Análisis de BattleBlock Theater XBLA (Xbox 360)

Seguramente ninguno de nosotros se imaginaba hace ya unos años cuando se lanzaron las flamantes y potentes Xbox 360 y PS3, el tiempo que íbamos a pasar jugando a juegos de plataformas en dos dimensiones, un género que ya estaba prácticamente olvidado, y relegado a ser parte de la historia de los videojuegos, por aquel entonces. Gracias al invento y la eclosión de los bazares digitales durante esta generación, sobre todo Xbox Live Arcade de Microsoft, hemos podido volver a saltar como locos, matar bichos y superar plataformas, como hacíamos con el Manic Miner en la época del Spectrum.

Los lanzamientos han sido bastante frecuentes, y la calidad de los mismos a menudo de notable para arriba, de la mano generalmente de pequeños estudios independientes que se han enfrentado de esta forma, encontrando su pequeño hueco en el mercado. Uno de esos estudios ha sido, sin duda, The Behemoth, unos americanos de San Diego, que han convertido a los dos únicos juegos de consola de su currículum, Alien Hominid y Castle Crashers, en grandes éxitos. Un éxito que ya os avanzamos van a repetir con Battleblock Theater, su nuevo juego, anunciado en el 2009, y en el que han invertido más de cuatro años.

De nuevo, abandonados en una isla...

La historia comienza con una divertidísima presentación que simula estar en un teatro, con sus cortinas y todo, y nos cuenta cómo nuestros personajes emprenden un, a priori, tranquilo viaje en barco, pero que desgraciadamente se cruzan con una tormenta que hace encallar su barquita en un misteriosa isla. ¿No os suena este argumento?, ¿tendremos la suerte de encontrarnos con Lara Croft en la isla…?. Pese a que estamos seguros que nuestro protagonista cabeza cuadrada quizás hubiera preferido encontrarse y fugarse con Lara, que buscar a su amigo Harry, encantado por un misterioso sombrero rojo, lo cierto es que la peculiar isla no tiene nada de abandonada sino que está habitada por unos extraños gatitos. Unos animalitos, que aunque también hay que reconocer que tienen su punto de gracia, para nada son adorables, y tienen el curioso entretenimiento de poner a prueba a todos los que acaban en su isla en unas indescriptibles obras teatrales, llenas de obstáculos y peligros, antes de meterlos en su prisión.

Plataformas y saltos

Ésta es la curiosa excusa para sumergirnos en un frenético y divertidísimo juego de plataformas de la vieja escuela. A lo largo de ocho mundos, compuesto cada uno por nueve niveles, saltaremos, atacaremos, nos agarraremos de multitud de sitios, colaboraremos con nuestros amigos, y haremos prácticamente de todo, mientras morimos muchas, muchas veces. Y es que como no puede ser de otra forma, Battleblock Theater no es un juego fácil, sino que superar cada nivel, exceptuando lógicamente, los primeros, nos va a costar sudar de lo lindo, y reintentar cada checkpoint unas cuantas veces. Al menos, no tenemos que sufrir las malditas vidas, sino que podemos repetir cada zona tantas veces como necesitemos.

Cada nivel es una auténtica y deliciosa caja de sorpresas. Exigentes, incluso en su dificultad normal, pero a la vez, divertidísimos, en ellos nos encontraremos con todo tipo de plataformas, pequeños y grandes puzles que nos harán mover cajas como si estuviéramos con piezas de Lego, transportadores, zonas inundadas de agua, cajas explosivas de todo tipo, y enemigos de todo tipo. Unos adorables gatitos naranjas que de golpe se convierten en excepcionales karatekas o en peligrosos soldados armados hasta los dientes, además de otros tipos de animales no tan graciosos.

En cada nivel tendremos un objetivo principal que es encontrar al menos tres gemas que nos permitan abrir la salida, y otros secundarios, como encontrar el resto de gemas, superarlo en un tiempo determinado, y encontrar otros objetos ocultos, como ovillos de lana o niveles secretos, que nos proporcionarán puntos extra de cara a la puntuación final del nivel. Estos puntos son los que nos permitirán a su vez ir a una peculiar tienda bazar para desbloquear nuevos personajes, armas y otros tipos de curiosidades.

