Análisis Ride 5, pasión por las motos y la velocidad (PS5, PC, Xbox Series X/S)

Milestone se encuentra en uno de sus mejores momentos. Aunque el estudio italiano de Plaion todavía no ha conseguido un éxito masivo que lo ponga en la misma liga que otras desarrolladoras de conducción sobre cuatro ruedas, ha logrado casi monopolizar el subgénero del motociclismo en sus diferentes vertientes con licencias y categorías tan jugosas como Supercross, MotoGP y SKB –al margen de dar continuidad a Hot Wheels Unleashed-.

Probablemente algún aficionado de las dos ruedas todavía está exprimiendo MotoGP 23 cuando Ride 5 aterrice en consolas y PC. Sin embargo la desarrolladora no los considera competencia directa, pues van dirigidos a un público ligeramente distinto, y mientras MotoGP es una saga anual con pequeños ajustes, Ride 4 se estrenó en 2020; este es un buen momento para ver las novedades de una de las mejores propuestas para todo amante de las motos.

"Estás a sólo un paseo en moto de estar de buen humor"

A diferencia de otras entregas de la propia Milestone, Ride es un juego que emula la emoción de las carreras sin atarse a una serie de circuitos oficiales del calendario de la competición, a los pilotos en activo ni la normativa de un campeonato. Tiene ventajas e inconvenientes, pero nos parece que para el jugador que simplemente busca divertirse sin complicaciones y no priorice la fidelidad del mundo de MotoGP esta es una excelente opción para quemar gasolina, incluso nos atreveríamos a decir que la mejor.

Eso no significa que el contenido de Ride 5 sea completamente ficticio, de hecho desde un primer momento vemos cómo Milestone trata a esta saga como un equivalente a otros simcade de coches del mercado: con pasión por las motos y marcas que van desde Ducati, Aprilia, BMW, Honda, Suzuki, Yamaha a Kawasaki y un puñado más –eso sí, Italia y Japón copan gran parte de esta industria del motor-. Estas bestias están clasificadas en distintas categorías y podrás modificarlas, tanto en los componentes que afectan a su rendimiento como su exterior –y el de nuestro piloto- con un sencillo editor de vinilos en la línea de los que hace Milestone, con posibilidad de subir las creaciones.

Tan importante como las motos son los circuitos, y Ride 5 incluye unos 40 diferentes –incluyendo variantes-. La mayoría son circuitos reales, como Nürburgring Nordschleife, Brands Hatch, Imola, Monza, Mugello, Laguna Seca o los españoles de Circuito Costa de Almería y Circuit Ricardo Tormo, cubriendo Europa, América, Asia y África. Ride 5 también ofrece trazados ficticios y ambientados en localizaciones urbanas o rurales, como Southern 100, French Riviera, North West 200, Ulster GP y Kanto Temples, pero hay que decir que en esta categoría sólo encontraremos uno original, Blue Wave Circuit –ambientado en Hawaii- mientras que el resto regresan de anteriores Ride.

Milestone ha justificado su interés por dar más importancia a los circuitos reales –en los que también hay novedades, caso de Autopolis-, que aparentemente son los que más demandan los jugadores, pero nos parece un error porque muchos de ellos ya los conocemos de innumerables títulos de motociclismo y coches. El desafío de los circuitos/carreteras originales es diferente: en ocasiones hay curvas más complicadas, zonas estrechas con poco margen para el error o los adelantamientos, y esa innegable espectacularidad de campos o aldeas. Esperamos que futuros Ride potencien esta seña de identidad porque al final es uno de los elementos que da más personalidad a los juegos de conducción y los diferencian de la competencia.

Este contenido se puede probar en el modo trayectoria, carrera, multijugador y el editor para crear nuestras propias competiciones con formato, modo de juego, número de pilotos y otros parámetros. Aunque a largo plazo nuestro tiempo lo ocuparán las carreras online con juego cruzado entre plataformas –y el regreso de la pantalla partida para dos jugadores en local, por primera vez desde Ride 2-, la trayectoria es el modo principal para un jugador. Consiste en una serie de pruebas en distintas categorías para demostrar que somos el mejor piloto del mundo, compitiendo contra rivales en el World Tour.

