Análisis de FIFA 18 (Switch)
Cuando se anunció FIFA 18 para Nintendo Switch, muchos nos quedamos gratamente sorprendidos por lo bien que mantenía el tipo gráficamente, y a pesar de que la jugabilidad no sería idéntica, pintaba genial. Ahora, con el éxito de la nueva consola, las expectativas para los juegos importantes se han disparado. ¿Conseguirá FIFA 18 satisfacer las necesidades de sus jugadores?
Tras lanzamientos como NBA 2K18, que ofrecen prácticamente la misma experiencia sólo que con gráficos más modestos, no es raro que los jugadores esperen algo similar en el caso de FIFA. En este análisis nos vamos a centrar tanto en las diferencias entre plataformas como en las bondades únicas de la versión de Switch, para que, si tenéis que decidir, sepáis qué ofrece cada versión.
Fútbol portátil... y de sobremesa
FIFA 18 es una versión híbrida, que toma la base de FIFA 16 –la última entrega principal con el motor anterior– y la actualiza con algunas novedades de las entregas de estos dos últimos años. A nivel jugable tenemos la experiencia completa, realista y profunda que todos conocemos. Si lleváis tiempo jugando a la versión de este año de PS4, PC o Xbox One, al jugar a la de Switch se notan algunos cambios que, en función de lo conocedores de la saga que seamos, se notarán más o menos.
Las físicas de la pelota y los jugadores, las colisiones y el ritmo de los partidos son algo diferentes. Las físicas y las colisiones no parecen ser tan avanzadas, quizás porque las últimas mejoras sólo se han podido implementar en el motor gráfico Frostbite, que no usa la versión de Switch. Para los más puristas esto puede ser determinante, pero si no somos demasiado hardcores, no será un gran problema. El ritmo de los partidos parece algo más rápido, y que te guste más o menos es cuestión de gustos.
Aparte de esto, todo lo demás es idéntico o muy parecido, y las opciones de estrategia, los diferentes tipos de disparos o los regates de FIFA 18 siguen presentes. El control responde a la perfección, y tenemos un abanico extensísimo de posibilidades para ejecutar nuestras jugadas, a pesar de que echamos en falta las sugerencias de sustituciones, que no es una limitación técnica de la consola, sino algo que no han querido implementar. También falta algún dibujo táctico, que también parece más un olvido que un impedimento técnico.
Obviamente, esta complejidad disminuye si usamos los Joy-Con para jugar con un amigo, cada uno con un mando individual. Los controles se simplifican y la experiencia se vuelve más accesible, pero el sacrificio es necesario para poder jugar con quien sea donde sea y cuando sea. Y ojo, no nos parece mal; es una de las características que más se agradecen en Switch, y aunque haya que dejar botones en el camino para conseguirlo, está justificado en pos de la diversión.
Modos algo más básicos de lo habitual
La versión de Nintendo Switch ofrece muchos de los modos de las otras versiones, pero lo hace con algunas carencias. Los modos principales, como el Ultimate Team o el modo Carrera están presentes, aunque el primero carece de las Squad Battles y el FUT Champions, y el segundo de las novedades que se introdujeron en la versión de este año, como las secuencias de negociación con jugadores y entrenadores. Se pueden seguir disfrutando perfectamente, pero si las novedades de estos modos son muy importantes para vosotros, las vais a echar de menos.
EA ha sustituido el modo Clubes Pro con el modo Temporadas Locales. Este modo, exclusivo de Switch, es igual que las Temporadas Online, pero se juega conectado las consolas de manera local. Por ahora, además, es la única opción que tenemos para jugar con amigos en más de una consola, ya que no podemos enviar invitaciones a amigos para echar partidos por internet. Esto es una decisión extraña y muy cuestionable, y esperamos que se corrija a través de una actualización.
