Análisis de Sword Art Online: Fatal Bullet (PS4, PC, Xbox One)
Los cambios de género dentro de una saga siempre son complicados. Si bien este tipo de experimentos es algo que se suele dejar para los spin-off, cuando ocurre con un título de la serie principal, corres el riesgo de perder a parte de tu base de fans, quienes probablemente prefieran seguir con la jugabilidad de siempre.
Por suerte, Sword Art Online: Fatal Bullet ha sabido salir al paso de esta papeleta ofreciéndonos un título que a pesar del giro de 180 grados que ha sufrido su jugabilidad, cambiando los combates clásicos al estilo MMORPG de fantasía de sus anteriores entregas por un frenético shooter en tercera persona, sigue manteniendo gran parte de la esencia de la saga.
Phantom Bullet
Al igual que en las novelas y en el anime, la excusa para este cambio de género la tenemos en que ahora los protagonistas de la serie se han enganchado a Gun Gale Online (GGO), un MMORPG de realidad virtual con una oscura ambientación de ciencia ficción donde las armas de fuego son las grandes protagonistas.
Una de las grandes novedades la tenemos en que ahora Kirito ya no es el gran héroe de la función, sino que este se queda en un rol más secundario para darnos todo el protagonismo a nosotros.
De este modo, nos crearemos a un personaje con un completo editor y nos sumergiremos en el mundo de GGO como un novato que acaba de empezar a jugar, aunque en nuestra primera misión nos haremos con un objeto extremadamente raro que resulta ser la clave para resolver la gran misión de la nueva actualización que se acaba de implementar en el juego, lo que nos convertirá en la comidilla de todos los jugadores y nos hará granjearnos rápidamente la amistad del grupo de protagonistas habitual de la licencia.
Nuestro avatar es el típico personaje mudo y sin personalidad que solo puede dar respuestas sin impacto alguno durante las conversaciones (las opciones que siempre nos dan para responder suelen ser dos formas distintas de decir lo mismo, por lo que los diálogos nos cambian lo más mínimo), y su desarrollo es extremadamente tópico, pasando de ser novatos con mucho potencial a sobrepasar a todo el mundo mientras hacemos gala de nuestro don de gentes para caerle bien a casi todos los usuarios de GGO, quienes no pararán de decirnos lo especiales, lo buenos jugadores que somos y lo bien que se lo pasan jugando con nosotros y siendo nuestros amigos.
Con la trama principal ocurre algo similar, ya que carece de interés durante gran parte de la aventura y no se vuelve mínimamente entretenida hasta llegar a un punto muy avanzado, momento en la que se cruza con los eventos sucedidos en el arco argumental de "Phantom Bullet" (la correspondiente al anime de Sword Art Online 2), aunque modificados para integrarse coherentemente dentro del nuevo guion.
Al menos, todo está bien contado, lo que no quita que la presentación todavía deje algo que desear, abusando mucho de conversaciones con los modelados de los personajes mirando a cámara como si fuese una novela visual y sin cambiar sus expresiones faciales. La calidad de los diálogos tampoco está muy allá, y resulta una auténtica pena ver cómo el título trata temas muy interesantes e incluso delicados que podrían dar mucho de sí, pero al final siempre se queda en la superficie, como si no supiese cómo ahondar en ellos.
GGO
En lo que respecta a su jugabilidad, tal y como os hemos dicho, esta vez estamos ante un juego de rol y acción en tercera persona que emula, de forma offline, a un MMORPG. De este modo, podremos llevar equipadas hasta dos armas distintas, disparar desde la cadera o apuntando a través de la mira con la cámara desde el hombro, saltar, esquivar, rodar, agacharnos, utilizar hasta cuatro dispositivos distintos (granadas, kit médicos, etcétera), usar un curioso gancho para desplazarnos por el escenario y tomar posiciones elevadas en un segundo y poner en práctica hasta cuatro habilidades distintas por cada una de nuestras armas.
Esto da como resultado unas batallas frenéticas y muy rápidas y ágiles, donde lo importante es estar constantemente en movimiento mientras no soltamos el dedo del gatillo. Para ayudarnos con esto, al disparar desde la cadera dispondremos de una gran mira que hará que nuestros disparos vayan directos hacia los enemigos que estén dentro de ella. Evidentemente, esto nos restará precisión y no podremos apuntar a los puntos débiles de nuestros rivales, aunque es una forma de permitirnos hacer daño constante cuando estos no paran de moverse, por lo que el apuntado desde el hombro es mejor reservarlo cuando estos no se están moviendo demasiado y podemos garantizar el tiro.
Aunque los tiroteos acaban volviéndose algo repetitivos por culpa de la poca variedad de enemigos que hay (se repiten hasta los jefes), lo cierto es que el ritmo tan frenético que tiene el título cuando salimos a explorar sus diferentes regiones y mazmorras, donde no nos dan casi ningún segundo de respiro, es algo que nos ha gustado bastante.
