Análisis de Ninja Reflex (NDS)

Las recopilaciones de minijuegos están a la orden del día: el hecho de que se trate de títulos que destaquen, ante todo, por una jugabilidad directa y una sencillez patente de medios, hace que, a la vez, sean títulos recomendados para públicos de toda edad y condición. El surgimiento de este tipo de títulos en la portátil de doble pantalla de Nintendo es debido en parte, probablemente, a las características técnicas de la propia consola, las cuales dan pie a un sinfín de combinaciones y posibilidades jugables gracias tanto a la doble pantalla como a las posibilidades táctiles de la pantalla inferior, el micrófono, la conexión inalámbrica y la portabilidad del sistema. Todo ello hace que una recopilación de minijuegos para Nintendo DS pueda mostrar un sinfín de posibilidades jugables, con un montón de combinaciones posibles entre las diferentes cualidades técnicas del aparato, en una interfaz sencilla, clara, e intuitiva en su manejo.

Pues bien, nos encontramos ante un título que nos ofrece la susodicha recopilación de minijuegos, y del que a priori podríamos esperar mucho. No obstante, Ninja Reflex tiene un gran defecto: es demasiado corto y escueto para aprovechar al máximo sus posibilidades.

Seis categorías de minijuegos, aunque cada una de ellas cuente con seis tipos de pruebas diferentes a realizar, saben a poco, aparte de ser demasiado semejantes entre sí. Y, sin duda, nos quedará un amargo sabor de boca al completar el juego, que sus casi cuarenta euros nos ha costado, en poco más de tres horas. Demasiado costoso para lo que realmente ofrece, sin duda.

Conviértete en todo un ninja en poco más de tres horas…
Ninja Reflex, sin duda, sorprende al jugador con un despliegue gráfico asombroso y llamativo en su entrada, así como con las voces del sensei que en todo momento nos acompañará durante la aventura del saber ninja. Pero no es oro todo lo que reluce: pronto veremos que la repetición es la base del título, y tanto los modelos de personaje como los escenarios, así como las voces que escucharemos a lo largo de sucesivas partidas, son una y otra vez las mismas.

El menú del inicio del juego insta al jugador, primeramente, a elegir un nombre ninja entre todos los posibles. Cada nombre ninja consta de dos elementos: un sustantivo y un apelativo definitorio del anterior, precedido siempre de la preposición "de". Los nombres que pueden surgir de las diferentes combinaciones son del estilo "Guerrero de bendición", "Árbol de fulgor", o "Chispa de firmeza", cosa que da al asunto, en según que casos, un toque un tanto hortera. Además, a medida que avance el juego, podremos desbloquear diferentes sustantivos y calificativos para nuestros nombres ninja, así como podremos cambiar el nombre que define a nuestro personaje en cualquier momento de la partida. Todo esto resulta bastante inútil, por cierto, ya que nada tiene que ver con el juego en sí, aparte de ser el nombre con el que se marca nuestra partida en la plantilla de jugadores.

Una vez hayamos elegido el nombre para cada jugador, podremos seleccionar el número de jugadores que participan en la partida. Hasta cuatro jugadores podrán jugar en el título, aunque éste no cuenta con ninguna opción de partida multijugador mediante la conexión inalámbrica de nuestra consola, lo que, sinceramente, es imperdonable a estas alturas en un título de estas características. Podremos jugar, eso sí, por turnos, y no a todos los minijuegos del título, al menos en un principio, ya que deberemos de desbloquear los diferentes minijuegos para poder disfrutarlos en modo multijugador.

Una vez empecemos a jugar en el modo para un solo jugador, podremos seleccionar entre seis categorías de minijuegos, como ya hemos mencionado anteriormente. Estas seis comprenden lanzamiento de shuriken, pesca de koi, hotaru o caza de luciérnagas, hashi o caza de moscas al vuelo con palillos (sic), habilidad con la katana y rapidez con los nunchaku. Cada una de estas categorías comprende seis minijuegos diferentes que deberemos desbloquear a medida que avancemos en el juego, con diferentes tipos de pruebas a realizar, todas basadas en el precepto original de cada categoría, aunque con algunas variaciones de poca importancia.