La campaña puede ser jugada en solitario, o en cooperativo con otro jugador, en la misma consola, o vía Xbox Live, en un modo en que la diversión prácticamente se multiplica por dos, variando ligeramente el escenario, y la forma de solucionar cada trampa. El trabajo en equipo se vuelve entonces totalmente imprescindible, teniendo que ayudarnos y apoyarnos, a veces de forma literal, en nuestros compañeros de andanzas, hasta el punto de tener que sacrificarnos muy a menudo para que pueda pasar el otro. El tono cómico sigue siendo una constante, y es realmente divertido ver y oír pedir ayuda a nuestro compañero cuando se queda atrás.

Antes de cada nivel podemos personalizar a nuestro personaje escogiendo la forma de la cabeza, sí, lo habéis leído bien, entre cuadrada, triangular o circular, entre otros estilos, el color, y el arma, entre las que tenemos desbloqueadas. Unas armas peculiares que siguen el esquema cómico del juego, y donde podremos encontrar desde un boomerang ideal para alcanzar a algunas gemas, ranas explosivas, pistolas de dardos, o lanzadores de burbujas. Una personalización que pese a ser prácticamente infinita en sus combinaciones, es meramente estética, ya que ninguno de los personajes tiene poderes especiales.

¿Un plataformas multijugador?

Siendo sinceros, seguro que muchos pensaréis que hasta ahora Battleblock Theater, no añade muchas novedades a un género, que dudamos mucho que ya nos pueda ofrecer sorpresas, pero os podemos asegurar que lo que ofrece, en calidad y cantidad, es realmente bueno, acompañado todo ello, de un gran sentido del humor, que se agradece mucho en estos tiempos que corremos.

Por eso mismo, The Behemoth se ha guardado un último as en la manga, implementando un sencillo pero divertidísimo multijugador competitivo realmente sorprendente. Los amiguismos se acaban en este modo y pasamos a partidas, en solitario o por equipos de dos o cuatro jugadores, en adaptaciones de juegos tan divertidos y excéntricos como capturar el poni, baloncesto, el rey de la colina, pintar paredes de colores, o simples pero frenéticas carreras. Unos mini-juegos que a menudo son tan caóticos que no merece la pena tomárselos muy en serio, sino simplemente disfrutar y reírnos con ellos, sin obsesionarse por la victoria.

La vertiente multijugador se completa con un sencillo pero potente editor de niveles, que siguiendo la senda marcada por LittleBigPlanet, podemos compartir, valorar, y jugar con los demás jugadores de la comunidad, con los que también podemos incluso intercambiar personajes desbloqueados. La continuidad del juego en los próximos meses parece asegurada, ya que en menos de una semana ya podemos encontrar muchos niveles creados por los usuarios, incluyendo listas propias de los desarrolladores. Unos desarrolladores que, por extraño que parezca en estos tiempos, han declarado no estar pensando en lanzar contenido descargable de pago.

Estilo simple, y divertido

El estilo gráfico de Battleblock Theater sigue fiel a la estética de los juegos del estudio ofreciéndonos unos dibujos sencillos, divertidos y coloristas, con un estilo muy particular, que no nos quitará la sonrisa de la cara en prácticamente ningún momento. Un entorno en el que, sin duda, destaca la amplísima personalización de los curiosos personajes del juego, pese al pequeño tamaño de estos. Una simpatía que se multiplica en las delirantes animaciones, y en las continuas secuencias que nos van contando el peculiar argumento de cada mundo. Unas secuencias narradas por una peculiar voz en off que también pondrá su peculiar toque irónico a la historia. La banda sonora, en la que podemos reconocer pequeños fragmentos de sus otros juegos, en cambio, es bastante acelerada, y acompaña perfectamente la acción.

Conclusión

Todos los años surgen del bazar digital de Xbox, al menos un par de pequeñas joyitas jugables con estilo clásico que nos hacen recuperar el gusto por los videojuegos sencillos, pero divertidos, y estamos seguros que Battleblock Theater va a ser uno de los de este año. Una excelente demostración de cómo un sencillo plataformas se puede exprimir prácticamente al máximo, para ofrecernos una campaña excepcional, un cooperativo divertidísimo, y un sorprendente modo multijugador competitivo en el que picarnos de lo lindo, y con los que pasaremos muchas y divertidas horas.