A nivel jugable funciona sorprendentemente bien y el tiempo se nos suele pasar volando en el momento en el que comienzan los disparos, lo que demuestra que Dimps ha hecho sus deberes. De hecho, también ha sido un acierto la gran cantidad de opciones de las que disponemos para configurar y personalizar a nuestro héroe y su ArFA-sys (una avanzada IA aliada que nos acompaña durante toda la aventura y que, además de combatir a nuestro lado, se ocupa de nuestras gestiones financieras), con multitud de habilidades y armas distintas entre las que escoger, además de poder repartir los puntos que obtenemos subiendo de nivel entre los atributos que deseemos.
Eso sí, el desarrollo y estructura del título es bastante genérico, con misiones que solo consisten en matar o encontrar objetos, y con un mapa que se forma en torno a una gran ciudad principal donde haremos todas nuestras gestiones y aceptaremos encargos de todo tipo, por lo que al final se acaba echando de menos un diseño de misiones algo más elaborado e interesante.
La buena noticia es que hay una ingente cantidad de contenidos para quienes quieran explotar el título al 100%. La historia principal puede ser completada entre 30 y 40 horas (dependiendo de lo que nos entretengamos y de lo que necesitemos pararnos a subir de nivel), aunque tendremos misiones secundarias (sin trama ni contexto argumental alguno) como para extender considerablemente esta cifra si queremos.
A todo esto tenemos que sumarle dos modos online. Por un lado, están las misiones cooperativas para hasta cuatro jugadores, las cuales funcionan bastante bien, aunque pierden parte de su atractivo cuando nos damos cuenta de que todos los jefes a batir están extraídos de la historia principal.
La otra modalidad la tenemos en su curioso PVP, donde nos enfrentaremos contra otro grupo de jugadores para ser los que más daño le hagamos a un jefe mientras, evidentemente, entorpecemos a nuestros rivales. Lo interesante es que existe una variante en la que solo nos permiten jugar con los protagonistas de la serie, obligándonos a que nos habituemos a sus estilos de combate y peculiaridades. En líneas generales, se trata de un modo entretenido, aunque nunca termina de destacar y se siente un poco desequilibrado, ya que hay armas que resultan mucho más efectivas que otras, por lo que al final se queda más como una curiosidad a la que dedicarle algunas partidas de vez en cuando y poco más.
A nivel técnico se nota que es el título más pulido de SAO de todos los que han salido hasta la fecha, aunque esto no evita que siga resultándonos un tanto irregular. Los modelados de los personajes están conseguidos, aunque sus animaciones durante los vídeos dejan mucho que desear. Por suerte, en combate se mueven bastante mejor, que es lo que realmente importa.
Por su parte, los escenarios, no nos han gustado demasiado, ya que resultan extremadamente genéricos, vacíos e incluso feos, con unas texturas que dejan que desear y una parquedad total de elementos. Ojo, en cierto sentido esto se puede entender, ya que así eran en la serie, pero no quita que hayan perdido mucho encanto y personalidad respecto a entregas anteriores.
El rendimiento tampoco es su punto fuerte, ya que, si bien, habitualmente funciona sin problemas, existen ciertas bajadas en la tasa de imágenes por segundo (la mayoría en la ciudad) que cuestan de explicar considerando que el título no es ningún portento gráfico.
Finalmente, la banda sonora resulta un tanto genérica con una selección de temas no demasiado inspirados pero que cumplen su función de ambientar adecuadamente nuestros tiroteos, especialmente cuando toca hacer frente a un jefe o a un monstruo único. Los efectos siguen una tónica similar y el doblaje nos llega en japonés (de calidad y con los mismos actores del anime, aunque los gritos y frases que dicen durante los combates se repiten hasta el extremo), con subtítulos traducidos al español (eso sí, es muy recomendable que descarguéis su parche de lanzamiento para subsanar algunos errores graves que tienen).
Conclusiones
Sword Art Online: Fatal Bullet es un juego muy entretenido gracias a sus frenéticos tiroteos, sus profundas opciones de personalización y su enorme cantidad de contenidos. Por desgracia, su historia no termina de brillar en ningún momento, su presentación podría haber dado más de sí, a nivel visual ha perdido cierto encanto y su diseño de misiones y mazmorras resulta demasiado genérico, impidiéndole llegar más lejos, lo que no quita que siga siendo un producto con virtudes más que evidentes y muy recomendable para cualquier fan de SAO con ganas de explorar el oscuro mundo de GGO durante horas.
Hemos realizado este análisis gracias a una copia física para PS4 que nos ha facilitado Bandai Namco.