Análisis Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte, un espectacular salto interdimensional a la nueva generación (PS5)

Cuando llega una nueva generación de consolas todos esperamos "ese juego" que realmente nos haga experimentar de forma contundente el salto respecto a la anterior, tanto a nivel técnico como jugable. Demon's Souls y Returnal han sido muy buenos ejemplos y adelantos de lo que PlayStation 5 puede dar de sí, pero ha tenido que llegar Insomniac Games con Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte para dar un golpe sobre la mesa tan fuerte que incluso la ha roto. Si los dos títulos que acabamos de mencionar fueron pasos al frente respecto a PS4, la obra que hoy nos ocupa equivaldría a cruzar un gigantesco abismo, un símil con el que esperamos que entendáis fácilmente lo que hemos vivido en cada segundo de juego que le hemos dedicado.

Hasta ahora se ha hablado muchísimo sobre su espectacular apartado gráfico, al nivel de una gran película de animación, pero os podemos asegurar que esta nueva aventura del carismático Lombax y su fiel acompañante robótico es mucho, mucho más que una simple cara bonita. Estamos ante un auténtico juegazo con el que Insomniac Games ha conseguido subir de división para jugar en la liga de los pesos pesados de los estudios de PlayStation y codearse con intocables como Naughty Dog o Sony Santa Monica, firmando así su mejor trabajo hasta la fecha y todo un imprescindible capaz de justificar por sí solo la compra de la nueva consola de Sony.

De aventuras en otra dimensión

Lo primero que debéis saber sobre esta nueva odisea de Ratchet y Clank es que es secuela argumental de Nexus, la última entrega de la serie que se lanzó para PlayStation 3, por lo que se obvia todo lo que ocurrió en el reinicio de 2016. Si sois nuevos en la saga podéis estar tranquilos, ya que los guionistas han sabido jugar muy bien sus cartas para escribir una historia que pueda ser entendida por cualquier jugador, aunque si sois habituales de este universo podéis dar por seguro que encontraréis una ingente cantidad de guiños y referencias que os sacarán más de una sonrisa de complicidad.

Esta vez la trama se centra en el regreso del Doctor Nefarius, quien roba el Dimensionador y transporta a nuestros héroes hasta una dimensión paralela en la que él es el emperador de todo el universo, provocando, entre otras cosas, que el omniverso se desestabilice y la propia realidad comience a resquebrajarse, lo que nos llevará a emprender un gran viaje a lo largo de varios planetas para buscar la forma de regresar a casa y evitar el colapso dimensional.

El guion como tal es muy sencillito e incluso predecible, pero está genialmente narrado, bien escrito y nunca aburre, justificando perfectamente todas nuestras idas y venidas mientras va desarrollando a sus protagonistas, las grandes estrellas del juego sin lugar a dudas. No es que tengan un trasfondo especialmente complejo o profundo, pero derrochan carisma, sus diálogos son geniales y la química que tienen entre sí es sobresaliente, consiguiendo que nos encariñemos con ellos nada más conocerlos y que siempre estemos disfrutando de su compañía. Además, se agradece mucho que el tono vuelva a ser algo más serio y menos infantil, propiciando bromas y chistes más inteligentes al mismo tiempo que nos deja con algunos mensajes muy buenos e importantes.

Evidentemente, no nos hemos olvidado de hablar de Rivet, la nueva Lombax a la que también controlaremos. Aunque sea el equivalente dimensional de Ratchet, se trata de un personaje completamente distinto, con su propia personalidad y sus circunstancias únicas que se ha creado desde cero, y se nota el enorme esfuerzo que ha invertido todo el estudio en hacer que el jugador se enamore de ella, desde su forma de ser y líneas de diálogo hasta sus reacciones y expresiones. Y sí, podemos dar fe de que han cumplido su objetivo, haciendo de ella alguien memorable, muy capaz, precavida y que nunca duda a la hora de ayudar a todo aquel que esté en peligro. Sin duda, una grandísima incorporación a la saga y al universo PlayStation.

Armados hasta los dientes

En lo que respecta a su jugabilidad, decir que estamos ante una aventura de acción y plataformas 3D que sigue muy de cerca la fórmula habitual de la serie. Se trata de una entrega que no busca reinventar la rueda, sino llevar la licencia al siguiente nivel con un más y mejor de manual, lo que finalmente se ha traducido en un gigantesco salto cualitativo que nos ha recordado al que hubo de Uncharted a Uncharted 2, por mencionar un ejemplo similar y muy ilustrativo.

De esta manera, deberemos viajar a diferentes planetas mientras usamos un alocado y extravagante arsenal para enfrentarnos a todo tipo de enemigos, superamos múltiples secciones plataformeras, resolvemos algún que otro puzle con Clank, recolectamos ingentes cantidades de guitones y Raritanio para mejorar nuestras armas, y buscamos secretos, coleccionables y retos opcionales. Como veis, todo sigue más o menos igual y si habéis jugado a alguno de sus predecesores o vais a sentir como en casa. Eso sí, hay una importante diferencia: absolutamente todo es muchísimo mejor.

