Análisis de Rock Band (Wii, PS2)
Rock Band fue una fuerte apuesta en el campo de los juegos musical tras la adquisición de RedOctane por parte de Activision, y el paso de Harmonix (creadores de Guitar Hero) a MTV Games, sobre todo por la inclusión de múltiples instrumentos para recrear no sólo un juego de guitarra, sino de banda de música. Por cosas del destino, su distribución (a cargo de EA) se retrasó exageradamente en Europa, primero en exclusiva para Xbox 360, y llegando hace poco para el resto de sistemas, cuando en EE.UU. ya está más que disponible su secuela, con múltiples novedades, incluyendo descargas para Wii, algo que no se contempla en esta primera versión que nos ocupa.
La verdad es que el juego es en esta versión para PlayStation 2 y Wii básicamente lo mismo que nos encontramos en Xbox 360 y PlayStation 3, pero perdiendo una de sus características más importantes: la posibilidad de ampliar progresivamente la lista de canciones con las actualizaciones semanales de temas disponibles a través de descarga. Es cierto que son de pago, y no todo el mundo está dispuesto –con razón- a soltar dinero por una canción o un disco entero, por ejemplo, para un videojuego, pero es una posibilidad que se ha perdido por completo en esta adaptación.
Más allá de eso, la verdad es que el concepto jugable es el mismo, y por lo tanto quien busque una apuesta musical de este tipo va a disfrutar con él. Debemos recordar, eso sí, que en Europa el juego y los instrumentos se venden por separado (todos los instrumentos en un único pack, sin el juego; o instrumentos por separado), y el precio total sube bastante, aunque es de esperar que quien apueste por este título sabe que el desembolso inicial debe ser grande; si se trata de mera curiosidad por ver qué pueden ofrecer estos juegos, los títulos de guitarra en solitario son una opción económicamente más comedida. Si echamos cuentas, vemos que el juego cuesta 39,95 euros (PS2) y 49,95 euros (Wii), la batería ronda los 89,95 euros, la guitarra 79,95 euros, o el pack de instrumentos (guitarra, batería, micrófono) por 139,95 euros.
La calidad de los periféricos es la misma que en las versiones para Xbox 360 y PS3, pero bien vale la pena hacer un pequeño repaso. Os recordamos que el juego incorpora como grandes novedades el micrófono y, muy especialmente, la batería. El micrófono es un dispositivo USB similar al que puede haberse visto en juegos como Karaoke Revolution o SingStar, pero es quizás el menos afortunado del conjunto por la interfaz al no tener quizás tanta profundidad jugable y por el concepto mismo del juego, que no deja de ser un título de ritmo más que uno de habilidad con las cuerdas vocales.
La guitarra puede servir también como bajo, claro, y aunque presenta algunas diferencias cualquier aficionado a Guitar Hero no tendrá problemas para hacerse con un dominio completo en segundos, destacando los botones habilitados en los trastes más cercanos al cuerpo de la guitarra, partiendo del diseño de una Fender Stratocaster. Su diseño es bueno, la construcción es sólida, y da muy buena sensación al jguar con ella.
La batería, por su parte, es la gran novedad y está compuesta por cuatro pulsadores y un pedal que buscan transmitir una sensación muy fidedigna (para un videojuego arcade, nada de simulación), y también transmite una sensación de solidez y buena construcción pese a una impresión inicial de leve fragilidad. La verdad es que hará que el elevado precio de los instrumentos no dé sensación de haber sido timado, aunque ya sabemos que los instrumentos para el venidero Rock Band 2 tienen todavía más calidad y mejoras en el diseño en múltipiles aspectos.
Por supuesto, el sistema de juego básico de Rock Band es el mismo que en otros título musicales, con notas de colores (representadas por rectángulos) bajan desde la zona superior de la pantalla, y debemos pulsar el botón apropiado en el momento justo, con las diferencias esperables según estemos jugando con la guitarra o con la batería. En la zona superior estará la parte destinada al encargado del micrófono cuando estemos en multijugador (y zona inferior en solitario), quien tendrá que cantar las palabras que pasan por ésta, marcado por líneas de diferente longitud y altura para saber si el tono debe ser alto o bajo, y su duración. También pueden salirnos unos círculos para que golpeemos el micrófono con el dedo al ritmo impuesto.
Con cualquiera de los instrumentos, cuando enlacemos múltiples aciertos conseguiremos multiplicadores de la puntuación, y un modo Overdrive que nos recuerda mucho al Star Power de Guitar Hero al que entramos cuando acertamos en las notas especiales que brillan en blanco (amarillo para el micrófono). Según acertamos esas notas, se va rellenando un medidor, y cuando ponermos la guitarra en vertical, tocamos una nota verde al final de un solo de batería, o el vocalista canta lo apropiado en una sección dorada, se desata ese modo Overdrive con el multiplicador de puntuación funcionando en todo su esplendor, lo que puede ser todavía más beneficioso si varios miembros entran en ese modo durante el mismo periodo de tiempo.
