Análisis Persona 5 Strikers, una notable y deseada secuela (PS4, Switch, PC)
Si hay algo que siempre ha caracterizado los juegos de Atlus es el cariño y mimo que suelen ponerle a todas sus producciones. Da igual que sea un título principal de algunas de sus sagas o un spin-off del spin-off, pues sabes que, como mínimo, lo más probable es que te encuentres con un juego notable que bien merece que le eches decenas de horas hasta completarlo. Por eso, cuando anunciaron que habían unido sus fuerzas con Koei Tecmo y Omega Force para hacer una secuela argumental de Persona 5, uno de los mejores JRPG de todos los tiempos, que apostase por la acción pura y dura, tuvimos claro que era un título que queríamos jugar.
A pesar de haber tenido que esperar un año entero respecto a su estreno japonés para poder disfrutarlo en nuestros lares, por fin tenemos Persona 5 Strikers entre nosotros, una nueva aventura de los Ladrones Fantasma con la que nos lo hemos pasado genial y que podemos recomendar fácilmente a cualquier fan de la saga que se quedase con ganas de seguir explorando el metaverso y luchando contra las injusticias.
El poder de los deseos
Así pues, la historia que aquí se nos cuenta transcurre unos meses después de los hechos que tuvieron lugar en Persona 5, cuando su carismático grupo de protagonistas vuelve a reunirse para disfrutar de sus merecidas vacaciones de verano y desconectar durante unos días de su vida estudiantil. Sin embargo, las cosas no tardarán en torcerse al descubrir que una nueva amenaza vuelve a cernirse sobre el metaverso y el mundo real, lo que acaba desembocando en un viaje en carretera por todo Japón que nos llevará a visitar algunas de sus ciudades y localizaciones más icónicas, pero también a explorar todo tipo de mazmorras y a hacer frente a multitud de sombras que no dudarán en interponerse en nuestro camino.
No esperéis un gran guion ni nada demasiado complejo o sorprendente, ya que el tono es mucho más ligero y distendido, dejando claro que se trata de una aventura complementaria y accesoria. Sí, sigue habiendo mucha crítica social y momentos en los que todo toma un carácter muy grandilocuente, pero dista de lo que consiguió su predecesor en términos narrativos.
Ahora bien, esto no significa que no hayamos disfrutado muchísimo su historia gracias a sus personajes, las auténticas estrellas de la función. Los Ladrones Fantasma siguen teniendo un carisma arrebatador y la química que hay entre ellos se traduce en unas conversaciones geniales, divertidas y muy bien escritas. Y ojo, ya que los nuevos héroes que se han incluido en para la ocasión, Sophia y Zenkichi, no tienen nada que envidiar al resto y aportan bastante a las dinámicas de grupo que se crean, ofreciendo nuevos contrastes y unos trasfondos muy interesantes y trabajados que nos invitarán a seguir jugando para saber más sobre ellos y descubrir cómo evolucionan a lo largo de la aventura. Los villanos nos han convencido algo menos, pero en términos generales hemos quedado más que satisfechos.
También tenemos que destacar que la parte argumental no ha perdido importancia dentro de la estructura del juego, por lo que aquí los vídeos y conversaciones siguen teniendo una presencia gigantesca y no faltan esas secuencias en los que nos tiraremos fácilmente más de 30 minutos leyendo sin apenas tocar el mando.
A tortas en el metaverso
Centrándonos ya en lo que es su jugabilidad, decir que estamos ante un título centrado casi en su totalidad en la exploración de mazmorras. El tiempo que pasaremos en el mundo real es prácticamente anecdótico y lo único que podremos hacer en él es hablar con los personajes, aceptar alguna que otra misión secundaria e irnos de compra, algo que nos ha decepcionado ligeramente por el poco partido que se le saca, lo que habría ayudado a darle algo de variedad a su desarrollo.
Un detalle muy interesante es que esta vez las mazmorras tienen lugar en ciudades y barrios enteros, por lo que son más grandes, abiertas y verticales. Por supuesto, Koei Tecmo no ha perdido la oportunidad de aumentar considerablemente la movilidad de nuestros personajes, permitiéndonos realizar saltos dobles, encaramarnos a todo tipo de lugares y usar los propios escenarios para crear nuevas rutas que podemos aprovechar para desplazarnos de un sitio a otro, lo que acaba resultando en una exploración muy dinámica y satisfactoria cuando le pillamos el punto a los controles.
