Análisis de Kinect Sports Rivals (Xbox One)

Desde hace unos años, Rare parece estar vinculado a Kinect, y el debut en Xbox One de la compañía que firmó algunos de los títulos más reconocidos de la historia de los videojuegos, continúa por este sendero. Kinect Sports Rivals es la tercera entrega de la saga Kinect Sports, y el primero en la nueva consola de Microsoft. Siguiendo la estela de sus predecesores, Rare nos ofrece un juego deportivo, con varias pruebas de esta temática que controlamos exclusivamente con nuestro cuerpo.

Lo primero, convertirnos en un campeón

Lo primero que tenemos que hacer al comenzar a jugar a Kinect Sports Rivals es crear a nuestro propio "campeón", que básicamente es el nombre que el juego da a nuestro personaje. Ésta es la primera demostración de poder de Kinect, que nos escanea tanto cuerpo como rostro –siguiendo una serie de sencillísimos pasos, apenas durante un par de minutos y brillantemente guiado con un tutorial tanto en pantalla como con el narrador– y crea un personaje a nuestra medida.

Los resultados, en un primer momento, pueden ser un tanto chocantes, pero hay que tener en cuenta que lo que Kinect Sports Rivals realiza es una caricatura, y que por lo tanto exagera los rasgos. En nuestro caso las caricaturas han oscilado entre razonables y bastante acertadas, y realizando unos pequeños ajustes tras el escaneo –se nos da la opción para ello– podemos conseguir unos resultados muy satisfactorios. Si algo no nos convence, siempre podemos reescanearnos de nuevo.

Antes de comenzar a jugar, podemos trastear con nuestro avatar, y ver cómo Kinect reconoce no sólo nuestro cuerpo, sino también nuestras expresiones faciales. El reconocimiento llega a ser muy sorprendente, captando a veces pequeños gestos o movimientos muy sutiles, aunque incomprensiblemente, este "estudio" es inaccesible una vez confirmamos la apariencia de nuestro campeón.

Si queremos acceder a este modo para jugar con nuestro avatar tendremos que volver a crear a nuestro personaje desde el principio, algo que no terminamos de entender. Podría ser genial poder "probarnos" la ropa que vamos desbloqueando, o simplemente, tenerlo a mano para enseñárselo a nuestros amigos o para que los niños de la casa jugueteen con él. Este modo también podría servir para personalizar nuestras fotos o animaciones de victoria, por ejemplo, pero se queda ahí, en algo anecdótico y terriblemente desaprovechado.

Empieza el juego

Una interfaz muy clara e intuitiva nos guía por nuestros primeros pasos en el juego. Lo primero será familiarizarnos con la primera de las pruebas –las carreras de motos de agua–, y tras ésta, ya tendremos todos los modos a nuestra disposición. Nos iniciamos así, casi sin quererlo, en el modo historia en el que iremos desbloqueando nuevas pruebas de los distintos deportes, mejoras y trajes para los personajes, mientras nos explican todo lo que debemos saber sobre el juego y decidimos a qué equipo de los que participan en el argumento unirnos. Toda la historia del juego está narrada con breves secuencias generadas por el motor gráfico, y perfectamente dobladas al castellano.

Como decimos, la interfaz nos ha parecido muy adecuada a la oferta del juego. Por una parte tenemos "accesos directos" a las pruebas recomendadas, mientras que si lo preferimos, podemos elegir con total libertad cuál es el siguiente paso que queremos dar. Desde el menú principal, por supuesto, también podemos acceder a la tienda –todo con dinero virtual de Kinect Sports Rivals–, cambiar las habilidades y atuendos de nuestro personaje y demás cosas obvias.

De manera paralela a la historia principal, tenemos el Kinect Sports Rivals Hub, que nos ofrece desafíos, nos compara con amigos, y todo tipo de actividades paralelas para exprimir más el juego.

Las pruebas

De las seis pruebas, tres ya son conocidas de los Kinect Sports anteriores. Por una parte, tenemos el tenis y los bolos, sobre los que hay poco que explicar. En el primero, básicamente tendremos que impactar la pelota cuando el indicador en pantalla así lo indique, siempre con la mano que hayamos asignado a nuestra raqueta. En el segundo, tenemos que desplazarnos de izquierda a derecha en la habitación para ubicarnos, como si estuviésemos ante la pista de bolos, e imitar el movimiento de lanzar la pelota.

