Análisis Judgment, otro juegazo de los creadores de Yakuza (PS4, PC)
Gracias al bueno de Phoenix Wright pudimos comprobar cómo la vida de un abogado no es nada fácil, pero si encima te tienes que dar de tortas contra todo tipo de delincuentes y matones para realizar tus investigaciones y recoger las pruebas necesarias para defender a tus clientes, la cosa se complica bastante más.
Videoanálisis
Esto es, más o menos, lo que nos vamos a encontrar en Judgment, lo nuevo de Ryu Ga Gotoku Studio, los creadores de Yakuza, quienes nos traen una especie de spin-off de esta aclamada saga con el que han sabido mantener la esencia y calidad de todas sus producciones, pero sin olvidarse de aportar multitud de novedades para darle un toque único y personal que nos ha resultado tremendamente atractivo. ¿El resultado? Todo un juegazo.
A la caza del topo
Lo primero que debemos comentar es que estamos ante un juego con una historia completamente nueva e independiente, así que no será necesario haber jugado ningún Yakuza con anterioridad para poder disfrutarlo.
De hecho, hasta los personajes son nuevos, empezando por su mismísimo protagonista, Takayuki Yagami, un abogado de armas tomar que, tras caer en desgracia, decidió dejar de ejercer y abrir su propia agencia privada de detectives.
Este es el punto de partida argumental de una historia que nos ha atrapado de principio a fin y en la que tendremos que resolver la verdad que se oculta tras un misterioso asesino en serie conocido como "El Topo". A efectos prácticos, se trata de un genial thriller policiaco que nos ha recordado ligeramente a las primeras películas de Jackie Chan, aunque con una narrativa cuidadísima y unos personajes muy trabajados, repletos de matices y sorprendentemente creíbles.
Los giros de guion se suceden sin parar, sus protagonistas tienen un carisma arrollador que nos hará conectar con ellos mucho antes de que nos demos cuenta y la dirección de sus numerosas y extensas secuencias de vídeo es exquisita, sabiendo mantener la intriga en todo momento para que siempre queramos seguir avanzando con el fin de resolver todos los misterios que nos plantean. Además, su conclusión no podría ser más satisfactoria, hilando magistralmente montones de subtramas de una manera impecable.
Un barrio peligroso
Entrando ya en lo puramente jugable, decir que sigue muy de cerca la "fórmula Yakuza", por lo que, una vez más, volveremos a movernos libremente por el ficticio barrio de Kamurocho, un escenario que el estudio no se cansa de reutilizar en todos sus juegos y al que siempre saben sacarle partido para que nunca nos aburramos de pasear por sus calles.
No es tanto la ciudad en sí como lo que hacen con ella, llenándola de multitud de actividades interesantes, personajes peculiares e historias únicas que le dan muchísima vida y nos sumergen de pleno en su espectacular ambientación. No exageramos si decimos que para muchos de nosotros ya es casi como nuestro segundo hogar y estamos seguros que no seréis pocos los que os sabéis mover mejor por sus calles que por vuestro propio barrio.
Sin embargo, y como bien sabréis, no se trata precisamente del lugar más seguro del mundo y no serán pocos los matones, las bandas callejeras y los miembros de la mafia que buscarán asaltarnos, aunque, por suerte para nosotros, Yagami es todo un experto en artes marciales y sabe defenderse como nadie.
El sistema de combate sigue, a grandes rasgos, las normas de siempre: un botón para ataques flojos y rápidos, otro para los fuertes y uno adicional para agarrar. Por supuesto, podemos defendernos y esquivar, y con nuestra barra de energía podremos realizar técnicas especiales de carácter contextual que dependerán de que cumplamos ciertos requisitos para poderlas ejecutar (que el enemigo esté en el suelo, que tengamos un arma en la mano, que el rival esté aturdido, que lo agarremos junto a un columpio, etcétera).
Además, contaremos con dos estilos de combate bien diferenciados, el de la grulla y el del tigre. El primero nos será muy útil para enfrentarnos contra grupos numerosos de enemigos, mientras que el segundo está más orientado a los duelos de uno contra uno. Por supuesto, podremos alternar entre ambos siempre que queramos con tan solo presionar la cruceta hacia abajo.
Una de las grandes novedades la tenemos en el hecho de que nuestro héroe es tremendamente ágil, así que podremos usar las paredes para impulsarnos y lanzarnos violentamente contra nuestros adversarios, una maniobra muy útil para sorprender y pillar con la guardia baja a cualquiera que ose hacernos frente. De hecho, hasta aprenderemos a saltar por encima de los enemigos para así evitar sus ataques y golpearles por la espalda.
Tampoco nos podemos olvidar de mencionar que ahora, cuando un enemigo tenga un aura a su alrededor, ganará la posibilidad de ejecutar ciertas técnicas que, en el caso de impactarnos, nos harán "daño letal", o lo que es lo mismo, nos provocarán tales heridas que reducirán nuestra capacidad de vida máxima, obligándonos a tratarlas con botiquines o acudiendo a un médico, ya que el resto de ítems de curación, como la comida, no nos servirán de mucho, haciendo que los enfrentamientos contra los jefes sean todavía más intensos que antes.
