Análisis de Ninja Reflex (Wii)
Desde el lanzamiento de Nintendo DS, muchas han sido las compañías que han apostado por los títulos de minijuegos o party games; títulos que son fáciles, rápidos y, sobretodo, divertidos de jugar. En este sentido, pocos son los juegos de este tipo que llegaron antes del cambio de estrategia de la compañía japonesa Nintendo a favor de la jugabilidad, o por lo menos, pocos son en comparación a los títulos que hoy en día llegan a nuestras videoconsolas. En la portátil de Nintendo, las posibilidades de este peculiar género aumentaron gracias a sus dos pantallas, una de las cuales es táctil. Pero ahí no acaba la cosa, ya que en Wii también tenemos un amplio abanico de videojuegos de este estilo, aunque adaptado al hardware del mando de Wii; puntero, sensor de movimiento y nunchuk incluidos.
EA es la última en dar el salto a los party games con este juego basado en el universo de los ninjas. Ninja Reflex es un título que, pese a tener una de las mejores bazas jugables como es el mundo de los shonobis, no logra convencernos a la hora de la verdad. Y es que el título no ofrece los suficientes alicientes como para motivar su compra, más allá de probar alguna que otra vez los minijuegos que incluye, que por desgracia son pocos (tan solo hay seis en todo el juego) y bastante repetitivos y monótonos. Todo esto por no hablar de la puesta en escena del control de alguno de los juegos es más que discutible.
El eje central del juego es, sin duda alguna, el modo para uno o varios jugadores, dejando en un segundo plano el modo meditación que puede que guste entre los más dados a realizar este tipo de actividad. El desarrollo del juego es bastante simple. Tenemos distintos ejercicios a realizar divididos en seis modalidades de juego: Shuriken, Hashi, Koi, Katana, Hotaru y Nunchaku, cada una de ellas usa de distinta manera el mando de Wii.
Así pues tendremos el modo shuriken, donde aparecerán en un patio una serie de dianas que tendremos que derribar utilizando nuestra arma ninja. Para hacerlo tan solo apretaremos el botón b para fijar nuestro objetivo y luego agitaremos el mando para enviar la estrella ninja a nuestro objetivo. Hay que tener cuidado, pues depende del ejercicio en el que estemos tendremos que derribar a una diana u otra. Por ejemplo, en algunas misiones tendremos que lanzar nuestro shuriken a tres enemigos del mismo color, en otras tendremos que disparar al blanco sin sacrificar ninguna víctima o acabar con una diana que se mueve realmente rápido. La parte negativa de estos ejercicios es que se repiten una y otra vez en los diferentes minijuegos de Ninja Reflex, haciendo bastante pesados completar todos los ejercicios de un minijuego para conseguir una perla. Con dicha perla tendremos acceso, una vez tengamos la perla de cada minijuego, al examen de cinturón, donde tendremos que realizar tres ejercicios cometiendo el menor número de errores posibles. Si pasamos, subiremos de categoría y se desbloquearán nuevos ejercicios, así como nuevos nombres para nuestra identidad.
Otra de las pruebas será el tener que cazar moscas con palillos chinos, algo que no será un problema en la modalidad hashi, donde tendremos que pulsar el botón a y b para atrapar las moscas que revolotean por la sala y depositarlas en el cuenco correspondiente, ya que de lo contrario, la mosca volverá a su grupo. Como veis, algo bastante sencillo e intuitivo.
La pesca de koi también hará aparición en Ninja Reflex. Para atrapar estos carismáticos peces japoneses tan solo tendremos que seguir la trayectoria del pez hasta que éste asome la cabeza, que será el momento perfecto para hacernos con uno de estos peces. Al respecto, hay peces de distintos tamaños: los grandes valen un punto y son los más abundantes y fáciles de coger debido a su lentitud; los medianos valen dos puntos siendo lo más habituales para coger y los pequeños valen tres, siendo estos últimos los más escurridizos.
