Además, éstos no tendrán la posibilidad de morir durante el combate, así que la habilidad del jugador se centrará básicamente en cuidar de la salud de su avatar. A pesar de esta característica los personajes secundarios no actuarán de meras comparsas y serán importantes para el desarrollo del guión del juego.

Sin embargo, el teórico punto fuerte y que sin duda está creando más expectación es el prometido sistema de destrucción del escenario, del cual Karl Magnus Troedsson, productor senior de Digital Illusions parece especialmente orgulloso. Según sus palabras, el noventa por ciento del escenario será modificable en tiempo real por las acciones de los jugadores. Esto significa la posibilidad de destruir prácticamente la totalidad del escenario jugable, haciendo de las situaciones bélicas todo un desafío por la enorme cantidad de variaciones que podrán producirse sobre el terreno.