Ratchet y Rivet se controlan exactamente igual (de hecho, comparten arsenal y mejoras), pero ahora disfrutan de una movilidad muchísimo más alta, pudiendo realizar una esquiva para impulsarse que sirve tanto para evitar impactos como para "plataformear" y desplazarse con mayor agilidad por el escenario, algo a lo que debemos sumarle la posibilidad de correr tanto a pie como por ciertas paredes, así como una versión mejorada y mucho más intuitiva de las botas aerodeslizantes. Por si no fuese suficiente, a todo esto debemos sumarle un gancho que nos permitirá llegar a los lugares en los que veamos fallas dimensionales.

Como podréis suponer, en la práctica esto implica que estamos ante un juego considerablemente más ágil, frenético y satisfactorio en el que no podremos quedarnos quietos ni un solo segundo mientras nos desplazamos a toda velocidad por los campos de batalla para reposicionarnos, evitar impactos y machacar a nuestros rivales, aunque a su vez también favorece que las secciones de plataformas estén más elaboradas y tengamos que encadenar todo nuestro repertorio de movimientos y herramientas para superarlas.

Por supuesto, otro de sus puntos fuertes lo tenemos en las armas: variadísimas, tremendamente originales y divertidas de usar como ellas solas, entre las que se incluyen algunas que son una auténtica locura. Lo mejor de todo es que el manejo de cada una es completamente distinto y sus aplicaciones prácticas varían considerablemente de una a otra, por lo que estaremos constantemente alternándolas para adaptarnos a cada situación, aprovechar sus sinergias y desatar el caos y la destrucción.

Es más, gracias a los gatillos adaptativos del DualSense podremos alternar entre sus diferentes modos de disparo y funcionalidades según cómo presionemos R2, una idea que nos ha gustado muchísimo por lo bien que se ha ejecutado, consiguiendo que las sensaciones a los mandos sean completamente diferentes según el arma que intentemos utilizar, ya que todas ellas hacen diferentes tipos de resistencia. Sumadle que esto que os acabamos de comentar viene acompañado por un uso extraordinario de la retroalimentación háptica para transmitir a las manos la potencia de cada pistola y entenderéis fácilmente lo tremendamente divertido y gratificante que llega a ser ponerse a pegar tiros en cualquier momento de la aventura.

Para terminar de ponerle la guinda a los combates tenemos que hablar de lo increíblemente bien diseñadas y estudiadas que están las arenas en las que lucharemos. Además de haber ganado en verticalidad, los escenarios se han creado teniendo siempre en mente nuestro arsenal para obligarnos a sacarle el máximo partido posible a las peculiaridades de nuestras armas, algo donde también tienen mucho que decir los propios enemigos a los que nos enfrentaremos y las distintas combinaciones de ellos que nos pondrán por delante. Cada rival es único y tiene sus propias características, comportamientos y debilidades, lo que nos obligará a adaptarnos a ellos y a escoger con cabeza qué pistolas queremos usar en cada momento atendiendo tanto a la arena en la que estemos como a nuestros adversarios.

En la variedad está el gusto

Como veis, la nueva obra de Insomniac Games nos ofrece una jugabilidad a prueba de bombas con un arsenal que es una maravilla, un control impecable, más opciones de movimiento que nunca, un ritmo de la acción envidiable, un diseño de niveles extraordinario, un uso de las capacidades del DualSense que marca un nuevo estándar en la consola y un repertorio de enemigos de primera. Pero si hay algo que nos ha gustado especialmente es su fantástico desarrollo, proponiéndonos una de las aventuras más variadas, frenéticas, espectaculares y divertidas que hemos jugado en los últimos años.

Sí, los disparos y los saltos están presentes en todo momento, pero sus creadores han conseguido dar forma a un viaje repleto de sorpresas y que no para de reinventarse a sí mismo en todo momento y que siempre va a más. Tan pronto estaremos luchando en un coliseo que explorando un pequeño mundo abierto, luchando contra virus informáticos para piratear unos terminales, alternando entre dos realidades distintas para abrirnos camino, haciendo frente a un jefe o huyendo de un peligroso monstruo al que no podemos derrotar. Es un juego que nunca se queda quieto y que no deja de bombardearnos con nuevas ideas, mecánicas y situaciones para que no nos aburramos, consiguiendo que juguemos por el simple hecho de ver qué es lo que nos espera a la vuelta de cada esquina, dotando a cada planeta de una personalidad única y muy marcada. Y ojo, ya que tiene algunas de las secuencias más espectaculares que hayamos jugado nunca en videojuego alguno, momentos en los que la desarrolladora pone toda la carne en el asador para dejarnos con la boca abierta con un auténtico festín visual y jugable.

En total, completar la aventura es algo que nos llevará entre 12 y 15 horas, dependiendo de cuánto queramos pararnos a explorar, aunque tras ver los títulos de crédito podremos disfrutar de una segunda vuelta gracias al habitual Modo Desafío, donde podremos obtener nuevas armas y desbloquear sus versiones Omega para así enfrentarnos a rivales más duros. Como curiosidad para los cazatrofeos, conseguir el Platino es algo que nos ha llevado poco más de 20 horas sin usar guías de ningún tipo.

