Análisis de Secret of Mana (PS4, PSVITA, PC)
Relanzar un juego como Secret of Mana con un remake es una maniobra llena de riesgos. Estamos hablando de uno de los títulos de rol más queridos de Super Nintendo, un clásico al que ya le pesan los años y al que resulta fácil verle las costuras a día de hoy, pero que, de algún modo, gracias a sus numerosas virtudes y a ese encanto único del que hace gala, consigue sobreponerse y seguir ofreciéndonos muchas horas de pura diversión.
Por ello, tocar cualquier aspecto de esta obra puede acabar provocando que se pierda esa extraña harmonía que existe entre sus diversos elementos y el remake acabe por resultar un producto inferior al original.
Si os somos sinceros, el enfoque de Square Enix con esta nueva versión nos ha parecido el adecuado, ya que han intentado mantenerse lo más fieles posible a la obra de 1993, respetando la misma historia, los mismos mapas y la misma fórmula jugable, pero dándole un lavado de cara gráfico y sonoro, aunque la grandeza o no de un juego suele radicar en los pequeños detalles, y aquí es donde empiezan los problemas, pues con cada mejora introducida, encontramos algo que se ha empeorado.
Redescubriendo un clásico
Como decimos, en esencia nos encontramos con el mismo juego que ya pudimos disfrutar en Super Nintendo, una aventura de rol y acción en tiempo real en la que nos embarcaremos en un viaje protagonizado por Randi, un joven que es elegido por una espada legendaria para salvar el mundo de una gran amenaza que se avecina.
No daremos más detalles por si nunca tuvisteis la oportunidad de jugarlo, pero en líneas generales se trata de una historia más o menos simple, aunque muy disfrutable y con un aroma a cuento clásico que le sienta genial. Además, el trío de protagonistas es realmente entrañable y difícilmente no acabaréis conectando con ellos y con la relación de amistad que los une.
Es aquí precisamente donde encontramos la primera gran novedad de este remake, ya que ahora se ha incluido un buen número de escenas adicionales donde podremos ver a estos tres personajes conversando entre ellos. Para ver estos diálogos, simplemente nos bastará con irnos a descansar a una posada, y gracias a ellos podremos profundizar mucho más en sus motivaciones y diferentes personalidades. Casi siempre son conversaciones muy triviales e incluso tontorronas destinadas a sacarnos más de una sonrisa, aunque eso no quita que agradezcamos su inclusión y que, en cierto modo, nos ayude a empatizar mejor con los héroes de la función.
En lo jugable, los mapas se han mantenido intactos (tanto es así que el minimapa está realizado con los sprites de las zonas de la versión original de SNES), al igual que la estructura y progresión de la aventura, por lo que tendremos que seguir el mismo orden para avanzar en la historia principal, enfrentarnos a los mismos enemigos y jefes, visitar los mismos poblados, resolver los mismos puzles, etcétera.
En cuanto al sistema de combate, se respeta la fórmula original, por lo que tendremos una barra (representada en forma de porcentaje) que se consume cada vez que golpeamos, obligándonos a esperar a que se vuelva a recargar si queremos que nuestro próximo ataque aproveche toda la fuerza de nuestro héroe.
Gracias a esto, se consigue dotar a las batallas de un toque estratégico muy interesante que se aleja del machacamiento de botones constante que solemos ver en otros títulos similares, teniendo que medir muy bien cuándo acercarnos para atacar y cuándo alejarnos para esquivar y evitar daños mientras se recarga nuestro poder de ataque.
A diferencia del original, esta vez nuestro movimiento (siempre desde una perspectiva aérea) es completamente tridimensional, por lo que podemos atacar también en diagonal y no solo en cuatro direcciones, lo que hace mucho más sencillo el apuntar y acertar con nuestros ataques. A esto también ayuda que se hayan revisado las cajas de colisiones, aunque no todo lo bien que deberían, ya que a veces seguimos fallando de forma inexplicable cuando claramente nuestra arma ha atravesado el cuerpo del enemigo.
El problema lo tenemos en que se ha perdido cierta sensación de contundencia al impactar con nuestros ataques, y la reacción de nuestros enemigos a nuestros golpes suele ser demasiado lenta y errática, casi como si tuviesen lag, por lo que muchas veces no tendremos claro si estamos acertando o no. Tampoco ayuda que se haya cambiado la animación de muerte, pues ahora en vez de explotar directamente al quedarse a cero puntos de vida, estos caen al suelo con algo de retardo y explotan pasados unos instantes.
Lo malo es que, por culpa de esto, las batallas se nos han hecho algo más caóticas y menos satisfactorias que en la versión original de SNES, ya que el título no sabe transmitirnos bien a los mandos lo que está ocurriendo.
Lo que sí que nos parece una mejora es la posibilidad de añadir dos hechizos, armas u objetos a comandos de acceso rápido con L1 y R1, algo que nos debería de evitar navegar demasiado por los menús de combate. Lo que no entendemos es que no se haya aprovechado la ocasión para añadir cuatro comandos de este tipo, ya que los botones L2 y R2 no tienen función alguna y quedan totalmente desperdiciados.