UbiSoft inauguró de manera convincente el manejo del sable en Red Steel, pese a no contar con movimientos en tiempo real como se dijo en un principio. Como era de esperar en un título donde los ninjas son los absolutos protagonistas, también tendremos nuestra prueba de habilidad con la espada en el modo katana. Tendremos que bloquear los ataques de los demonios fantasma y acabar con ellos antes de que alguno nos golpee. Para ello utilizaremos los mismos movimientos que ya vimos en el título de UbiSoft. Cuando nuestro enemigo vaya a golpearnos con la espada en posición vertical tendremos que colocar nuestro mando en posición horizontal para detener su ataque, y acto seguido realizar el movimiento de corte para acabar con él. Para los movimientos laterales bastará con mover nuestro mando hacia el lugar correspondiente y luego atacarles. Muy sencillo, aunque en algunas ocasiones el control no responde como debería, haciendo que en los ejercicios más complicados (como el modo supervivencia, donde tendremos que acabar con todos los enemigos en un lapso de tiempo determinado) el control se haga un poco impreciso debido al gran número de acciones rápidas que debemos realizar.
Hotaru es, sin duda alguna, de los minijuegos más sencillos que se han inventado nunca en un juego de este género. Nos situamos en las afueras de un tempo, con el sensei encima de una roca y con diversa flora a nuestro alrededor. Lo único que tendremos que hacer será pulsar el botón a para atrapar a las luciérnagas que vayan saliendo a lo largo de la pantalla, algo que nos parece realmente poco innovador, pues el mando de la consola de Nintendo da para mucho más que pulsar un simple botón.
El último minijuego lo ocupa la modalidad Nunchaku, donde nuestro objetivo será derribar los distintos objetos que nos lanzará nuestro maestro. Para ello tendremos que agitar el mando en el momento de impacto del objeto, sin dejar de realizar el movimiento correspondiente del arma ninja, que en este caso es mover el mando de control como si dibujáramos el símbolo de infinito en la pantalla.
En el modo multijugador podremos jugar con hasta un máximo de cuatro amigos en la misma consola a los seis minijuegos que plantea el juego, aunque algún minijuego que otro cambie con respecto al modo de un jugador. Por ejemplo, en el modo hashi tendremos que capturar las moscas de nuestro color o del color neutral que aparezca en la pantalla. Si capturamos una que no es o la depositamos en el cuenco que no corresponde seremos penalizados con un punto Por último contaremos con un diario de juego, donde podremos consultar los resultados del modo multijugador, así como las diversas puntuaciones que hayamos obtenido en los exámenes del dojo.
Hay que decir que en este tipo de juegos resta la importancia de un buen apartado gráfico, tan sólo hay que mirar Wario Ware: Smooth Moves para darnos cuenta de que un juego con gráficos desenfadados puede resultar de lo más divertido. Por desgracia, Ninja Reflex cuenta con un apartado digno de la pasada generación, y podría haber quedado en mera anécdota si los minijuegos presentados fueran realmente adictivos y divertidos, pero no es el caso. Por el contrario contamos con un doblaje al castellano bastante convincente, aunque en la mayoría de las ocasiones el personaje sigue gesticulando mientras que la voz ya ha terminado.
Quizá el aspecto más negativo que podemos encontrar en el juego es la falta de diversidad y número de minijuegos, pues seis son realmente pocos para lo que puede dar de si el mundo de los ninjas japoneses. Además, el juego tampoco invita a conseguir el cinturón negro (el nivel máximo, teniendo que pasar antes por once cinturones más).
Un mayor número de minijuegos habría hecho que Ninja Reflex estuviera bien posicionado en el mercado de los party games, y más teniendo en el mercado a Mario Party 8 que, pese a no ser el mejor juego de tablero del fontanero bigotudo, gana por goleada con respecto al juego de Electronic Arts. Una pena, pues como decíamos en anterioridad, el mundo de los ninjas japoneses da para más, mucho más.