El fútbol, por su parte, es similar al del primer Kinect Sports , pero un poco más estratégico. Tenemos a un "equipo virtual", y tenemos que pasar el balón entre nuestros jugadores con los pies –preferiblemente a los jugadores iluminados, que nos dan "potencia" para el tiro– evitando que choquen contra los jugadores-barrera, móviles o no, que coloca la consola. Una vez lleguemos al delantero, hay que tirar a puerta e intentar marcar, obviamente. A la hora de defender, tendremos que esperar en la portería a que el jugador rival o la consola dispare, y detener el balón con nuestro cuerpo.

Las otras tres pruebas son totalmente nuevas. Por una parte, están las carreras de motos de agua, las cuales podemos controlar cómodamente desde el sofá, haciendo como si moviésemos el manillar de las mismas. Podemos inclinarnos hacia los lados para coger curvas más cerradas, y acelerar o decelerar cerrando o abriendo la mano.

Por otra parte tenemos la de escalada, muy activa, y donde tenemos que trepar por una pared moviendo nuestros brazos para alcanzar los diferentes agarres y, obviamente, agarrarnos a ellos. También podemos agarrar a nuestros rivales y tirarlos, creando unas competiciones muy dinámicas. Como decimos, esta prueba nos incita mucho a movernos, a saltar, y aprovecha muy bien la habilidad del nuevo Kinect para reconocer cómo abrimos o cerramos las manos.

Por último, hay una prueba de disparo muy sencilla, en la que tenemos que mover la mano imitando la forma de una pistola y apuntar a las dianas. Hay diferentes tipos de objetivos, pero el juego dispara automáticamente cuando pasamos por encima de ellas, y nos parece que el resultado de ésta es pobre y poco interactivo, y que el cansancio de estar con el brazo estirado todo el tiempo no compensa en absoluto para la diversión que ofrece.

Aunque cada usuario tiene sus gustos, las pruebas de escaladas, tenis y fútbol nos han parecido las más divertidas, particularmente si jugamos con un amigo, además de ser de las más físicas, y que potencian la idea de hacer algo de deporte frente al televisor. A modo de nota, todas las pruebas se pueden jugar con un máximo de dos jugadores, algo comprensible en algunos casos, pero no tan comprensible en otros, como los bolos –jugamos por turnos– o el tenis –¿un partido a dobles?–.

¿Cómo se porta Kinect?

Kinect funciona muy bien. La inmensa mayoría de las veces, Kinect reconoce nuestros movimientos sin problema, siempre que sean razonables y dentro de lo que el juego espera que hagamos en cada determinado deporte. Hay veces que el juego puede confundirse un poco, pero siempre que esto sucede aparece un aviso en pantalla, que nos muestra qué interfiere en la imagen, y que nos da posible soluciones al posible problema.

No vamos a negar que de vez en cuando, Kinect se puede volver un poco loco y hacernos algún extraño. De vez en cuando nos ha aparecido lo que pensamos que será un bug, a causa del cual el sensor reconoce nuestros movimientos, pero no los representa en pantalla. Así por ejemplo, podemos jugar al fútbol sin que nuestro personaje se mueva, pero con el balón reaccionando a nuestras patadas. Claro que el portero no puede detener el disparo si su muñeco no se mueve. De todos modos, este error, como decimos, es muy puntual, y se ha solucionado reiniciando el juego, la consola o reconfigurando la cámara.

Para cerrar, podemos navegar por los menús tanto con nuestra mano como con nuestra voz, y en ambos casos reacciona con bastante rapidez y eficacia. Si estamos con amigos, gritando y con la música fuerte, es más que posible que cueste que no entienda, pero bueno, es algo lógico. Por último, señalar que con unos dos metros de la cámara a nuestra posición podemos jugar a la mayoría de deportes sin problemas, aunque tened en cuenta vuestra altura, la necesidad de levantar los brazos en el de escalada, etcétera. Para el de fútbol también es necesario tener espacio a lo ancho y que los lados de la portería no queden fuera de nuestro alcance.

¿Un juego para fiestas?