Como vemos, el juego en sí mismo no presenta alteración alguna, pero hay que tener presente que en esta ocasión sóo tenemos a nuestra disposición las 58 canciones (que no son pocas) que se incluyen en el disco. Además, podemos encontrar un paquete de expansión por 29,95 euros, tanto en Wii como en PS2. Se trata de un único pack, a la espera de que llegue el segundo, ya disponible en el mercado norteamericano. En cualquier caso, sigue sin tener la comodidad de las canciones descargables, y los citados discos de expansión son más bien independientes. La selección musical es amplia, y variada, con buenos temas rockeros de formaciones como Weezer, Ramones, Red Hot Chili Peppers... pero la mayoría de artistas exclusivos se pierden por no acceder a contenido descargable, lo que es perder parte del encanto del juego.
El disco de expansión incluye temas como The Kill, de 30 Second to Mars, o Live Forever, de Oasis, sumando veinte canciones adicionales. Es una solución ma´s que digna a la falta de opciones de descarga, eso sí, y es un esfuerzo que hay que reconocer a la editora de cara a favorecer la satisfacción de los apasionados, aunque de poco servirá si no tiene una continuidad regular, como sucede con la publicación de nuevas canciones en formato digital descargable. La lista completa de canciones del disco de Pack de Canciones es la siguiente:
· 30 Seconds to Mars "The Kill"
· All-American Rejects "Move Along"
· Blink - 182 "All the Small Things"
· Boston "More Than a Feeling"
· David Bowie "Moonage Daydream"
· Faith No More "We Care a Lot"
· Grateful Dead "Truckin"
· Hives "Die, All Right!"
· Kiss "Calling Dr.Love"
· Lynyrd Skynyrd "Gimme Three Steps"
· Nine Inch Nails "March of the Pigs"
· Oasis "Live Forever"
· Paramore "Crushcrushcrush"
· The Police "Synchronicity II"
· Queens of the Stone Age "Little Sister"
· Ramones "Teenage Lobotomy"
· Smashing Pumpkins "Siva"
· Stone Temple Pilot "Interestate Love Song"
· Weezer "Buddy Holly"
· Wolfmother "Joker & the Thief"
También se ha perdido todo tipo de opción de juego en línea, y eso es perder un aliciente muy importante de las "versiones mayores". Vale, sí, podemos crear una banda, hacer que tenga una carrera, pero está todo mucho más limitado. Si en las otras versiones se puede crear, bautizar y personalizar a una banda y todos sus miembros y desde ahí saltar al estrellato empezando desde locales de medio pelo hasta ser estrellas mundiales, eso ya no existe. Tampoco existe la opción de ganar dinero, personalizar a los personajes, conseguir desbloqueables... lo que nos vamos a encontrar en una serie de canciones clasificadas en grupos que debemos tocar con la habilidad mínima necesaria para pasar al grupo siguiente. Nada más. Según progresamos, la puntuación se va acumulando, se guarda un registro y todo eso, pero es mucho más insustancial y no se aplica (de manera inexplicable) a la batería.
No parece que haya muchas razones para la eliminación de esas características del modo Band World Tour, y de hecho es difícil de justificar, por no decir imposible. No hace que el juego sea menos divertido, pero sí menos profundo y completo por motivos que no entendemos y que nos parecen completamente injustificables.
El aspecto gráfico del juego es virtualmente idéntico al de las otras versiones, pues la interfaz es muy sencilla y no aportaría problemas, aunque las actuaciones que salen de fondo mientras tocamos se ven algo más borrosas y no tan definidas, quizás por la diferencia de resolución. El resultado da el pego, desde luego, y cumple con lo necesario para ofrecer el tipo de jugabilidad planteada, al tiempo que los menús son accesibles con cualquier instrumento. El sonido, claro, está fuera detoda cuestión y suena más que estupendo.
Conclusiones
La versión para Wii y PS2 de Rock Band es la versión de un buen juego, y sigue siendo bueno. Pero las carencias son notables: ni juego en línea, ni descarga de canciones, y además pérdida de opciones en el modo de juego principal. Eso no va impedir que sea un título musical divertido, fantástico en multijugador, y lleno de opciones para pasar tardes divertídisimas con amigos, pero la comparación con las otras versiones da pena y hace que el juego sea recomedable en estos sistemas sólo si realmente no hay opción de conseguirlo en Xbox 360 o PS3, y aún así, el retraso en su llegada a Europa es tan grande que casi habría que plantearse qué va a pasar con la secuela, disponible desde septiembre en EE.UU., y que sigue –una vez más- sin fecha para nuestro mercado.