Análisis de Mario + Rabbids Kingdom Battle (Switch)
Nintendo ha cambiado. Ha pasado de ser una de las compañías más celosas a una razonablemente abierta; ha pasado de no mostrar sus juegos cancelados a lanzarlos terminados décadas después, de no dejar a nadie tocar sus propiedades a dejar que una compañía como Ubisoft haga un crossover con los Rabbids, esos conejos locos que salieron del universo de Rayman, pero que ya son una propiedad aparte.
Las reacciones cuando el juego se filtró no fueron las más positivas, pero cuando lo fuimos probando nos dimos cuenta de que se merecía una oportunidad.
Ahora lo hemos podido jugar en profundidad, y nos hemos quedado positivamente sorprendidos con las muchísimas bondades que tiene este título desarrollado por Ubisoft Milan en colaboración con Nintendo, aunque hay que dejar claro que la producción es cosa de la compañía francesa.
Estrategia en el Reino Champiñón
Mario + Rabbids: Kingdom Battle es un juego de estrategia por turnos ambientado en el universo de la saga Super Mario, pero con la incorporación de los Rabbids de la saga Rayman. Este título introduce multitud de mecánicas propias inspiradas por ambos mundos –saltos para golpear a los enemigos, champiñones ocultos para recuperar salud–, pero en esencia es un título de estrategia clásico basado en un sistema de casillas para gestionar el desplazamiento, el alcance de las armas, las coberturas, etcétera.
Aparte de esto, también hay una notable cantidad de exploración y puzles, que aunque nunca llegan a robarle el protagonismo a la estrategia, sí que funcionan bastante bien y añaden variedad. Eso sí, es una pena que no tengan más variedad entre sí, sobre todo los puzles, que repiten sus mecánicas constantemente. Explorar y resolver estos puzles es importante, ya que nos ayudan a encontrar armas y monedas (además de coleccionables) que son necesarias para mejorar a nuestros personajes, que cuentan además con su propio árbol de habilidades.
Esto supone un cambio bastante notable con respecto a la mayoría de juegos en los que hemos visto a los personajes de Nintendo o a los de Ubisoft, y aunque pueda parecer algo negativo, nosotros lo vemos como algo positivo. Los aficionados a la estrategia pueden disfrutar de un nuevo ejemplo de este género en un envoltorio poco común, y los que nunca le habían dado una oportunidad tienen ahora una oportunidad para hacerlo de una manera que les puede resultar más atractiva.
Es importante destacar que la combinación –tanto jugable como de universos– está muy bien resuelta, y aunque no tengamos ni idea de estrategia hace un buen trabajo para explicarnos cómo funciona todo. Y menos mal que lo hace, porque Mario + Rabbids: Kingdom Battle es un juego complicado. Cualquier jugador con un mínimo de veteranía lo podrá completar, aunque seguro que va a morir un par de veces; a diferencia de los juegos de Nintendo, éste no es un juego "para todo el mundo", y si los más pequeños se dejan llevar por su apariencia, puede que no sean capaces de progresar mucho, incluso con el modo fácil.
Si no jugamos en el modo fácil, la salud no se recupera entre batallas, animándonos a alternar entre los diferentes personajes disponibles, ya que sólo podemos llevar un máximo de tres activos en el equipo. Como ya sabéis, son Mario, Luigi, Peach y Yoshi, así como sus correspondientes versiones Rabbids. Todos están muy bien definidos, y según progresamos descubriremos diferentes maneras de combinar sus habilidades.
En cualquier caso, a nosotros nos ha gustado que sea desafiante. Una de las cosas que mejor hace Mario + Rabbids: Kingdom Battle es que introduce nuevos enemigos y situaciones constantemente. En cada mundo conocemos varios tipos de rivales que nos obligan a adaptar nuestra estrategia a sus características, y las batallas van de eliminar a todos los enemigos, a eliminar a cierta cantidad, pasando por escoltar a un personaje o llegar a un punto determinado.
A pesar de que la estrategia pueda parecer un género lento para muchos –y lo es, sobre todo siendo por turnos–, en este título hay bastante dinamismo, y nunca se hace pesado o repetitivo. Lo cual es meritorio considerando que completar la historia principal puede llevarnos entre 20 y 30 horas fácilmente, dependiendo también de lo que nos detengamos en las batallas y si jugamos en fácil o no.
Además, tiene bastante contenido para rejugarlo. Cada mundo tiene una serie de desafíos y un capítulo secreto que desbloqueamos al completarlo, y podemos repetir las batallas que queramos para intentar conseguir una mejor puntuación. Y por si fuera poco, tiene un "museo" con ilustraciones, visor de personajes y música, y un modo cooperativo para dos jugadores simultáneos. Hacer el 100% de Mario + Rabbids: Kingdom Battle puede llevarnos muchas, muchas horas.
Un precioso viaje por el Reino Champiñón
Desde el primer momento que empezamos a jugar a Mario + Rabbids: Kingdom Battle, nos damos cuenta de gráficamente luce genial. Tanto en el modo portátil como en la tele, es un juego precioso, con muchísimo detalle, con unas animaciones muy cuidadas y muchos guiños que homenajean tanto a una saga como a la otra. Sí, va a 30 imágenes por segundo, y sólo llega a 900p en la tele, pero tampoco nos parece que sea un problema, ya que la imagen se ve bastante limpia y no necesitamos una tasa de imágenes más alta.
La verdad es que teniendo en cuenta el tipo de juego que es, Ubisoft ha podido aprovechar al máximo la consola –no necesitan tener demasiados procesos en segundo plano que mermen el apartado visual, como el juego online o físicas complejas–, y nos da un primer adelanto de lo que Switch puede llegar a conseguir en el futuro.
Lo único extraño es que a veces hay unas pequeñas ralentizaciones de un par de segundos en las que el juego se congela, pero, una vez más, al ser un título de estrategia por turnos no supone un problema.
No podemos olvidarnos de la música, con un Grant Kirkhope que nos trae una serie de melodías al más puro estilo Rare, y que le dan al juego el toque definitivo. Aunque no son melodías que vincularíamos con Super Mario sí que son melodías que vinculamos con Nintendo por razones obvias, y que hayan apostado por Kirkhope es un acierto que le pone la guinda al redondo apartado audiovisual.
Una batalla histórica
Le hemos echado un montón de horas a Mario + Rabbids: Kingdom Battle, y os aseguramos que le echaremos algunas más después del análisis, que es una de las cosas más positivas que podemos decir sobre un juego. Lo nuevo de Ubisoft Milán es un título divertido, completo, original y muy bien ejecutado, hecho con mucho cariño y que podemos disfrutar incluso sin ser grandes fans de la estrategia.
Además, llega envuelto en un genial apartado visual, que nos deja ya entrever lo que puede dar de sí Switch, repleto de homenajes tanto al mundo de Mario como al de los Rabbids, y con una banda sonora que tiene algunos temas memorables. La única pega que le podemos poner es que no se haya trabajado más en ofrecer una exploración y unos puzles más variados, pero si os gusta lo que habéis visto hasta ahora, no dudéis en haceros con él.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga proporcionado por Ubisoft.