Análisis de Castlevania Symphony of the Night XBLA (Xbox 360)
Cuando Microsoft anunció su servicio Arcade dejó claro que éste iba a recibir tanto juegos originales, creados especialmente para él, como conversiones de juegos antiguos, adaptadas a los tiempos que corren o con nuevas opciones. El caso más destacable de estos últimos es el que nos ocupa, Castlevania: Symphony of the Night. Aparecido en 1997 para las plataformas PSX y Saturn, Konami ha aprovechado el décimo aniversario de su lanzamiento japonés para ofrecernos esta excelente versión para el Xbox Live Arcade.
Para empezar, recordemos que ofrecía SOTN hace diez años y que sigue ofreciendo ahora. SOTN es una aventura en dos dimensiones, el primero de los llamados "Castletroids", por su parecido con la saga Metroid de Nintendo. En SOTN controlamos a Alucard (Drácula escrito al revés), el hijo del Conde, que despierta de su letargo para derrotar a su padre y evitar que destruya a los humanos.
En el castillo de Drácula conoce a María Renard, quién será nuestra aliada durante el juego y que se encuentra allí buscando a Richter Belmont, un cazavampiros misteriosamente desaparecido que derrotó cuatro años antes al Conde al final de Castlevania: Rondo of Blood, en una escena que tendremos que repetir en el prólogo de SOTN. A continuación comienza el juego de verdad, con Alucard cruzando la puerta de Castlevania, y encontrándose ante él un gigantesco castillo que tendrá que recorrer, con miles de habitaciones repletas de enemigos, objetos y otros muchos secretos.
El objetivo del juego es ir descubriendo el castillo mientras obtenemos nuevas habilidades (en forma de reliquias, que se obtienen al derrotar a diversos jefes o en habitaciones secretas) que nos permiten llegar a zonas antes inaccesibles. Mientras tanto vamos acabando con innumerables enemigos, ganando experiencia, adquiriendo nuevas armas y consiguiendo inventario útil para nuestra investigación. Este toque de juego de rol fue introducido en la saga Castlevania por esta entrega.
Los atractivos de SOTN son muchos, pero entre ellos destaca su asombroso nivel de adicción y su larga duración. Inicialmente tenemos una enorme cantidad de habitaciones en las que podemos entrar, y tienen que pasar unas pocas horas de juego para que necesitemos alguna mejora en nuestro personaje o nuestro equipo para pasar a una determinada zona. Así, investigar el castillo disponible resulta muy emocionante, ya que vamos descubriendo localizaciones nuevas, con sus exquisitos decorados (con varios planos de fondo) y sus originales monstruos (con una variedad asombrosa).
Pero es igualmente divertido buscar la pieza del puzzle que nos abre el camino para continuar investigando, por lo que siempre tenemos un buen motivo para jugar y descubrir los innumerables secretos que esconde el castillo de Drácula. Y por si fuera poco, cuando terminamos de desentrañar el misterio del castillo, se nos desbloquea una nueva forma de recorrerlo, el castillo invertido. Es el mismo mapa pero ahora caminamos por el techo en vez de por el suelo, con multitud de enemigos y objetos nuevos. Y completar ambos castillos puede llevarnos una considerable cantidad de horas, todas ellas de profunda diversión.
Por otra parte, Konami ha diseñado un modo de gráficos mejorados, que consiste básicamente en la aplicación de un filtro un tanto borroso que evita que el juego se vea excesivamente pixelado, especialmente en televisores de alta definición. El juego soporta el formato panorámico, y nos ofrece la posibilidad de dimensionar el tamaño de la pantalla de juego como queramos (cuanto más pequeño, más nítido). El apartado sonoro no ha sufrido demasiadas novedades y es complicado percibir algún cambio sin tener la versión original de PSX/Saturn al lado. En general, se trata de una buena adaptación técnica, aunque está muy lejos de poder considerarse un remake.
En cuanto al control, Symphony of the Night se adapta bien al mando de Xbox 360, y parece estar especialmente trabajado en el uso del stick analógico, ya que la cruceta no está muy a la altura. Los hechizos cuesta cierto trabajo hacerlos, ya que son una complicada sucesión de direcciones, y el golpeo cruzado hacia abajo nos llevará un tiempo controlarlo del todo. Pero son problemas menores y en general el juego cuenta con un control exquisito, siendo posiblemente la culminación de la jugabilidad 2D.
Lamentablemente carece de novedades interesantes, no tiene ningún tipo de juego online ni multijugador, únicamente cuenta con tablas de puntuación como todos los juegos del Arcade (valoran el tiempo que hemos empleado para diversas acciones).
Por lo tanto, esta versión de Symphony of the Night no debería pasar desapercibida para nadie. Los que ya la hayan disfrutado en su momento tienen una inmejorable ocasión para volver a hacerlo, y los que jamás hayan tenido esa oportunidad, ahora están ante ella. Por los 800 puntos que cuesta descargamos una aventura sensacional, tremendamente adictiva, con una banda sonora repleta de magníficas composiciones y con una duración encomiable. Un clásico de los videojuegos, considerado por muchos como uno de los mejores de la historia.