El modo carrera cuenta con un narrador –voz en español- que nos guía por este viaje en moto. Deberemos superar eventos para desbloquear más y así escalar en la clasificación global, ya sea en copas, campeonatos, duelos directos y carreras exclusivas para un tipo de moto. Hay diez rivales especiales con personalidad propia que destacan sobre el resto de la parrilla y en total tenemos más de 200 eventos jugables. Además, al margen del camino principal, el Tour, hay otro opcional, Desafíos sin límites, con un nivel de dificultad superior y recompensas más importantes; mientras que en el primero basta con conseguir las puntuaciones mínimas, en este último sólo vale ganar todas las carreras.

Esta trayectoria no hace nada realmente innovador en el género, pero sí nos mantendrá ocupados durante decenas de horas –entre 20 y 50 horas, según el contenido superado-, probando las distintas motos y tipos de carreras, con ese ligero toque humano y de rivalidad con otros pilotos en auge que suele ser habitual en los juegos de conducción, y la libertad para invertir los créditos en nuevas motos, mejoras en el rendimiento o simples cosméticos. Además, esta vez podremos guardar en mitad de las carreras de resistencia, lo que invita más a jugarlas –sobre todo las que alcanzan las 24 horas-.

Exigente, pero apto para todo el público

Contábamos en nuestro análisis de MotoGP 23 la importancia para Milestone por facilitar el control a los novatos, pues la curva de aprendizaje de una moto no es la de un coche. Aquí un giro demasiado brusco, una inclinación mal calculada o un pequeño roce con los límites del circuito te hacen comer polvo, literalmente. Ride 5 cuenta ayudas exhaustivas y varias opciones de accesibilidad –frenos asistidos, trazada ideal, dirección y acelerador automáticos-, tanto relacionadas con la agresividad de los oponentes como del control de la moto y el rebobinado del tiempo. Es cómodo de jugar y por supuesto muy adictivo, incluso si es tu primer Ride o juego de motos no tardarás en aprender el tacto que necesitan estas máquinas. Sin duda, lo hemos notado más amigable que MotoGP 23.

Hay varias novedades aquí y allá en el comportamiento de la moto respecto a Ride 4. Una de las más destacas es su sistema de climatología dinámico, la clásica opción que nos permite seleccionar una hora concreta del día, unas condiciones de nubes –de despejado a lluvia- y la velocidad con la que transcurre el tiempo. Es útil para las carreras de resistencia, pero también para cualquier carrera en la que desees añadir un poco de imprevisibilidad a las físicas de la carrera. Milestone ha aprovechado la ocasión para actualizar el cielo 2D a nubes volumétricas que cambian de forma y dan un aspecto más realista a las tormentas.

Hablando sobre los gráficos, Ride 5 se lanza con poca diferencia respecto a MotoGP 23 y también funciona en Unreal Engine, así que en teoría no hay un salto técnico muy grande. Esto es así en la mayoría de circuitos oficiales, que por su ambientación un tanto sobria no dan mucho juego. Pero Ride 5 es otra historia en sus recorridos urbanos, bajo la lluvia y con el movimiento de la cámara durante las repeticiones, que es cuando roza el fotorrealismo. Seguro que muchos jugadores recuerdan el revuelo causado por Ride 4, que casi se podía confundir con un vídeo real. Hay que decir en honor a la verdad que el juego no siempre se ve así de impactante, a plena luz es un poco más "modesto", pero no le quitamos ningún mérito a la desarrolladora: en los mejores momentos, Ride 5 tiene una inmersión difícil de igualar.

En lo que nos ha impresionado menos es en el apartado sonoro, que cumple sin grandes alardes en los efectos de las motos, pero la música de menús y repeticiones es escasa y pasa muy desapercibida. Es comprensible que para juegos con licencia oficial se opte por una presentación sin listas musicales, caso de MotoGP, pero Ride lo compararíamos más con los simcade. Quizás no todos lo echen en falta, a fin de cuentas el ruido de nuestra moto es la auténtica melodía, pero aquí se hace notar que el valor de producción todavía es limitado.

Conclusiones

Si siempre has tenido curiosidad por un juego de motos y no te has atrevido a dar el paso, Ride 5 es fácilmente la mejor opción del mercado en estos momentos, sobre todo si las licencias de un campeonato real y sus pilotos te parecen una cuestión prescindible. En resumen, divertido, con mucho contenido y accesible, sin que por ello nos haga perder el respeto a montar unas motos que necesitan ser domadas a cada metro. Milestone reina, por el momento, en este género de la conducción.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código que nos ha proporcionado Plaion.