Análisis de Sid Meier's Civilization VI (Switch)
Quienes dudaban de la potencia de Switch para grandes juegos de PC seguramente habrán cambiado de opinión tras el lanzamiento las últimas semanas de Diablo III: Eternal Collection y Sid Meier's Civilization VI. Ambos han demostrado lo bien que logra la consola híbrida de Nintendo captar la experiencia de un excelente juego de PC cuando el estudio adapta muy bien la jugabilidad, menús y el control teniendo en cuenta las características de la nueva plataforma y trabaja en la optimización del juego.
La versión para Switch de Civilization VI disipa las principales dudas al pensar en lo que podía hacer la de PC: ¿Es el mismo contenido de juego?, ¿se ve bien en Switch? y ¿aguanta bien la consola? Las respuestas breves serían "sí, con matices", "fenomenal" y "todo lo bien que hace falta para que no se resienta la experiencia".
Los mismos contenidos, pero sin la expansión Rise and Fall
El contenido del juego es el mismo del Civilization VI de ordenador en la versión vainilla, la que no incluye mods ni la expansión Sid Meier's Civilization VI: Rise and Fall y cuyo análisis se puede leer aquí. Pero hay 24 facciones en total: las iniciales del juego y no las de la expansión pero sí algunas que se incorporaron con contenidos y packs, como la de Australia liderada por John Curtin o Polonia con Ediviges al frente. Están ahí los diferentes distritos especializados, la soberbia banda sonora, la guerra religiosa como opción de victoria, el mapa similar a uno antiguo, las agendas ocultas de los líderes, los tutoriales… todo lo que hacía brillar al juego de PC hace dos años. Incluso tiene sus partes negativas, con algunos errores de la inteligencia artificial, aunque con menos frecuencia.
Esto en lo referente al modo para un jugador, porque en el multijugador hay dos grandes huecos: las partidas online y las hotseat en las que los jugadores se van pasando los mandos para cada turno; en la versión de Switch solo está la opción de multijugador local con distintas consolas.
El control es brillante, y utiliza todos los botones del mando. Parece algo complicado, pero no tardamos en sentirnos cómodos un par de decenas de turnos más tarde; únicamente es incómodo mover el mapa para grandes distancias ya que con el stick derecho se mueve el mapa y con el izquierdo la casilla seleccionada. Pero el resto es cómodo y práctico. Los gatillos sirven para acercar y alejar la cámara, algo que hemos hecho con muchísima más frecuencia que en la versión de PC, y los botones L y R sirven para mostrar menús adicionales.
Este control tan preciso y estudiado funciona muy bien utilizando Switch en el modo televisión, usando solo los Joy-Con, aunque se puede echar de menos el ratón para moverse, desplazarse por los menús sí es rápido y satisfactorio, y el aspecto del juego es excelente, con algunas concesiones en la calidad y definición. En el modo dock, por sorprendente que pueda parecer, el juego se sigue viendo muy bien, los menús se distinguen siempre sin problemas y, para detectar a las unidades en los momentos en que suceden más cosas en pantalla es instintivo acercarse, aunque la cámara no se acerca tanto a la acción como en la versión de PC.
En el modo portátil se puede combinar el control de los Joy-Con con la táctil, y es una combinación igualmente satisfactoria que resuelve el problema con el movimiento por el mapa. Sigue siendo fascinante la sensación que transmite Switch de llevarnos el juego donde queramos manteniendo el nivel de la experiencia de juego.
El resultado es que la emoción y la intensidad de las partidas se transmite por completo juguemos como juguemos, e incluso de forma más intensa gracias a la portabilidad de Switch; es más difícil que nunca resistirse a jugar un turno más. Y esto se refuerza por la tercera pregunta que planteábamos al principio sobre si la consola puede bien con el juego. En general, se comporta bastante bien; tiene los habituales tiempos de carga iniciales, algo más largos que los de un ordenador medio, pero luego, durante la partida, solo se queda parado unos instantes cuando entramos en el menú de producción de una ciudad si ya está la partida avanzada.
El hecho de que se trate de un juego de estrategia por turnos supone que no hacen falta muchas imágenes por segundo para que se vea bien. Como sucede en PC, cuando la partida ya lleva un par de centenares de turnos se alargan las esperas mientras las demás facciones mueven o en los mapas más grandes, pero nada especialmente insoportable.
Conclusiones
Esta no es la primera vez que vemos un Civilization en consola ni en pantalla táctil, y la serie ya ha demostrado en el pasado que sabe adaptarse a otras plataformas con acierto, pero la versión de Switch de Civilization VI se ha hecho especialmente con mucho gusto y, lo más importante, logrando que el juego sea prácticamente igual al que salió en PC: mismas facciones y jugabilidad, menús con contenido muy similar pero con un aspecto más adecuado para las versiones de televisión y portátil, y las mismas experiencia de juego y sensaciones, pero con el indudable atractivo de la portabilidad . Sin duda hubiéramos preferido que estuviese incluida la expansión y el multijugador online o, al menos la opción de jugar en multijugador en la misma consola. No tiene todo lo que podría tener, pero lo que sí tiene, lo tiene impecable.
Hemos realizado este análisis con un código que nos ha proporcionado 2K.