Análisis The Outlast Trials, una sangrienta terapia contra el aburrimiento (PS5, Xbox Series X/S, PC, PS4, Xbox One)
Hace más de una década los fans del terror descubrieron Outlast, una aventura en primera persona que nos proponía jugar indefensos en entornos hostiles y oscuros, tanto que se hacía necesario utilizar la visión nocturna de una cámara. Aunque no se convirtió en un clásico instantáneo, logró con creces su objetivo de crear tensión y agobio, además de vender más de cuatro millones de copias.
Con el tiempo recibió una secuela, una precuela, se ha expandido a los cómics y su última incursión da el salto al cooperativo online. Acostumbrados a que el terror multijugador apueste por partidas asimétricas –esas en las que un jugador, o unos pocos, toman el papel de los villanos-, The Outlast Trials opta por un desarrollo un poco más tradicional pero no por ello menos divertido. ¿Estás preparado para superar esta sangrienta prueba?
Vuelve a crearte, elimina tu pasado
Ambientado durante la Guerra Fría, la Murkoff Corporation promociona un programa de reclutamiento para marginados sociales. Como se puede intuir, las intenciones no son nada buenas: estos sujetos son sometidos a una operación para incrustar unas gafas de visión nocturna y son sometidos a unos test, en solitario o en compañía de otras víctimas de este engaño.
Estos "ratones de laboratorio" están a punto de participar en unas misiones de lo más desagradables y truculentas que podrías imaginar, con la intención de progresar, mejorar, sobrevivir y "rehabilitarse" con una nueva identidad.
Tras superar el tutorial nos encontraremos en la celda de un hub –que incluye minijuegos- con otros jugadores, listos para buscar nuestra próxima misión o grupo. La tarea general consiste en cumplir una serie de objetivos y escapar del lugar con vida, con un gameplay muy similar al de pasados Outlast: explorar laberintos poblados por peligrosos psicópatas que conviene evitar a la carrera o con sigilo –hay diversos escondites por el escenario-, mientras aprovechamos un pequeño inventario. Aunque no podemos luchar directamente con estos enemigos, hay algunas maneras de frenar su avance temporalmente.
Todos estos elementos de Outlast funcionan sorprendentemente bien en el multijugador, y una buena estrategia permite abrir camino por ciertos pasillos mientras otro jugador distrae a un sádico asesino. El paso por acceso anticipado ha permitido que esté bastante cuidado y no se trate de un experimento fallido; sí, el terror de The Outlast Trials no es nada sutil, hay mucho gore, entornos incómodos y sucios, se aleja de los elegantes survival horror para apostarlo todo a escenas dantescas en la línea de la saga cinematográfica Saw. Tampoco queremos decir que desaparezcan los sudores fríos, puesto que huir de un perturbado en pasillos que cambian aleatoriamente algunos de sus componentes clave –puertas bloqueadas, objetos- siempre transmite un mal rollo increíble, y si estás bajo el influjo de gas alucinógeno entrarás en pánico.
Por suerte, a medida que jugamos y conocemos mejor cómo lidiar con cada enemigo o trampa –esas superficies que hacen ruido…-, nuestra experiencia en estas misiones irá mejorando. La diversión depende del compromiso de los compañeros –hay juego cruzado entre sistemas para encontrar más fácil la partida-, porque si bien puedes jugarlo por tu cuenta y esto aumenta el terror, obviamente está muy orientado al online.
Y este progreso en la terapia no se limita a nuestro mejor conocimiento de los diferentes mapas, sino que desbloquearemos mejor equipamiento para, por lo menos, respirar con un poco más de tranquilidad. Hablamos de módulos con ventajas - aturdimiento, ceguera, curación y rayos X-, una serie de amplificadores o especializaciones que modifican nuestra manera de jugar. Por supuesto, también hay una lista de cosméticos para nuestro sufrido personaje e incluso de decoraciones para el "hogar".
El único problema de su bucle jugable es que tiende a hacerse repetitivo a las pocas horas –mismos entornos, rivales y tareas- y que hay algunos aspectos que funcionaban en aventuras para un jugador más pausadas, como el tema del sigilo y los básicos puzles, que chocan un poco con el sentido de la partida rápida que propone The Outlast Trials. También la inteligencia artificial te saca un poco de la inmersión cuando ves lo fácil que se puede engañar a tus perseguidores siempre y cuando conozcas las rutas. La base es suficientemente buena y creemos que va a encantar a cualquier fan de la saga, incluso si tiene reticencias por el cambio drástico que supone jugar online, pero simplemente le falta un pequeño pulido para que cada partida sea más fresca y original.
A esto habría que sumar otras sensaciones contadas en pasadas impresiones, y es que la colaboración para solucionar estas escape room con rapidez requiere una buena comunicación entre usuarios... Algo que no siempre es posible, ya sea porque las herramientas básicas no siempre son claras o por diferencias en la lengua de los jugadores. Es un juego perfecto para disfrutar con amigos, pero saltar a la terapia por tu cuenta es una lotería, una situación que está mejor abordada en otro tipo de cooperativos arcade más directos.
El aspecto visual no te volará la cabeza pero consigue el tono buscado con regueros de sangre, suciedad, óxido y una iluminación deficiente. Es una producción AA, con las típicas limitaciones de estos juegos, pero te garantizamos que lo último que te va a importar durante la partida son las animaciones o la calidad de alguna textura. El diseño deliberadamente confuso de sus escenarios, el sonido y toda la imaginería dantesca redondean una atmósfera pocas veces vista en un título pensado para el cooperativo JcE.
Conclusiones
The Outlast Trials no esa secuela para fans del terror para un jugador que algunos fans esperaban, es "otra cosa", y nada mala por cierto. Se puede jugar en solitario y eso potencia sus sustos, pero la ausencia de una historia realmente interesante hace que Trials sea más que recomendable en compañía; esa ha sido siempre la intención de Red Barrels con este proyecto y se puede asegurar que el resultado es positivo. Requiere unas condiciones concretas -jugar con amigos, perdonar algunas situaciones un poco frustrantes y un progreso que puede ser algo lento- que si se cumplen, nos harán pasar unos momentos muy buenos frente a la pantalla.
Hemos realizado este análisis en su versión PS5 gracias a un código proporcionado por Dead Good PR.