Por suerte, nosotros también podemos potenciarnos con nuestra barra de energía y entrar en un modo especial en el que será más difícil que retrocedamos con los golpes y con el que reduciremos considerablemente las cantidades de daño letal que nos pueden llegar a hacer.
Como veis, los combates nos ofrecen una ligera evolución de lo visto en la saga Yakuza, dejándonos unas batallas muy satisfactorias, divertidas y espectaculares que resultan más dinámicas y entretenidas que nunca gracias a sus nuevas posibilidades.
El mejor detective
Pero en Judgment no todo es liarnos a tortas con el primero que nos mire mal por la calle, ya que, como buenos detectives privados que somos, tendremos que realizar multitud de tareas de investigación relacionadas con nuestro trabajo (y que no pocas veces se saltan la frontera de lo legal), como examinar lugares en busca de pruebas, abrir puertas con una ganzúa o un alambre, seguir a alguien sospechoso, perseguir a quien intente huir de nosotros, infiltrarnos en ciertos sitios sin llamar la atención, tomar fotos reveladoras, explorar lugares inaccesibles con nuestro dron, etcétera. Todo sea por resolver los casos que tengamos entre manos.
La mayoría de estas cosas se resuelven mediante unas mecánicas muy sencillas y simplonas, pero que ayudan a darle mucho dinamismo y variedad a la aventura cuando se van combinando y alternando durante las misiones.
El problema es que están tan limitadas que el título no consigue terminar de sacarles todo el partido que podrían tener, llegando a un punto relativamente temprano en el que se estancan y no son capaces de dar más de sí, ya que casi siempre las acabaremos resolviendo de la misma manera.
Probablemente, lo que más nos ha gustado han sido los momentos de investigar lugares, algo que haremos en primera persona y que tiene un puntillo de aventura gráfico muy curioso. En la parte negativa, las misiones de seguir a una persona sin que nos vea mientras nos vamos escondiendo por la calle nos han resultado aburridísimas, lentas, muy predecibles, extremadamente similares entre sí y carentes de cualquier tipo de reto, y ya os vamos avisando que no hay precisamente pocas de este estilo.
De hecho, llegando a la mitad del juego da la impresión de que los mismos desarrolladores se dieron cuenta de esto y decidieron centrarse en los combates, los cuales cobran muchísimo protagonismo en la segunda parte de la trama principal, relegando las mecánicas de investigación a un plano muy secundario, menos en los casos opcionales, donde sí tienen más presencia.
Es una pena que no hayan sabido hacer algo más interesante con todo esto, aunque tal y como decimos, no suelen molestar, aportan un mínimo de variedad y son relativamente entretenidas.
La vida en Kamurocho
Pero si hay algo por lo que se caracterizan las obras de Ryu Ga Gotoku Studio es por la enorme cantidad de contenidos secundarios de calidad que suelen ofrecernos. De hecho, es tan así que nos ha resultado prácticamente imposible centrarnos únicamente en la trama principal, por mucho que nos obligásemos a avanzar en ella, ya que a la vuelta de cada esquina hay un nuevo descubrimiento, una nueva actividad o un nuevo caso por resolver que nos hacía pararnos.
En esta ocasión tenemos montones de restaurantes con los que paladear la gastronomía de Kamurocho, numerosas recreativas de Sega (entre las que se incluyen nombres como Puyo Puyo, Virtua Fighter 5: Final Showdown, Fighting Vipers, Fantasy Zone y un juego de disparos creado para la ocasión al más puro estilo House of the Dead que se ambienta en Yakuza: Dead Souls), el imprescindible centro de bateo, casinos varios, dardos, mahjong, tiendas, etcétera.
A todos estos minijuegos tenemos que sumarle dos nuevos que destacan especialmente sobre el resto por lo elaborados y cuidados que están. El primero de ellos es un juego de tablero de realidad virtual (no, no es compatible con PlayStation VR) en el que tendremos que avanzar por sus casillas tirando los dados para intentar llegar a la meta.
Sin embargo, nuestras tiradas son limitadas, así que tendremos que buscar la forma de recargarlas. Hay múltiples casillas con diferentes efectos, pruebas, minijuegos e incluso combates bajo condiciones especiales, y a medida que progresemos desbloquearemos nuevos circuitos de mayor dificultad. Es una actividad muy adictiva y que estamos seguros de que os va a enganchar a poco que le deis una oportunidad.
Por otro lado tenemos las carreras de drones, donde nos tocará volar por Kamurocho siguiendo diversos circuitos marcados por puntos de control. Lo más interesante es que, a medida que progresemos en este minijuego, deberemos mejorar al dron fabricando piezas y equipándoselas para así potenciar sus capacidades, como su velocidad, maniobrabilidad o la potencia del turbo. Muy entretenido y perfecto para picarnos con nuestros amigos subiendo nuestras marcas a los rankings online.
