Análisis Dark Souls Remastered para Nintendo Switch (Switch)
Si hace unos años nos llegan a decir que acabaríamos jugando a Dark Souls en una portátil, probablemente nos habría costado creerlo. Pero aquí estamos, en 2018 y disfrutando de todo lo que el fascinante mundo de Lordran tiene que ofrecer en cualquier parte gracias a las posibilidades portátiles de Switch, por no hablar del hito que supone la llegada de la saga por primera vez a una consola de Nintendo.
Por desgracia, y a pesar del mérito que supone todo esto, se trata de una conversión que nos llega tarde (la remasterización está disponible en PS4, Xbox One y PC desde mayo) y que adolece de ciertos problemas.
Lordran en la palma de tu mano
Como podréis imaginar, estamos ante el mismo juego que pudimos disfrutar hace unos meses en el resto de plataformas, por lo que los contenidos son exactamente los mismos, es decir, la aventura original y su expansión Artorias of the Abyss.
Esto de por sí nos asegura un título de rol y acción larguísimo, muy desafiante, profundo, con un diseño de niveles inigualable, repleto de temibles y gigantescos jefes finales y que hace gala de una dirección artística espectacular capaz de seguir sorprendiéndonos con sus diseños siete años después. Toda una delicia para cualquier fan de la fantasía oscura.
Así pues, en este análisis vamos a centrarnos en las principales diferencias que tiene esta edición para Switch con las demás versiones, las cuales son, principalmente, de carácter técnico.
La resolución y los gráficos se han mantenido intactos en el modo sobremesa, de forma que disfrutaremos de una imagen muy nítida y clara a 1080p que respeta todos los efectos gráficos y su renovado sistema de iluminación. Eso sí, en vez de funcionar a 60 imágenes por segundo, la tasa se ha bajado hasta los 30 fps.
Esto sería un sacrificio asumible si el rendimiento fuese bueno, aunque cuando jugamos en el televisor las cosas no van tan bien como deberían, ya que adolece de graves problemas de stuttering, lo que provoca que todo se mueva con cierta brusquedad, dando la impresión de que hay saltos de frames.
Se trata de un defecto muy extraño, ya que el título sigue funcionando a 30 imágenes por segundo en todo momento (no se detectan tirones ni ralentizaciones como tal), pero se mueve con tanta tosquedad que puede llegar a resultar incluso mareante en algunas zonas, por no hablar del incordio que supone cuando ocurre en las secciones más exigentes.
Al principio podríamos esperar que esto solo ocurriese durante las primeras regiones de la aventura, pero la cosa no ha hecho más que empeorar cuanto más avanzábamos. Jugar Ciudad Infestada en sobremesa puede llegar a convertirse en todo un homenaje a las versiones de PS3 y Xbox 360 (salvando las distancias claro, ya que ahora es muchísimo más jugable), y lugares como la Fortaleza de Sen pueden tornarse en un auténtico suplicio al entorpecernos el cálculo del timing necesario para sortear sus trampas.
Como decimos, a pesar de todo se deja jugar, aunque no nos parece la manera más recomendable de disfrutar de este clasicazo. Siendo sinceros, esperamos que esto sea tan solo un problema temporal y se acabe solucionando con un parche, pero ahora mismo solo os podemos hablar de lo que tenemos entre manos.
Curiosamente, en portátil no nos encontramos nada de esto. La resolución baja a 720p y se mantienen los 30 fps, pero en todo momento se ve y se mueve de forma sensacional. Es un auténtico gustazo jugar en la pantalla de la consola, ya que más allá de la resolución no ha sufrido recortes técnicos de ningún tipo, por lo que el resultado es inmejorable, siendo esta, en nuestra opinión, la mejor manera de disfrutar del juego en Switch. Además, los controles funcionan sorprendentemente bien y una vez acostumbrados a los Joy-Con, estos resultan realmente cómodos.
Para terminar, otro aspecto que se ha empeorado en esta conversión es el sonido, ya que suena con muchísima menos calidad que en el resto de plataformas, como si los archivos de audio estuviesen demasiado comprimidos, desluciendo de esta manera uno de los mejores apartados del juego (la excelente banda sonora y los efectos ambientales realzan la ambientación a niveles insospechados).
Conclusiones
Por más años que pasen, Dark Souls seguirá pareciéndonos un juegazo que todo el mundo debería probar al menos una vez en su vida, independientemente de dónde se juegue. Si bien esta nueva edición para Switch no ha salido todo lo redonda que nos hubiese gustado, con un rendimiento en sobremesa un tanto cuestionable y una calidad de audio bastante baja, jugarlo en portátil es un auténtico lujo y todo un gustazo, especialmente por lo tremendamente bien que se ve y se mueve en la pantalla de la híbrida, por lo que si buscáis llevaros vuestras aventuras en Lordran a todas partes, esta es vuestra versión.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para Nintendo Switch que nos ha facilitado Nintendo.