Análisis The TakeOver, un genial 'yo-contra-el-barrio' (Switch)
Los seguidores de los juegos de estilo beat 'em up tradicionales estamos de enhorabuena. Después de años y años sin poder llevarnos prácticamente nada a la boca en lo que respecta a este estilo de obras, en los últimos tiempos estamos disfrutando de una lluvia de representantes de este mismo género. Y no hablamos de juegos más bien discretos, sino de auténticas obras maestras como Streets of Rage 4 y, en menor medida, el que nos ocupa ahora mismo: The TakeOver. Una producción independiente que pasó sin pena ni gloria durante la recta final del pasado año en PC por motivos que se nos escapan y que ahora aterriza en Switch para alegría de sus miles de poseedores. Y atentos, porque según parece también se dejará querer en PS4 en breve.
Un juego cautivador desde el primer momento, tremendamente espectacular en lo visual (y más considerando su origen indie) y que, encima, posee diferentes guiños y alicientes adicionales que van a hacer las delicias de los usuarios más veteranos y exigentes, incluyendo un tema excelente recreado por el gran Yuzo Koshiro. Pero de todo eso hablaremos más tarde.
Lo que debéis saber antes de nada es que sin duda los desarrolladores han querido homenajear de manera muy especial a uno de los grandes referentes en esto de repartir galletones a diestro y siniestro, Streets of Rage. Eso es, porque al menos a nuestro parecer, el juego que parece haber servido como espejo para dar vida a este título es dicho clásico de Sega.
Como era de esperar en un juego de esta naturaleza, no estamos justamente ante la narrativa más trabajada del universo. Una panda de criminales ha raptado a una niña y nos toca ir a rescatarla, así de sencillo. Una excusa tan válida como otra cualquiera para salir a la calle a clamar venganza a golpe limpio. La buena noticia es que todos los esfuerzos que los desarrolladores se han ahorrado a la hora de confeccionar el argumento que posee su obra los han dedicado a pulir el resto de los aspectos que conforman su mecánica beat 'em up así como su acabado audiovisual y alguna que otra sorpresa adicional de la que más adelante daremos buena cuenta.
Combates muy bien perfilados
Lo primero que queremos dejar claro es que estamos ante un título que nos ha gustado mucho y que, de hecho, nos ha sorprendido bastante que apenas alcanzara relevancia alguna en su edición original para PC cuando esta apareció a finales del año pasado. Suponemos que fue eclipsada por las grandes producciones que suelen estrenarse siempre en plena época navideña porque, de lo contrario, es incomprensible. ¿Y por qué es tan bueno The TakeOver? Pues porque todos y cada uno de los factores que dan forma a cualquier juego de su estilo han sido realizados con bastante acierto, comenzando por sus protagonistas, su control y sus posibilidades para el combate.
Al inicio es posible escoger entre tres personajes diferentes (Ethan, Megan y Connor), todos ellos dotados de distintas habilidades, set de movimientos y características (fuerza, velocidad, etc.). Y lo cierto es que nos han gustado mucho los tres, siendo una auténtica delicia "intercambiar razonamientos" con las oleadas de enemigos que nos aguardan en cada nivel. El control básico se compone de cuatro comandos principales que nos permiten dar puñetazos, patadas, saltar y usar una técnica especial que consume vida a cambio de dañar a todos los rivales que nos rodean. Y a esta base se suma la posibilidad de correr, desencadenar ataques especiales demoledores, esquivar, usar armas de diversa índole, desatar la furia (Rage) de nuestros personajes durante unos instantes para convertirnos en prácticamente invulnerables, etc.
Es innegable que, a poco que te gusten este tipo de propuestas, resulta complicado no engancharse a la acción que propone The TakeOver porque resulta muy gratificante. El nivel tan elevado que propone desde el principio se mantiene casi intacto hasta el final, siendo más de veinte localizaciones las que nos aguardan. Y además y sin querer estropear sorpresa alguna, en algunas fases se rompe totalmente con el concepto de juego básico para dar la bienvenida a una especie de niveles especiales que se alejan del estilo beat 'em up para, por ejemplo, invitarnos a participar en una persecución trepidante en plan racer. A esto se suman la presencia de algún personaje y modalidad oculto, la presencia de opciones complementarias al modo arcade que prolongan la vida útil del título, etc.
Un cúmulo de virtudes que encumbran a esta producción hasta niveles muy notables y que sólo queda algo ensombrecida por determinados defectos. El que más nos ha llamado la atención es el que tiene que ver con los jefes finales. Con el mimo que se ha puesto en la realización de este juego pensábamos encontrarnos con final bosses magníficos, pero lo que nos hemos encontrado son batallas bastante más descafeinadas en general salvo alguna excepción. Y junto a esto también hemos echado en falta algo de originalidad, siendo un clon que más allá de su look gráfico, muy particular y llamativo como ahora vamos a comentaros, no aporta nada que no se haya visto mil veces dentro del género.
Y para terminar, también queremos destacar el espléndido trabajo que se ha llevado a cabo a la hora de plasmar su acabado visual… y sonoro. Los personajes gozan de unas animaciones buenísimas, tipos que muestran además un estilo gráfico muy llamativo y un modelado prerrenderizado fantástico a nuestro parecer. Los decorados son increíblemente variados y preciosistas, destacando el interior de unos salones recreativos en los que nos hemos parado más de una vez para tratar de identificar algunas recreativas ficticias para ver en cuáles se inspiran. Una factura técnica muy destacada que ha sido acompañada por efectos muy buenos y un elenco de melodías increíble, destacando un tema maravilloso compuesto por Yuzo Koshiro.
Peleas con todo el sabor de los 90
El género de las peleas callejeras vivió durante los años 90 su era más dorada, dado que no paraban de aparecer títulos de ese mismo estilo tanto en las máquinas recreativas como en los numerosos sistemas de la época. Justamente esta producción que aparece en Switch tras pasar desapercibido en su versión para PC pretende homenajear a dichos títulos, especialmente a uno de sus grandes referentes, Streets of Rage. Una obra realmente cuidada en todos sus apartados que más allá de resultar algo efímera y no gozar de modo a dobles online, se convierte en otra de las grandes sorpresas que nos deja el género de los beat 'em up durante esta temporada.
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