Evidentemente, esto sigue siendo una secuela de Persona 5 y si hay algo que caracteriza a los Ladrones Fantasma son sus dotes para la infiltración, de modo que el sigilo volverá a ser un elemento clave en nuestras incursiones en el metaverso. Al igual que en el título original, veremos a diversas sombras patrullando por todos lados y hasta que no hagamos contacto con ellas no aparecerán los enemigos y empezará el combate. Si conseguimos tenderles una emboscada sin que nos vean iniciaremos la batalla con ventaja, mientras que si son ellas las que nos pillan nos dejarán aturdidos y subirá el nivel de alerta.
Como veis, todo esto os debería resultar extremadamente familiar, aunque las mayores novedades llegan a la hora de ponerse a combatir, ya que se abandonan los turnos en favor de un sistema híbrido en el que podemos golpear, realizar combos y esquivar en tiempo real, pero también pausar la acción para cambiar nuestra Persona activa y escoger con tranquilidad las técnicas y hechizos que queremos utilizar.
No os vamos a engañar: nuestras primeras impresiones con este nuevo sistema de combate no fueron nada positivas. Cuando toca luchar la pantalla se llena de enemigos, el caos parece reinar por doquier y los combos de nuestros personajes son tan limitados que al final la única sensación que teníamos era la de estar machacando botones mientras intentábamos enterarnos de lo que estaba ocurriendo.
Nuestro error aquí fue pretender jugarlo como si fuese un musou o un hack and slash tradicional, cuando ni lo es ni lo pretende. Ante todo, se trata de un Persona y cuando cambias el chip y lo juegas como tal, la experiencia de juego se transforma y pasa a ser algo enormemente satisfactorio y divertido.
Aquí los combos básicos tienen la misma utilidad que el comando de ataque normal de Persona 5: ahorrar puntos de magia liquidando enemigos débiles y rematando rivales con poca vida. Por supuesto, podéis jugar liándoos a guantazos con todo lo que se os cruce por delante, pero dista de ser lo recomendable y os resultará todo muchísimo más difícil y seréis menos eficientes.
En cambio, si apostamos por usar nuestras Personas para aprovecharnos de las debilidades elementales y físicas de nuestros enemigos, podremos hacer mucho daño, dejarlos aturdidos y acabar realizando un poderoso ataque combinado entre todos los personajes con un gran efecto de área. Llegado a cierto punto del juego, nos pasaremos casi más tiempo seleccionando comandos y relevando el control entre los diferentes miembros del grupo que aporreando botones para hacer combos, transmitiéndonos unas sensaciones muy similares a las que tuvimos cuando jugamos a su predecesor.
Este equilibrio entre sus diferentes mecánicas en el que la acción más frenética se compagina constantemente con pausas tácticas nos ha gustado mucho, especialmente al jugar en Difícil, donde los errores se pagan caros y lo más recomendable suele ser atosigar a los enemigos apuntando a sus debilidades para no darles la oportunidad de responder a nuestros ataques. Por supuesto, la guinda del pastel la ponen los jefes, tan espectaculares, épicos e intensos como cabría esperar, quienes nos ofrecen algunas batallas realmente memorables.
Eso sí, también tenemos que advertiros que aunque empieza planteando un desafío bien ajustado, si usáis la tienda habitualmente para comprar ítems curativos e ingredientes para cocinar recetas, la dificultad acaba desapareciendo sobre el ecuador del viaje. En nuestro caso hemos acabado el juego con un inventario con más de 300 pociones de distinto tipo, más de 100 ítems para revivir e infinidad de platos para recuperar puntos de magia siempre que lo necesitásemos, objetos que podemos usar tranquilamente en las cantidades que queramos desde el menú con tan solo pausar la acción, trivializando así hasta las batallas contra los jefes secretos en el nivel de dificultad más elevado.