Eso sí, probablemente nuestros entretenimientos favoritos hayan sido los eventos de amigo y los casos secundarios. Con los primeros podremos cultivar nuestra amistad con los diferentes habitantes de Kamurocho, quienes tienen sus propios problemas e historias que contarnos. Para hacer esto, la mayoría simplemente nos requerirán que hablemos con ellos varias veces, aunque otros nos pedirán que les ayudemos de distintas maneras.
Las ventajas de llevarnos bien con los vecinos de nuestro barrio son muchas, como que vengan a ayudarnos durante los combates (ya sea peleando junto a nosotros o abriéndonos la posibilidad de poner en práctica un movimiento especial exclusivo) o que nos ofrezcan nuevos productos en las tiendas y restaurantes, entre otras cosas que preferimos guardarnos para no arruinaros ninguna sorpresa.
Lo más interesante es que nuestro nivel de reputación urbana subirá cada vez que nos hagamos amigos de alguien, lo que, a su vez, nos permitirá desbloquear nuevos contenidos, más eventos e incluso casos secundarios.
Hablando de estos últimos, decir que son el equivalente a las subhistorias de los Yakuza, misiones opcionales muy entretenidas y con sus propios argumentos en los que hay cabida para todo tipo de locuras que nos sacarán más de una carcajada, aunque también hay espacio para cosas más serias y peliagudas. Hay muchísimas y, tras haber hecho más de la mitad de ellas, os podemos asegurar que la mayoría tienen una calidad muy alta y son realmente amenas de hacer.
Lo mejor es que todo está entrelazado de una forma magistral, así que avanzar en la trama principal, hacer amistades, subir reputación y resolver casos secundarios nos permitirán desbloquear todavía más contenidos de forma lógica y coherente, consiguiendo que la ciudad siempre se sienta viva y creíble.
El poder del Dragon Engine
Tal y como cabría esperar, el estudio ha vuelto a apostar por utilizar su destacable Dragon Engine para dar vida al juego, así que disfrutaremos de una ciudad espectacularmente recreada cuyos escenarios tienen una cantidad enfermiza de detalle, tanto en exteriores como en interiores.
Los modelados de los personajes también son brillantes, aunque aquí nos toca matizar, ya que si bien todos los protagonistas, antagonistas y secundarios están trabajadísimos y muy cuidados, así como sus animaciones, no podemos decir lo mismo del resto, algo que resulta muy evidente cuando nos dedicamos a realizar casos secundarios y eventos de amigos.
La iluminación también está a un nivel altísimo, al igual que los efectos de destrucción, aunque todavía permanecen algunos detalles un poco "cutres", como el que desaparezcan los cuerpos de los enemigos que derrotamos. Destacar que el rendimiento suele ser muy estable, aunque hay fuertes caídas cuando la pantalla está repleta de rivales, tenemos un aliado y los efectos de nuestros golpes inundan la pantalla. No son situaciones muy comunes ni estropean la experiencia, pero ahí están.
El sonido también está a un gran nivel, con una banda sonora extensa y variada que se adapta de maravilla a cada momento, aportando toques cómicos, dramáticos y épicos cuando tiene que hacerlo y jugando con diferentes estilos, como el jazz o la electrónica, con composiciones de mucha calidad, aunque suelen quedar relegadas a un segundo plano. Los efectos siguen una tónica similar y son perfectamente reconocibles, mientras que el doblaje nos permite escoger entre el inglés y el japonés, siendo esta última, en nuestra opinión, la opción ideal para disfrutar plenamente la aventura y sumergirnos por completo en su ambientación.
La gran noticia es que todos los textos se han traducido impecablemente al español. Sí, hay pequeñas erratas por aquí y por allá, pero sabe adaptar a nuestro idioma lo que dicen los personajes con frases y expresiones "muy nuestras", a la vez que respeta y mantiene palabras japonesas concretas que nos indican la consideración que se tienen los personajes entre sí.
Conclusiones
Judgment es, sin lugar a dudas, otro juegazo de Ryu Ga Gotoku Studio. La historia y la narrativa son impecables, ofreciéndonos un thriller policiaco apasionante y de nivel que engancha desde el primer minuto. Además, todo ello está aderezado con un desarrollo jugable variadísimo, personajes tremendamente carismáticos, buenos combates, un apartado audiovisual espectacular y un barrio que se siente vivo y en el que encontraremos infinidad de divertidas actividades secundarias en las que invertir nuestro tiempo de ocio. Si os gustaron los Yakuza, ni os lo penséis, pues os va a encantar, y si nunca habéis probado ninguno, tampoco dudéis en darle una oportunidad, ya que una vez entres en Kamurocho, difícilmente querrás salir.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga que nos ha facilitado Koch Media.