La parte negativa de esto radica en que el juego ya no memoriza nuestra última acción de menú, algo que se hace un tanto molesto cuando tenemos que repetir ciertas acciones que no tengamos asignadas a los accesos rápidos, obligándonos a navegar de más por ellos, algo que curiosamente no pasaba en SNES. Del mismo modo, la rueda del menú siempre aparece en el centro y no sobre los héroes, por lo que nunca nos indica de forma clara el personaje al que pertenece cuando la abrimos.
Algo que tampoco nos ha gustado demasiado ha sido el comportamiento de la IA aliada, la cual se podría haber mejorado (no era especialmente efectiva en SNES) y, en vez de eso, se ha empeorado: se coloca mucho peor durante las batallas y sigue teniendo tendencia a quedarse atascada corriendo contra las paredes. De hecho, el tablero que teníamos para controlar su comportamiento se ha reducido a tan solo cuatro opciones básicas , dándonos menos control sobre las estrategias que queremos que sigan.
La cámara también ha sufrido ciertas modificaciones, ya que esta vez siempre mantiene centrado a nuestro protagonista, por lo que no tendremos que acercarnos a los bordes de la pantalla para "empujar" el scroll, lo que en el original nos obligaba a avanzar con cuidado para no darnos de bruces contra un enemigo que no veíamos a simple vista.
Otro detalle "menor" que se podría haber corregido respecto al original lo tenemos en el funcionamiento de las tiendas, las cuales siguen sin indicarnos ni las descripciones de los objetos ni los atributos que nos dan, obligándonos a comprar ítems y equipo a ciegas, guiándonos únicamente por su precio para ello.
Una novedad que hace el título más accesible y fácil la tenemos en un nuevo archivo de guardado automático que va registrando constantemente nuestros progresos para que podamos retomar la partida prácticamente desde donde lo dejamos o nos mataron, por lo que si os matan al final de una mazmorra, ya no estaréis obligados a recorrerla entera cargando partida desde la última posada en la que guardarais manualmente. Se trata de algo totalmente opcional y usar esta ayuda dependerá únicamente de vosotros.
A nivel gráfico, este remake abandona el estilo pixel de SNES para dar el salto a los polígonos, aunque no con toda la fortuna que nos hubiese gustado, ya que los nuevos diseños, aunque tienen su encanto, les falta "algo", especialmente en lo relacionado con los enemigos, los cuales parecen cortados por un patrón distinto al de los protagonistas.
Técnicamente tampoco da la talla, con unas texturas muy simples, y unos modelados algo básicos. Lo peor es que algunas de las escenas más importantes de la historia ahora se han realizado en forma de vídeo, los cuales quedan un poco raros, ya que los personajes no mueven sus bocas al hablar en ellos. Destacar que también hemos sufrido ciertos errores de programación, como una preocupante tendencia del juego a colgarse y cerrarse automáticamente.
Finalmente, en lo que respecta al sonido tenemos la posibilidad de escoger tanto la banda sonora original de SNES (fantástica) como una nueva versión con arreglos orquestales, la cual nos ha parecido un tanto irregular e inconsistente, con unos cambios de estilo que no siempre terminan de pegar con lo que vemos en pantalla. Eso sí, algunos remixes son oro puro, como el que ha recibido "Fear of The Heavens", por lo que se nos pondrán los pelos de punta escuchándolos.
Los efectos también están a un buen nivel y el doblaje nos da la opción de seleccionar las voces inglés y las japonesas. Las primeras son de una calidad pésima y cuentan con unas interpretaciones lamentables que consiguen convertir casi cualquier momento del juego en algo cómico por lo ridículos que suenan, mientras que el segundo mantiene un nivel aceptable y capaz de sumergirnos fácilmente en su mundo. Destacar que absolutamente todos los diálogos del juego, incluyendo los que tenemos con los NPC que nos encontramos, están completamente doblados.
No podemos cerrar este texto sin destacar que Secret of Mana está traducido al español, encontrando aquí, probablemente, la gran ventaja que tiene este remake en nuestro país respecto al original. Además, la traducción que se ha realizado es magnífica, con una gran cantidad de frases muy propias de nuestra lengua más coloquial.
Conclusiones
Aunque diste de ser un remake perfecto e ideal, Secret of Mana consigue retener gran parte de la esencia de este clasicazo, por lo que, a pesar de sus fallos, sigue divirtiendo y ofreciéndonos una aventura que merece ser jugada y disfrutada. Esto no quita que se sienta como una oportunidad perdida de hacer algo más grande y ambicioso que elevase y mejorase la obra original a la altura que se merece, pero al final, si buscas un buen ARPG con el que revivir viejos momentos o, por el contrario, descubrir por primera vez uno de los títulos más aclamados de la antigua Squaresoft, ahora en nuestro idioma, aquí encontraréis una buena oportunidad para ello.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 gracias a una copia final que nos ha facilitado Koch Media.