Por otro lado, conviene destacar que regresa el sistema de fusión de Personas para crear nuevas criaturas y que estas hereden hechizos y técnicas, algo que sigue resultando enormemente adictivo y divertido, aunque ahora hay muchos menos, lo que también se traduce en una menor variedad de enemigos a los que enfrentarnos, pues el otro método para hacernos con ellos es que nos suelten su máscara al derrotarlos en combate.
En lo que respecta al diseño de las mazmorras, debemos reconocer que la mayoría de ellas no nos han terminado de enamorar, ya que suelen estar muy encorsetadas, rara vez nos sorprenden con alguna mecánica nueva y los poquísimos puzles que hay no llegan a estar a la altura. Además, siempre nos están indicando el siguiente punto al que tenemos que ir para avanzar, lo que le resta cualquier tipo de interés a la exploración. No os equivoquéis: son entretenidas y hay un par que nos han gustado mucho, pero se quedan lejos del exquisito diseño que tenían en Persona 5 y Persona 5 Royal.
Otro detalle que no nos ha terminado de convencer son sus misiones secundarias, simples recados de eliminar objetos o conseguir objetos sin gracia alguna ni relevancia argumental. Las únicas que nos han parecido medianamente interesantes han sido unas pocas que nos han llevado a luchar contra unos jefes opcionales para desbloquear la posibilidad de fusionarlos y convertirlos en nuestras Personas, pero no hay mucho que rescatar aquí. Al menos, se hacen rapidísimo y sus recompensas merecen la pena, por lo que no todo es negativo.
En total, superar la aventura principal es una tarea que os llevará unas 40 horas, mientras que completar la primera vuelta al 100% se os irá hasta las 55-60 horas. Si esto os parece poco, tendréis la opción de seguir jugando en el modo Nueva Partida+ en un nivel de dificultad secreto en el que encontraréis algunos contenidos adicionales, como la posibilidad de obtener a Lucifer como Persona, además de nuevo equipo y recompensas con los que seguir fortaleciendo a vuestros héroes.
El inimitable estilazo de Persona 5
A nivel gráfico tenemos un título discreto en lo técnico, pero que sabe compensarlo con una dirección artística de primer nivel: diseño de personajes, escenarios, enemigos, puesta en escenas, menús... Todo derrocha un estilazo único que entra directamente por los ojos, algo que se ve potenciado por sus fantásticas animaciones y la fluidez con la que se mueve en todo momento. Nosotros lo hemos jugado en PS5 con el Modo Gráficos y hemos disfrutado de una resolución de 4K dinámicos y una tasa de 60 imágenes por segundo totalmente estable. Eso sí, hay muchas texturas aquí y allá que no nos han terminado de convencer y la falta de AA afea la imagen, mostrando a los personajes con unos dientes de sierra muy notorios.
Donde sí que lo borda es en el sonido con una banda sonora que es simple y llanamente increíble y en la que se dan cita temas ya conocidos, nuevas remezclas y otros completamente nuevos que nada tienen que envidiar a lo que escuchamos en Persona 5. Y todo ello manteniendo su particular estilo tan marcado por el jazz y con temazos vocales. Una pasada capaz de realzar todo lo que vemos en pantalla hasta cotas insospechadas.
Los efectos mantienen esta misma tónica y el doblaje nos llega con voces en inglés y japonés, contando con grandes actores e interpretaciones en ambas opciones. Y sí, los textos están completamente traducidos al español con una calidad inmensa, tal y como ya nos tienen acostumbrados desde Sega.
Conclusiones
Puede que Persona 5 Strikers no sea la obra maestra que fue el original, pero se trata de un ARPG fantástico y muy notable con el que nos lo hemos pasado genial de principio a fin viviendo más aventuras en el metaverso junto a los Ladrones Fantasma. Acierta de pleno a la hora de adaptar las mecánicas de la saga al terreno de la acción en tiempo real, los personajes siguen derrochando carisma por todos lados, los combates son divertidísimos y a nivel audiovisual sigue siendo toda una gozada gracias a su espectacular diseño artístico y su increíble banda sonora. Y por si no fuese suficiente, con una traducción de lujo a nuestro idioma. Si ya os dejasteis robar el corazón por Joker y su grupo, no dudéis en darle una oportunidad: difícilmente os decepcionará.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código que nos ha facilitado Koch Media.