No vamos a negar que nos cuesta muchísimo sacarle alguna pega al juego y, al final, los "peros" que le hemos visto responden más a apreciaciones muy personales de quien suscribe estas líneas que otra cosa. Entre ellos os diríamos que los retos del nuevo coliseo se nos han antojado muy escasos y sencillos, aunque tampoco podemos negaros que en ciertas secciones hemos echado en falta un poco más de complejidad, ya que apenas tendréis problemas para avanzar a poco que tengáis algo de experiencia con el género o la saga incluso en su nivel de dificultad más alto. De igual modo, hay ciertas ideas y mecánicas que se podrían haber explotado un poquito más.

Un espectáculo de nueva generación

Finalmente, de su apartado gráfico únicamente podemos hablar maravillas. No en vano, se trata del juego más bruto, espectacular y bonito que hemos visto jamás, muy por encima de cualquier otra cosa que se haya hecho hasta la fecha. Estamos ante toda una bestia técnica que podría competir de tú a tú con casi cualquier película de animación, lo que equivale a unos escenarios con un nivel de detalle enfermizo, unas texturas increíbles, unos modelados de 10, unas animaciones exquisitas, montones de efectos (mucho ojo a cómo vamos destruyendo las armaduras y piezas de los enemigos con nuestros impactos) y una iluminación que no parará de dejarnos con la boca abierta, especialmente con ray tracing activado, siendo el juego de consola que mejor utiliza esta tecnología de todos los que se han lanzado hasta ahora. Y para rematar, tenemos una dirección de arte simplemente perfecta.

Podríamos escribir todo un artículo dedicado únicamente a hablar sobre sus bondades gráficas, pero no seríamos capaces de hacerle justicia al espectáculo que supone verlo en movimiento en nuestro televisor mientras jugamos. Y sí, tiene un aspecto cartoon, pero cuenta con algunos de los detalles más realistas que se han hecho nunca, como el propio pelaje de Ratchet y Rivet.

Lo que sí que queremos comentar de su apartado técnico es el uso que hace del nuevo disco duro ultrarrápido de la consola, ya que no existen cargas en prácticamente todo el juego, o al menos que se puedan apreciar. Además, esto también se ha utilizado de forma muy inteligente para crear ciertos efectos visuales y situaciones jugables únicas que de otro modo no habrían sido posibles, permitiéndonos saltar entre distintos mundos y alternar entre una realidad y otra de determinados planetas en menos de un segundo y sin que perdamos el control de nuestro personaje. Una auténtica pasada.

El sonido tampoco se queda atrás, empezando por una deliciosa y variadísima banda sonora compuesta por Mark Mothersbaugh (Thor: Ragnarok), quien nos ha maravillado con unas partituras que se adaptan como un guante a todas las situaciones que viviremos, que juegan con diversos estilos, que se comportan de manera dinámica, que tiene melodías muy reconocibles y que saben elevar la épica de los mejores momentos del juego de manera impecable. Los efectos son brutalmente espectaculares, variados y contundentes, y el doblaje español mantiene a los actores habituales de la saga para dejarnos con unas interpretaciones y una selección de voces intachable, captando a la perfección la esencia y personalidad de todos sus personajes. Sin duda, uno de los mejores doblajes que hemos escuchado para un videojuego. Para rematar, no podemos recomendaros lo suficiente que juguéis con unos buenos auriculares para disfrutar del soberbio uso que hace de la tecnología de audio 3D de PS5.

Conclusiones

Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte es, sin lugar a dudas, ese contundente salto de generación que estábamos esperando. Una experiencia única y sorprendente que no sería posible en ninguna otra parte y que nos ha hecho ser muy conscientes de que ese futuro de los videojuegos con el que siempre soñábamos ya es nuestro presente. No solo nos regala el mayor festín audiovisual que se ha hecho nunca en esta industria, sino que también acompaña todo este despliegue de medios con nuevas características, mecánicas y funciones que sacan partido a las nuevas posibilidades de PlayStation 5.

Más allá de sus bondades técnicas, lo que tenemos entre manos es un juegazo de pleno derecho que lleva a una saga con casi 20 años de historia a un nuevo nivel, ofreciéndonos una aventura divertidísima que acierta en todo lo que hace para deleitarnos con una jugabilidad impecable, grandes ideas, un ritmo frenético, unos personajes encantadores, muchísimo humor, una puesta en escena maravillosa y una variedad de situaciones increíble. Pocas veces hemos visto tantísimo cariño y mimo depositado en un juego como el que Insomniac Games ha invertido con esta entrega de su saga estrella, un entusiasmo del que resulta muy difícil no contagiarse al coger el mando y que nos deja bien claro lo especial que ha sido esta obra para sus creadores. Todo un imprescindible.

Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga que nos ha facilitado PlayStation.