Análisis GRID Legends, un arcade con drama en el paddock (PS5, PC, Xbox Series X/S, PS4, Xbox One)
Está casi todo inventado en los juegos de conducción, pero es cierto que GRID Legends trae algo que no solemos ver en los simuladores, arcades o los híbridos que se encuentran en un punto intermedio: el foco de atención en la parte humana. Sí, algunos Need For Speed han buscado un estilo más cinematográfico, la saga Driver combinaba bien las misiones de mundo abierto con la velocidad, pero son excepciones. GRID Legends lo ha convertido en su modo estrella, buscando equiparar el protagonismo de los vehículos con el de los pilotos y los equipos que forman la escudería. No es ninguna revolución, pero Codemasters logra un enfoque que puede atraer a jugadores que no acostumbran a jugar al género.
Rivalidades que hacen saltar chispas
GRID Legends es un arcade bastante adictivo que en general premia la conducción agresiva. Se puede arriesgar en curvas, casi sin pisar el freno salvo en los ángulos más cerrados, y en los casos extremos podrás echar mano de los derrapes. Hay que matizar el comportamiento según la clase de vehículo que controlamos –aunque en general los coches son más estables que en GRID de 2019-, no es lo mismo un bólido puntero que los coches eléctricos, se han creado distintos modelos y físicas, y ejemplo pasar por una rampa con un camión siempre es espectacular –y recompensa con puntos-, pero se necesita tener cuidado de no hacerlo a medias porque es fácil perder el control; con unas cuantas vueltas aprenderemos el peso de las distintas disciplinas y los límites de las máquinas. Pero atención, con un número de competidores que sube hasta los 22 coches en pista, en circuitos normalmente algo estrechos, cualquier accidente implicará a varios coches –y por tanto, multiplicará el número de enemigos-.
GRID Legends ofrece los modos habituales en juegos de velocidad, de los que hablaremos más adelante, pero sin duda merece la pena comenzar por su campaña, Hasta la gloria, que pudimos ver hace no mucho. Se inspira en la serie documental Formula 1: Drive to Survive y aborda los problemas o rivalidades de los pilotos de esta competición, entre los que obviamente se encuentra el jugador, una joven promesa del volante, el Piloto 22. Ha sido rodado en plan documental –con la tecnología de pantallas de The Mandalorian-, simulando entrevistas con los actores, escenas en el paddock, los entrenamientos, los despachos… En fin, toda esa tensión que normalmente se intuye en competiciones como la Formula 1 pero el público no ve. Codemasters ya había hecho algo así con Breaking Point de F1 2021 y se convierte en un interesante modo para comenzar a rodar en el juego.
No es que el nivel de interpretación sea para premio, pero en la práctica esto supone una sucesión de misiones intercaladas por los vídeos de imagen real donde nuestro piloto y el resto de la parrilla muestran sus roces dentro y fuera de la carrera. Conectado a esto está el sistema Némesis, porque los rivales tienen su personalidad y conducir de manera temeraria o chocar con ellos en la pista crea enemistades que luego tienen su reflejo en el nivel de agresividad –por ejemplo, que ese coche intente cerrarnos el paso más a menudo-. En definitiva, Codemasters quiere que adelantar a un coche en carrera sea más que adelantar un puesto: es ganar a un piloto con nombre, apellidos y cara que conocemos del modo historia. La única pega es que la historia no se adapta a diferentes resultados; si por ejemplo se pide acabar mínimo en el 10º puesto y quedas primero, miembros de tu equipo pueden seguir dudando de tus aptitudes porque esa es la historia filmada.
Este modo –más que la historia en sí- nos ha gustado por su función como introducción al mundo de GRID. A lo largo de sus misiones se nos pedirá un objetivo, por ejemplo quedar por delante de tal puesto o piloto, participando en carreras de todo tipo: las clásicas, eliminación –cada pocos segundos se descalifican a los últimos jugadores-, punta a punta –en lugar de circuitos cerrados-, etc., y además iremos probando algunos de los más de 100 vehículos de su garaje, que van desde deportivos a camiones, monoplazas, modelos eléctricos o hipercoches, en las más de 130 pistas, con y sin modificaciones –rampas, turbos-. Una vez completada la historia no hay mucho interés en la rejugabilidad, tal y como puede suceder en el modo historia de un juego de lucha o FIFA, pero eso no quita que nos entretenga durante unas ocho o diez horas.
