Kirby se siente cómodo en todas las consolas y tanto en Wii U como en 3DS ya hemos podido disfrutar de su colorido y de su encanto. Ahora vuelve nuevamente a la portátil de Nintendo con toda la alegría y sencillez de siempre, pero con algunas novedades que resultan bastante sorprendentes, en Kirby: Planet Robobot. Es tan fuerte el sabor de algo ya conocido que parece una sucesor de Kirby: Triple Deluxe que ya salió hace dos años también para 3DS.
El nivel de dificultad del primer mundo y parte del segundo, las partes que hemos jugado de momento, es el mismo de siempre, muy accesible y pensado para aquellos que quieren un plataformas amable, entretenido y no demasiado exigente. Pero ya la ambientación varía de lo habitual. Siguen siendo los mismos escenarios de tonos llamativos, pero no son entornos tan naturales como en otros juegos, sino mucho más industriales y urbanos, y este cambio le da un toque interesante y diferente al personaje.
Todo empieza con la simplicidad habitual, Kirby está echando una siesta tranquilamente y llega un robot que revoluciona todo y transforma a algunos personajes de Dreamland, incluyendo los jefes, a los que les da un aire robótico.
Un robot que destroza todo lo que encuentra a su paso
Kirby mantiene sus habilidades características y su personalísima capacidad de absorber objetos y enemigos (y las habilidades que tienen los enemigos), que ha llevado por todos los juegos en los que ha estado, incluido Super Smash Bros. Y también se mantiene el poder controlar al personaje en distintos planos, con los que incluso juegas para afectar al nivel del fondo desde el frontal y viceversa.
Pero a todo esto se añade un giro que cambia las reglas: un gran robot en el que puede subirse Kirby y controlarlo, al estilo de Alien 2 o Avatar. Cuesta un par de minutos asumir que controlas un robot rosa chicle que lleva en su interior una bola del mismo color, a la que estamos acostumbrados a ver avanzar con tiernos saltitos y que, en lugar de volar grácilmente o absorber a los enemigos para volverlos a lanzar, avanza como una apisonadora pesada destrozando lo que encuentra a su paso sin grandes miramientos, porque eres invulnerable a muchos de los ataques que mermarían la vida de Kirby.
Pero, transcurridos esos instantes algo desconcertantes, la verdad es que empiezas a disfrutar de las nuevas posibilidades de Kirby como piloto de mechas. No puedes absorber enemigos ni volar, pero sí tienes el doble salto y la capacidad de tener una habilidad adicional que modifica el ataque puñetazo básico del robot. Así, puedes lanzar un ataque eléctrico o de fuego, o incluso, con la habilidad sombrilla, servirte de un paraguas para flotar y atacar a todos los enemigos a los que ataques desde abajo mientras subes.
Tras acabar cada nivel tienes un salto especial en el que la fuerza con la que lances a Kirby depende del punto en que pares una barra que sube y baja. Según la puntuación del personaje obtendrás un premio u otro. Básicamente, hay dos tipos de coleccionables, las pegatinas que consigues sobre todo con el salto, y los cibercubos que te sirven para ir avanzando por el juego, ya que debes tener un número determinado de cubos para acceder a los jefes finales de cada área. Es un buen aliciente para rejugar los niveles y encontrar los coleccionables y caminos ocultos.
Modo Desafíos 3D y modo Héroes Legendarios
Además del modo historia, hemos podido probar otros dos. El primero, Desafíos 3D de Kirby, es una especie de modo horda en el que cuenta la rapidez con la que eliminas a los enemigos que van apareciendo en cada fase y los combos que logras para acabar con ellos. Además, hay objetivos secundarios como conseguir todas las monedas que hay en cada nivel, no haber recibido daño alguno de los enemigos o haber realizado todos los combos.
Un tercer modo que hemos podido probar es Héroes legendarios, especialmente atractivo y recuerda bastante a Monster Hunter. Lo que más nos ha gustado es que se puede jugar con otros tres amigos pero utilizando sólo un cartucho. También es posible jugarlo de forma inalámbrica.
Consiste en que los cuatro personajes se embarcan en la misión de acabar con un jefe final. El primero combate es Soldado de Acero, Filo Gigante. Cada jugador elige un personaje con unas características diferentes: As del martillo (que aplasta a los adversarios con un martillo gigantesco que puede cargar y le hace moverse muy pesadamente), Señor del Rayo (que emplea magia), Doctor Erudito (que se basa en el alquimia) y Rey de la Espada (que usa la espada). Aunque este modo está pensado para cuatro jugadores, puedes hacerlo tú solo, y la consola controla a los otros tres Kirby.
En pantalla aparece la vida que les queda a los cuatro Kirby luchadores, pero no la del jefe final, excepto alguna indicación cuando ya le queda poca vida. En este momento, si el equipo ha funcionado bien, habrá ido recogiendo las distintas tablas de la amistad que aparecen de vez en cuando por el escenario.
Cuando obtenga todas se activa un minijuego que consiste, nuevamente, en parar la cara de Kirby en un lugar determinado de una barra por la que oscila rápidamente. Si todos los miembros del equipo lo hacen, lanzarán al enemigo un potentísimo ataque que puede acabar con él.
Como viene siendo habitual en los juegos de Nintendo, es compatible con los amiibo. Si pones uno sobre la consola, Kirby lo absorbe y obtienes una habilidad o un objeto de recuperación.
El mundo de los robots es un poco desconcertante junto a Kirby, pero el mecha nos ha gustado mucho, aunque hace que el juego sea (todavía) más fácil de lo normal. El robot nos permite avanzar por los niveles de una forma muy diferente a la que estamos acostumbrados con la vivaz esfera rosa, pero sus habilidades y poder utilizarlo para resolver algunos puzles básicos, logra darle un aire distinto al juego. Kirby: Planet Robobot saldrá a la venta el 10 de junio para 3DS.
Hemos escrito estas impresiones tras probar el juego en el showroom de Nintendo en Madrid.