Hay una cosa que nos ha roto mucho el ritmo de las partidas. El juego es muy fiestero, con una música que nos anima y que nos predispone siempre para competir, pero es terriblemente lento. Desde que pulsamos el botón "Jugar" hasta que empezamos a jugar pasa casi un minuto, algo tolerable la primera vez, pero que acaba por desesperar tras varias partidas. Además, en el modo "Partida rápida" no hay opción de "Volver a jugar" –con la que tienes que esperar el minuto de carga igual, pero bueno–, por lo que tienes que volver al menú, volver a seleccionar el juego, y volver a esperar a que cargue. Irónicamente, el modo normal sí que tiene la opción de "Volver a jugar", y acaba siendo más rápido.

Otra cosa que puede llegar a desesperar es la introducción de cada deporte. Siempre, cada vez que empezamos una nueva partida, tendremos que tragarnos la misma intro, de entre cinco y diez segundos de duración. La primera vez gusta. Ves a tu personaje haciendo algo flipante, y tú te flipas también. Cuando la has visto setecientas veces, lo único que quieres que acabe. Es algo que se puede solucionar con una actualización, pero que por el momento ha acumulado decenas de resoplidos de hastío durante el análisis.

También se ha perdido algo que ya hacía EyeToy en PlayStation 2, al igual que los anteriores Kinect Sports, que eran las repeticiones. "Tonterías" como éstas garantizaban unas buenas risas tras cada partida, y podrían haber incluso ayudado a disimular los tiempos de carga.

El concepto "fiesta" –o party game– no termina de encajar en Kinect Sports Rivals, por detalles como éstos, o como por lo inaccesible que resulta tener una galería de "campeones" para nuestros amigos. Pensamos que son pequeñeces fácilmente solucionables, y esperamos que Rare las escuche, porque agilizaría la experiencia de juego y acabaría siendo mucho más agradable.

Aspectos gráficos y sonoros

Kinect Sports Rivals destaca por una estética un tanto cartoon, ambientada en una especie de futuro próximo, y muy colorida y viva. Rare asegura que se mueve a 1080p nativo, y a falta de un análisis más técnico, no tenemos ninguna duda sobre su palabra. A pesar de que la mayoría de los deportes hacen uso de una cámara bastante estática, en el de carreras de motos de agua vemos cómo el juego mantiene unas 30 imágenes por segundo de lo más estable, con algunos momentos verdaderamente espectaculares.

La obra de Rare llega acompañada de todo tipo de efectos de sonido acordes a la experiencia, y además con un gran doblaje al castellano. Además de las secuencias de la historia que ya comentamos, los tutoriales y las partidas vienen igualmente amenizadas, con comentarios que acompañan a la acción. El aspecto sonoro tiene aspectos particularmente destacables, pero lo cierto es que tampoco hay mucho que reprocharle, y cumple muy bien.

Altibajos en un juego divertido, que sirve de primera gran demostración de Kinect

Kinect Sports Rivals sabe retomar la estela de la saga, y presentarla con una estética que impresiona más en lo visual, además de con un nuevo Kinect que lo hace más capaz. No podemos negar, eso sí, que la experiencia nos llega con algunos altibajos, generalmente salvables añadiendo apenas un par de líneas de código en futuras actualizaciones –simplemente permitiéndonos controlar nuestro avatar mientras carga matarían dos pájaros de un tiro–, aunque con otros aspectos que pesarán más a los que ya hayan jugado a entregas anteriores.

Los veteranos de la saga se encontrarán un multijugador limitado al local –aunque aparentemente jugaremos offline con los avatares en la nube de otros jugadores, que aprenden de su estilo de juego–, la falta de repeticiones y que sólo hay tres deportes nuevos. Pensamos que si nunca habéis jugando antes a la saga le perdonaréis más fácilmente estas carencias, pero si sí lo habéis hecho, es necesario tenerlo en cuenta.

A pesar de sentir la necesidad de darle un pequeño tirón de orejas a Rare –para no perder la esperanza de que una actualización mejore muchos de estos aspectos–, Kinect Sports Rivals es muy divertido, especialmente con amigos. El reconocimiento de la cámara funciona generalmente con soltura, y Kinect demuestra que ha dado un gran paso adelante, y que, por mucho que suene a tópico, está en manos de los desarrolladores aprovechar algo tan sencillo como que nos reconozca un gesto de sorpresa. De todos modos, y aun con sus altibajos, Kinect Sports Rivals es muy recomendable para quienes busquen una experiencia del estilo.