Análisis Civilization VI, una excelente conversión a consolas de sobremesa (PS4, Xbox One)

Una de las razones por las que Civilization es tal vez una de las grandes series de estrategia por turnos es por el mimo que pone Firaxis en cada paso que da. Todo está pensado por y para cada ocasión, cada característica tiene su razón de ser y todo está cuidado para encajar de la manera en que el jugador pueda disfrutar más de cada partida. En el último juego que ha salido, Sid Meier's Civilization VI, además, Firaxis ha apostado por lanzar el juego en múltiples plataformas. Es cierto que se ha tomado su tiempo, y cada año saca una versión: en 20016 salió el juego base, el vainilla, de Sid Meier’s Civilizacion VI, un año después llegó la versión para móviles de Apple, poco antes de la primera expansión para PC, Sid Meier’s Civilization VI: Rise and Fall con la que llegaron a principios de 2018 el sistema de lealtad, los gobernadores y los puntos de época para empezar cada era con unos condicionantes o ventajas.

Antes de acabar 2018 salió un sorprendente versión de Switch que lograba transmitir sensaciones muy parecidas al original de PC y solo se resentía en que no había juego online ni hotseat ni estaba la expansión. Ahora sí están las dos expansiones disponibles para comprar y hay opción de jugar multijugador en la misma consola, pero usando distintas Switch solo está la opción de juego local. Manteniendo un ritmo similar, a primeros de este año salió la segunda expansión Sid Meier's Civilization VI: Gathering Storm, que puso sobre la mesa la peliaguda y ahora en primer plano de la actualidad crisis climática y las catástrofes naturales y también dio más importancia a la diplomacia, con victoria específica.

Quedaba el hueco de las consolas de sobremesa, y ya está cubierto con la salida del juego en PS4 y Xbox One en la versión vainilla. Como en Switch, están a la venta las dos expansiones de forma conjunta. Es la primera vez que sale un Civilization para las consolas de Sony y Microsoft desde 2008, cuando Sid Meier’s Civilization Revolution se lanzó en PS3, Xbox 360, Nintendo Wii y Nintendo DS, donde llegó con unos gráficos mucho más esquemáticos, pero una jugabilidad atractiva.

Un control con algunas decisiones raras de diseño que funcionan bien

La versión de Switch nos sorprendió el año pasado por lo bien que se había adaptado la jugabilidad del PC y un control muy bien trasladado a los Joy-Con. Lo mismo hay que decir exactamente del Dualshock 4 (hemos probado la versión de PS4). Se aprovechan todas las posibilidades del mando (incluso el panel táctil, aunque la verdad es que se le da poco uso) aunque es cierto que al principio hay algunas decisiones del mapeado que resultan algo raras, pero cuando nos hemos acostumbrado tras unos cuantos turnos tienen su lógica. Firaxis ha primado un control rápido de las acciones más habituales aunque sea a costa de tener que pensar o buscar en pantalla cómo se resuelven los menús más profundos. Es algo ilógico, pero cobra sentido cuando se entiende.

El punto que nos parecía más complicado, movernos entre distintas unidades y ordenarles una acción, resulta ágil y sencillo con la combinación de sticks, cruceta y botones. Es cuando entramos en menús del segundo nivel cuando se puede complicar un poco el control al principio, al menos hasta que nos acostumbremos a -por ejemplo- usar el botón Options para enviar algunas órdenes. La interfaz ha cambiado en algunos aspectos, y es muy similar a la versión de Switch, algo que en ocasiones quedar raro, porque parece adaptarse a pantallas mucho más pequeñas que los televisores de bastantes pulgadas que utiliza la mayoría de los jugadores de consolas de sobremesa; el menú para decidir la producción de cada ciudad es un ejemplo de esto, se aprecia de excesivo tamaño, pero no deja de ser un detalle pequeño.

La jugabilidad está casi toda ahí, en el juego base y en las expansiones. Por ejemplo, el juego básico tiene 24 civilizaciones pero con el paquete adicional se llega a las 43, una cantidad que puede resultar hasta apabullante para los que no conozcan demasiado la serie. Entre las opciones del menú principal está el multijugador, aquí sí con opción online, y en hotseat, el Salón de la Fama para ver lo que hemos conseguido como jugador y los distintos tipos de mapa (14 en el juego vainilla y 21 siguiendo las normas de Gathering Storm) . En el juego online, la mejor noticia ha sido ver que no se tarda demasiado en encontrar partidas para poder jugar contra otros jugadores.

Unos gráficos con encanto y un sonido soberbio

Los gráficos no llegan a tener el detalle y la calidad del juego de PC y se acercan más a la versión con menos definición y más encanto de Switch; pero tienen carácter propio. Realmente funcionan muy bien excepto tal vez en las escenas en las que la luz ilumina los escenarios de forma más oblicua. El sonido sigue siendo un apartado soberbio y simplemente escuchar" Sogno di Volare", el tema principal que compuso Christopher Tin ya activa los mecanismos de anticipación del cerebro.

Donde quizás más se nota la capacidad de la consola es en los tiempos de carga, muy largos al cargar la partida, aunque también es cierto que lleva más o menos lo mismo que hacerlo en un PC que tenga ya algunos años, y que en Switch se hacían más largos todavía. En los mapas más grandes también se puede hacer algo pesado llegar al final de turno y esperar a que muevan las demás civilizaciones.

Han transcurrido tres años desde el lanzamiento del juego base en PC, y el ratón y teclado siguen estando en el centro de los juegos de estrategia, pero siempre alegra ver que se ha encontrado la fórmula de llevar estas experiencias a las consolas de forma accesible y con calidad.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código que nos ha proporcionado 2K.