En la categoría de lanzamiento de shuriken, deberemos de hacer puntería sobre los ninjas que nos asedian desde todos los flancos en un escenario situado en el jardín de una casa tradicional japonesa. El escenario irá rotando, y los ninjas aparecerán en forma de paneles giratorios que, al mostrar la imagen del ninja correspondiente, deberemos de marcar con el stylus para, posteriormente, y mediante un movimiento deslizante ascendente con el lápiz desde la parte inferior de la pantalla, lanzar un shuriken que de buena cuenta de él. Eso sí, deberemos de tener cuidado de no atacar a las geishas que deambulan entre los ninjas, ya que éstas nos restarán puntos en caso de que las alcancemos.

En la categoría de pesca de koi, deberemos de conseguir engañar a dichos peces en un estanque repleto de nenúfares, moviendo sinuosamente el stylus siguiendo los movimientos del pez que queramos pescar, hasta que éste saque la cabeza fuera del agua. En ese preciso momento, deberemos de pulsar rápidamente la pantalla para pescar al pez. En caso de que nuestros movimientos no sean cuidadosos y precisos, asustaremos a los peces y deberemos de comenzar el proceso de nuevo. Habrá tres tamaños diferentes de koi, siendo los más pequeños los más rápidos, y los más grandes los de mayor lentitud. Los más rápidos nos darán mayor puntuación que éstos últimos, aunque serán mucho más difíciles de pescar.

En la categoría de hotari, deberemos de cazar las luciérnagas que aparezcan en pantalla pulsando sobre ellas con el stylus. La rapidez en esta categoría de pruebas es fundamental, ya que si tardamos demasiado en reaccionar, las luciérnagas desaparecerán y disminuirá nuestra puntuación en el juego. Algo parecido pasa en las pruebas hashi, en las que deberemos de cazar a las moscas que vuelan por delante de nosotros con unos simples palillos de comer. Pulsaremos sobre ellas con el stylus para ello, y después arrastraremos el lápiz sobre la pantalla para llevar a las moscas a los diferentes cuencos giratorios que encontraremos en la pantalla.

En la prueba de katana deberemos de bloquear con nuestra espada los ataques de una serie de oni o demonios japoneses. De esta manera, los aturdiremos y podremos asestarles un rápido mandoble que acabe con ellos. Y, por último, la categoría de pruebas con los nunchaku, en las que deberemos de deslizar el stylus por la pantalla siguiendo el movimiento oscilante de los mismos, y pulsar rápidamente sobre ella para destruir los objetos que nuestro maestro nos vaya lanzando.

Al inicio de cada una de las pruebas, nuestro maestro nos dará un pequeño sermón sobre las cualidades que hace falta tener para ser un ninja en toda regla, así como nos deleitará con sabias frases una vez hayamos completado con éxito cada una de las pruebas del juego. Por otra parte, cada cierto número de pruebas superadas podremos acceder a un examen de grado, en el que podremos optar a conseguir el cinturón de categoría superior al que nos encontramos, hasta llegar a ser cinturones negros de la disciplina ninja. Estos ‘exámenes’ son, en definitiva, una serie de pruebas escogidas entre las que ya hayamos realizado, aunque con un grado de dificultad y duración ligeramente mayor al del nivel en que nos encontramos. Una vez hayamos superado un examen, se desbloquearán seis pruebas más en el título, una por cada categoría.

El nivel de dificultad del juego, a pesar de todo, no es ni mucho menos excesivo, y nos será relativamente sencillo desbloquear todas las pruebas de las que consta el juego. Esto, añadido al hecho de que el número de pruebas es pequeño y a que el modo multijugador resulta bastante soso, acaba por hacer que el juego quede pronto relegado al olvido, cosa que, repetimos, es una lástima, no tanto por lo que nos haya costado el juego en el momento de su compra (hecho que, realmente, nos hará sentir más de una punzada en el estómago), como por lo que el juego en sí podría haber ofrecido, en caso de haberse aprovechado al máximo sus posibilidades. Lamentablemente, repetimos, es un juego demasiado corto que no aprovecha casi ninguna de las posibilidades que ofrece la consola, aparte de la pantalla táctil, y que no cuenta con un modo multijugador ni por asomo aceptable.

Y sí, los gráficos y la música del juego han sido correctamente realizados, y ofrecen cierto deleite al espectador en cada una de las animaciones que acompañan al juego, pero aún así Ninja Reflex deja demasiadas cosas en el tintero. En definitiva, no es más que un recopilatorio de minijuegos demasiado parecidos entre sí, un juego del montón que añadir a la larga lista- por otro lado, repleta de muchos otros títulos de mayor calidad- en el catálogo de la portátil de doble pantalla de Nintendo.