Análisis de Shadow of the Colossus (Remake) (PS4)
¿Qué hace que un juego sea una obra maestra? ¿Qué hace que un juego sea inolvidable? Juegos como World of Goo o Jet Grind Radio tienen un 94 en Metacritic. Tony Hawk’s Pro Skater 2 tiene un 98. Y aunque no vamos a dudar de la calidad de esos títulos, ninguno tiene ese halo de obra maestra, de juego inolvidable que tienen otros como el que nos ocupa, Shadow of the Colossus; que dicho sea de paso, tiene un 91 de media de acuerdo con dicha web.
El segundo juego del Team ICO, lanzado en 2005, continuaba expandiendo el universo que crearon con ICO, y que a su vez se expandiría recientemente con The Last Guardian. El aura que ha rodeado a Shadow of the Colossus a lo largo de estos 13 años se puede comparar a la de muy pocos, y si algo hemos creído entender realizando ese análisis, es por qué es tan especial.
Wander y los colosos
Shadow of the Colossus es un juego de acción y aventuras en tercera persona en el que exploramos un mundo abierto en búsqueda de una serie de colosos a los que tenemos que derrotar.
Lo que hoy nos ocupa es su remake, en el que se mantiene la esencia y la jugabilidad prácticamente intactas, y se le da un lavado de cara a sus gráficos para adaptarlo a las tecnologías de 2018.
La jugabilidad se basa en un ciclo que consiste en explorar el mundo en busca de estos colosos, guiados únicamente por la luz que podemos hacer brillar desde nuestra espada. Una vez derrotado el coloso, volvemos al inicio y volvemos a repetir. Este ciclo podría sonar tedioso, pero la ejecución es sobresaliente, y la sensación constante de descubrimiento es incomparable. Siempre hay algo nuevo frente a nosotros. Tenemos que averiguar cómo llegar hasta el coloso, cómo exponer sus puntos débiles, y cómo llegar hasta ellos.
Es un juego en el que nosotros marcamos el ritmo. Podemos hacer un speedrun e intentar derrotar a los colosos en el menor tiempo posible, pero también podemos perdernos por su mundo. Hay varios coleccionables que nos permitirán mejorar nuestra salud o el agarre –una mecánica imprescindible para explorar y luchar contra los colosos–, así como un nuevo tipo de coleccionable, una de las pocas adiciones que encontraremos con respecto al original, junto a los tres diferentes sistemas de control: uno clásico, uno moderno y uno intermedio.
Sepáis o no de qué va, lo hayáis jugado antes o no, nos parece imprescindible destacar lo bien que aguanta la fórmula: jugar en 2018 a un juego de 2005 y que se disfrute tanto como el primer día no es lo habitual. El diseño detrás de cada parte de Shadow of the Colossus es sobresaliente, y explica por qué nadie ha conseguido hacer nada igual todavía. Y diseño y mecánicas aparte, el universo es absorbente.
El mero hecho de montarnos en Agro, nuestro caballo, y galopar, ya es un gustazo. Todo tiene un aura de misterio absorbente desde el primer momento, y nos hace preguntarnos qué tipo de personas construyeron esos templos, castillos o puentes; quiénes eran los colosos y si cohabitaron con ellos; qué pasó y por qué ahora todo está destruido… Es una aventura que te incita a preguntar, a querer saber más sobre el mundo en el que se desarrolla.
Como juego, es una experiencia que puede irse de normal a las 10 horas si sólo queremos completarla, aunque está diseñada para ser rejugada en diferentes dificultades, y poder desbloquear así diferentes objetos y secretos. Ahora se puede jugar directamente en difícil, algo que había que desbloquear anteriormente, y se incluye una nueva galería de arte con ilustraciones de personajes, entornos e incluso comparativas. Y si queréis desbloquear el 100% del juego, preparaos para invertir un buen puñado de horas.
Los colosos en 2018
Shadow of the Colossus ha visto su apartado técnico completamente rehecho, y luce increíblemente bien. No es el juego más puntero de PlayStation 4, pero se ve genial. Creemos que, aun con sus cambios, Bluepoint Games –autores del remake– han conseguido mantener el estilo artístico del original, esa estética y ese misterio que mencionábamos tan sólo unas líneas más arriba.
El estudio ha partido de la geometría del original para reconstruir los entornos, personajes y colosos, y aumentar su complejidad con más polígonos, añadir mejores texturas, introducir un nuevo sistema de iluminación… En definitiva, hacer que se vea como veis en estas imágenes. Hay también nuevas opciones, como poder jugar con filtros activados. Nosotros no somos muy partidarios de modificar la apariencia para jugar –el propio juego nos avisa de que puede estropear la experiencia–, pero nunca está de más tener opciones.
Hablando de opciones, en PS4 Pro tenemos la posibilidad de jugar a 1080p y a 60 imágenes por segundo (muy, muy estables, con apenas alguna caída puntual), o a 1440p y 30 imágenes por segundo. Se ve genial elijamos la que elijamos, y es simplemente cuestión de preferencia. También tenemos un modo foto en el que podemos apreciar e inmortalizar el gran trabajo de Bluepoint.
No podemos dejar en el tintero que todas estas bases se construyen sobre el excepcional trabajo de la obra de PS2. La dirección artística original es magistral, los diseños de personajes, colosos y entornos son únicos y derrochan magia, y las animaciones tienen un encanto que las hace resistir el paso del tiempo. Cosas que pueden pasar desapercibidas, como el movimiento de la cámara, están perfectamente medidas para conseguir transmitir esas sensaciones que busca, y no hay nada dejado al azar. Es cierto que hoy en día algunas interacciones (al agarrarnos o al colisionar con el escenario) pueden parecer un poco torpes, pero a nosotros nos ha parecido parte de su encanto.
El apartado sonoro sigue siendo memorable. La calidad de la banda sonora es indiscutible, y sigue manteniendo su fuerza y su magia. Algunos temas se han modificado ligeramente, pero en esencia es la misma que ya conocemos. Música aparte, Shadow of the Colossus sabe jugar con el silencio, y saber qué debe sonar en cada momento para emocionar al jugador.
Es hora de volver
Sin olvidarnos de que esto es un análisis, hemos intentado explicar las sensaciones que Shadow of the Colossus trasmite; las razones por las que está considerado por muchos como una obra maestra o un título inolvidable. Lo mejor de todo es que este remake está a la altura y le hace justicia, y nos permite redescubrir tamaña aventura con un apartado visual que satisfará a los más exigentes.
Obviamente, no tenéis que estar de acuerdo con nosotros –faltaría más–, pero este nuevo viaje con Wander y Agro ha sido tan intenso y especial como la primera vez. La sensación de aventura constante, la continua sensación de descubrimiento, el sentir que siempre tenemos un nuevo desafío al que no sabremos cómo enfrentarnos… Es una constante sensación de fuerza e impotencia, seguida de la satisfacción al llegar al sitio que buscamos o al derrotar un coloso.
Sin desmerecer la espectacular puesta al día que ha hecho Bluepoint Games, nos tenemos que quitar el sombrero ante la obra atemporal que construyeron Fumito Ueda y el Team ICO. Desde la escala de mundo, al diseño de la aventura, pasando por las animaciones o la música, la base sobre la que se construye esta revisión es sobresaliente, y sólo podemos recomendar que juguéis Shadow of the Colossus, ya sea el original, el remaster o el remake.
Hemos realizado este análisis con una copia promocional que nos ha proporcionado Sony.