Pero hay más. El creador de carreras nos facilita editar la competición con los ajustes que deseemos de circuito, el tipo de disciplina - derrapes, por equipos, distintas clases combinadas, Electric, contrarreloj o Time Trial, las condiciones climáticas –día, atardecer, noche y las variantes soleado, lluvioso y con nieve-, número de vehículos, el tipo de daños, activar o desactivar el Flashback –retroceder unos segundos- y otros ajustes, para jugar de manera individual o publicarlo en línea. Y una vez busquemos un desafío más serio, tenemos la carrera profesional, con una serie de eventos a desbloquear en distintas categorías de dificultad creciente donde iniciar la trayectoria de nuestra escudería. Esto va acompañado de una tienda de vehículos que adquirir con los créditos –primero hay que desbloquear la posibilidad- y un modesto sistema de reglajes para adaptar el coche a nuestro gusto; que nadie espere las opciones de un auténtico simulador, simplemente cambios en la relación de transmisión, amortiguadores, reparto de frenada, muelles y barras estabilizadoras, o la mejora de potencia, aceleración, frenada y conducción en una serie de niveles.
También se puede invertir la moneda virtual en mejoras para nuestro mecánico –gastos de reparación más económicos, ahorro en la compra de coches, más puntos por victorias…- y el compañero de escudería –estrategias de carreras, mejora en su eficiencia, reducción de errores-, una personalización un tanto básica de nuestros coches –galerías de vinilos predefinidos- y el patrocinio con una serie de objetivos a cumplir.
La modalidad online, con juego cruzado, incluye partida rápida, búsqueda de sesión, creación de sesión, o los eventos semanales y mensuales para tener a la comunidad enganchada durante un tiempo. Incluso hay una opción bastante interesante de la que ya os hablamos, el hop-in para entrar en las carreras de otros jugadores que ya están en marcha, sustituyendo a uno de los pilotos de la inteligencia artificial. En nuestras partidas no vimos grandes problemas más allá de algún vehículo que cambiaba de posición de manera brusca, pero fue algo muy puntual.
Los circuitos y el apartado gráfico
Hablando de los circuitos, Codemasters nos trae un amplio catálogo de pistas reales –Brands Hatch, Mount Panorama, Red Bull Ring, Sepang, Suzuka…- y otras inspiradas en el trazado callejero de varias ciudades de todo el mundo, incluyendo Barcelona, Londres, Moscú, Dubái, París, Chicago, San Francisco, el puerto de Yokohama.... Tenemos debilidad por las carreras en localizaciones urbanas así que hemos disfrutado mucho de la ambientación de GRID Legends, que amplía lo visto en el anterior GRID. Aunque la iluminación –revisada ligeramente respecto a GRID de 2019- o los efectos climáticos no sean los más potentes que hemos visto en el género, el trabajo de la desarrolladora adquirida en 2021 por Electronic Arts es de notable alto. Similar al del último juego, sí, pero esta vez con versiones para consolas más potentes que como mínimo lucirán un poco mejor.
No es un juego que tienda al realismo puro, es más efectista que otra cosa, y funciona gracias al bullicio de la competición, los fuegos artificiales, y la vida que derrocha un público tan cercano a la carrera, al menos en las pistas urbanas. Hemos jugado a la versión de nueva generación y no se le pueden poner muchos peros en cuestiones técnicas e incluso posee modo 120 fps en televisiones compatibles y unos tiempos de carga casi inexistentes. En el caso específico de PlayStation 5 hace buen uso de los gatillos adaptativos del DualSense para simular el tacto de los pedales y bloqueos, aunque la vibración háptica es más discreta.
La música de las carreras quiere ser épica pero no encontraremos temas licenciados o música memorable; ayuda a aumentar el dramatismo de las carreras del modo historia siempre que tengas tolerancia a estas melodías que en ocasiones se vuelven un poco cansinas. Para completar la inmersión tenemos los comentarios de radio sobre el transcurso de la carrera, los rivales que vamos cabreando o el objetivo de la misión, así que constantemente GRID Legends nos recuerda que la competición del motor no solo va de escoger el coche más potente, también hay un factor humano.
Conclusiones
GRID Legends se promociona como el más grande de la saga –en cuanto a contenido- y si bien decir que es el mejor desde los tiempos de TOCA Touring Car Championship quizás sea demasiado, como mínimo es un arcade muy entretenido con más variedad que cualquier otro GRID, un salto en calidad y cantidad respecto a lo que vimos en 2019; utiliza la base de su predecesor para pulir varios aspectos, añadir más circuitos y modos.
La sensación de velocidad, el buen manejo de los vehículos, el juego cruzado o la intención de borrar la frontera entre el creador de carreras y el multijugador son motivos suficientes para que los aficionados al arcade celebren su vuelta. Al final, cuestiones tan promocionadas como el modo historia o el retorno del sistema Némesis son importantes, pero no podrían sostener el resto de apartados si la jugabilidad o cantidad de pistas no diese la talla. Y por suerte, GRID Legends da nueva vida a la licencia y encuentra su personalidad.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código proporcionado por Electronic Arts.