Aunque el catálogo de Nintendo DS es, desde luego, ecléctico, la acción en primera persona no se ha prodigado en exceso entre sus circuitos. Tampoco podemos achacarle demasiado a la consola, pues aunque en PSP hay algunos más, tampoco es que sea un género muy dado a las portátiles, quizás por la ausencia de una segunda palanca analógica, algo que no pocos títulos han suplido en la portátil de Nintendo gracias a un buen uso de la pantalla táctil.
Quizás por eso costaba entender el sempiterno retraso del primer Dementium en Europa, juego que se retrasó una y otra vez, pese a ofrecer una propuesta diferente, con gran ambientación, buena acción, y pocos competidores directos.
El juego de Renegade Kid suma ya una continuación que, según está previsto, llegará a las tiendas de esta parte del mundo en unos pocos meses.
Dementium II es un juego que, aunque heredero de su antecesor, promete ser independiente y narrar una historia completamente nueva. Y no sólo eso: en esta ocasión, parece que los desarrolladores han querido darle muchísimo más peso a la trama, que empezará con el jugador descolorado, sin saber muy bien dónde está, en unas extrañas instalaciones de tintes médicos. Según descubrimos, se nos ha practicado una arriesgada operación neurológica… y nos dejan descansando en la habitación del centro. Es aquí cuando empieza la aventura que nos llevará a un mundo alternativo, una suerte de dimensión paralela de tintes infernales, que nos recuerda en cierto sentido a la ambientación de algunas entregas de la saga Silent Hill, con fuertes influencias estéticas de Jacob's Ladder, como en la citada saga de Konami.
Por tanto, el lío está montado. ¿Qué está sucediendo? ¿Cómo lograr escapar? Y, cómo no, ¿es esto real? Para ello, el juego nos invitará a disfrutar de un esquema de control virtualmente idéntico al de la primera entrega en el que se combina el movimiento direccional con la cruceta digital y el movimiento de la cabeza (esto es, apuntar) con la pantalla táctil, todo ello con un motor que promete una tasa constantes de 60 imágenes por segundo, con cuidados gráficos y entornos relativamente amplios.
El motor gráfico, en sí mismo, no parece que vaya a dar un salto de gigante, pero hay que tener en cuenta que ya resultaba muy sólido en su primera parte, siendo uno de los principales atractivos del juego. Es de esperar que hayan corregido los pequeños fallos que se daban aquí y allá durante este tiempo gracias a la optimización y mayor dominio de las herramientas, pero habrá que esperar a probarlo a fondo para constatar cuánto ha sido el progreso en la práctica.
Además, parece que el estudio Renegade Kid ha estado atento a los comentarios de los jugadores, y han apostado fuerte por mejorar los aspectos que no convencieron del todo al público. Así, aunque los escenarios van a seguir alejados de la linealidad de otros representantes del género, sí se va a incluir un mapa en el que, además, se señala en qué zonas hemos estado ya, por lo que es de esperar que los elementos de exploración no pierdan complejidad y los jugadores despistados puedan orientarse mejor.
Por otro lado, también están trabajando en ofrecer un sistema de armas más elaborado en el que se usarán las dos manos para, por ejemplo, llevar la linterna (que será muy importante) y una pistola, o cuchillo, o similar en la otra mano. Por supuesto, habrá armas pesadas (o que requieran el uso de dos manos como, por ejemplo, una escopeta) que nos impidan usar esa habilidad, por lo que habrá que tener en cuenta también la diferencia entre fuerza bruta y la necesidad de ver un poco más por dónde nos movemos.
La lista de mejoras prometidas por el estudio no acaba ahí, pues también quieren que el control, en líneas generales, tenga una mejor respuesta, y se ha mejorado en puntos sencillos, pero esenciales. Por ejemplo, cuando vamos a cambiar de armas, la acción se detiene, lo que -es de esperar- ayudará a moverse por las diferentes posibilidades; otro cambio está en que ahora se puede saltar pulsando dos veces sobre la pantalla táctil, sin necesidad de pulsar en una zona concreta de la pantalla táctil (aunque sigue habiendo una zona habilitada a tal efecto, marcada con una flecha que señala hacia arriba); para arrastrarnos por el suelo habrá que pulsar la flecha que señala hacia abajo, eso sí.
Dementium 2 está destinado, por tanto, a mejorar a su predecesor en todos los aspectos técnicos y jugables, algo que no debía dudarse dado que Renegade Kid ha mostrado en su trayectoria en la portátil de Nintendo un mimo sin parangón a la hora de firmar sus videojuegos. La cuestión está en ver si la narrativa resulta sustancialmente más atractiva, pues aunque la propuesta de la primera parte era intrigante, la historia tenía altibajos en su desarrollo, y si la duración del mismo está a la altura de las circunstancias, para situarse a la vanguardia del género en Nintendo DS. Todo esto lo descubriremos a principios de marzo, cuando está previsto que llegue finalmente a Europa.