Si decidimos jugar online con extraños, tenemos las opciones habituales. Eso sí, hemos encontrado algún que otro problema, con un mensaje que indicaba que "los servidores de EA no están disponibles" apareciendo con relativa frecuencia. Cuando hemos podido jugar, los partidos han transcurrido con normalidad. Algunas partidas mejor que otras, pero ningún problema que no encontrásemos en las versiones principales.
También es notable la ausencia del modo El Camino, el modo historia en el que controlamos a Alex Hunter y vivimos su aventura para convertirse en una estrella del deporte rey. EA asegura que se debe a que ese modo está diseñado para el motor Frostbite, así que puede que nuestras únicas esperanzas de verlo en la consola de Nintendo pasen por adaptar ese motor a la máquina.
La última carencia que nos ha llamado la atención es la falta de desbloqueables. En las otras versiones podemos jugar para conseguir monedas y desbloquear botas, equipaciones o balones, algo que desaparece por completo aquí. A pesar de ser algo menor es una especie de sistema de recompensas que anima al usuario a jugar, y es una pena que se haya descartado. Luego, el resto de modos –torneos, minijuegos de habilidad, entrenamiento...– siguen presentes de manera intacta, así como todas las licencias de equipos, ligas y estadios.
Un apartado audiovisual a la altura
Con los modos de juego hemos sido más duros porque son cosas que se pueden incluir en Switch, aunque obviamente requieren trabajo y esfuerzo por parte del desarrollador. Con el apartado audiovisual, a pesar de tener todavía margen de mejora, no podemos ponerle muchas pegas teniendo en cuenta que es un título que debuta apenas unos meses después del lanzamiento de la consola.
FIFA 18 funciona a 60 imágenes por segundo tanto en portátil como en la tele, y la resolución alterna entre 720p y 1080p entre ambos modos. El mero hecho de que consiga poner en pantalla unos gráficos muy competentes –con jugadores detallados, animaciones elaboradas y estadios bien recreados con un ambiente notable– a esas resoluciones y tasas de imágenes por segundo ya es loable.
No esperamos que a nivel técnico iguale a las otras versiones, pero sí que hay cosas que deberían estar. Las diferentes ligas cuentan en el juego con la "interfaz" que utilizan las retransmisiones reales, y en la versión de Switch se han sustituido casi en su totalidad por una versión genérica. Son pequeños detalles que muestran cómo EA no ha puesto todo el esfuerzo o el tiempo necesario en esta versión, ya que en algo como esto la culpa no es del hardware.
En lo sonoro encontramos los clásicos comentarios de Manolo Lama y Paco González, los cánticos de las aficiones y la banda sonora compuesta por temas de los géneros más dispares. Aquí no podemos pedir mucho más, la verdad.
Un primer paso correcto, pero no hay que estancarse
FIFA 18 en Switch es un gran juego de fútbol, que se ve genial, que entretiene mucho y que nos va a dar muchísimas horas de diversión. Eso sí, tal y como ya han demostrado otros títulos, es posible llevar todo el contenido de una experiencia de sobremesa a la portátil de Nintendo, y aunque los sacrificios técnicos son comprensibles, hay otras decisiones bastante más difíciles de justificar, como no poder invitar a un amigo para jugar online o no introducir las interfaces de las retransmisiones de las diferentes ligas en los partidos.
EA ha lanzado un título más que digno, y, probablemente, el mejor juego de fútbol en una portátil que se ha hecho nunca, pero no se pude quedar ahí. Esperamos que la compañía vea el potencial de la consola y haga versiones para Switch más parecidas a las de PS4, Xbox One y PC en lo que respecta a opciones y contenido, y que no se vaya a dedicar a exprimir las Legacy Edition en una máquina con tanto potencial como ésta.
Si lleváis tiempo sin jugar a FIFA, si lo más importante para vosotros es que sea portátil, o si queréis una versión complementaria de FIFA 18 que os acompañe a todas partes, la versión de Switch es ideal. Si sois jugadores hardcore de la saga y queréis el FIFA más completo y con más novedades de este año, tendréis que apostar por las versiones de PC, Xbox One o PS4.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga proporcionado por Electronic Arts.