Análisis Immortal Legacy: The Jade Cypher, un Uncharted en realidad virtual (PS4)
La realidad virtual va, poco a poco, recibiendo cada vez más juegos que, en cierto modo, ofrecen aventuras tradicionales. Sí, las experiencias están geniales, pero a veces también se nos apetece sumergirnos en un título como lo hacemos cuando lo jugamos en el televisor. VivaGames, un pequeño estudio chino, quiere permitirnos ahora disfrutar en realidad virtual de una experiencia similar a la de un Uncharted y, aunque sobra decir que no se pueden comparar, el resultado es sorprendentemente positivo.
Una extraña premisa
Immortal Legacy: The Jade Cypher es un juego de acción y exploración, con multitud de tiroteos y algún que otro puzle. En esencia es, como decimos, una aventura al estilo de Naughty Dog, y es una fórmula que a poco que hagas bien, vas a tener un producto muy entretenido. Eso sí, a nivel narrativo empieza con una extraña premisa.
Nosotros somos Tyre, el héroe de turno que resulta ser un antiguo miembro de las fuerzas especiales, y que resulta tener la voz de Geralt de Rivia –Doug Cockle–. Empezamos en un avión donde una joven con un atuendo ligeramente gótico nos prepara para lo que parece ser nuestra siguiente misión, pero un accidente acaba separándonos. Despertamos en una isla, capturados por un grupo desconocido, hasta que nos rescata una youtuber con un colorido –y nada apropiado para donde estamos– traje, y nos cuenta que está allí buscando dragones.
La cosa no se detiene aquí, ya que no tardamos en conocer a la mala, una joven equipada con una armadura futurista que se desplaza en un trono robótico volador y con poderes mágicos, acompañada por otra persona también cubierta por una armadura futurista –casi recuerda a las de Anthem– y un perro robótico. Semejante disparate sirve para introducir la historia y aclarar ligeramente nuestro propósito. Luego la cosa se calma un poco, si bien, obviamente, no faltan experimentos, artefactos y demás, pero eso ya dejamos que lo descubráis por vosotros mismos.
Por suerte, la inmensa mayoría del tiempo estamos solos, avanzando por escenarios bastante lineales –aunque con caminos secundarios, generalmente para encontrar secretos–, donde nos encontraremos con enemigos que tendremos que derrotar en entretenidos tiroteos. Si habéis jugado a algún juego disparos en realidad virtual ya sabréis que suele ser tremendamente satisfactorio disparar usando los PS Move, y Immortal Legacy: The Jade Cypher no es una excepción.
Los controles son un tanto extraños, eso sí, y creemos que hay muchas opciones mejores para manejar un shooter de movimiento libre. Ejemplos como el control de Borderlands 2 VR nos parecen opciones enormemente mejores, y al menos habría estado bien que nos diesen opciones para ajustarlo, pero apenas hay. En cualquier caso, te acabas acostumbrando, pero en momentos puntuales hace algunos enfrentamientos innecesariamente difíciles. Al desplazamiento mejorable hay que añadir también lo torpe que es el inventario, y que nos puede dejar vendidos en muchas ocasiones.
Por defecto, no hay ningún indicador en pantalla que sirva de retícula para apuntar, por lo que tenemos que apuntar a ojo, algo sorprendentemente divertido durante la primera parte del juego contra rivales humanos. La mayoría de enemigos humanos muere de un disparo en la cabeza, y matarlos a la primera con un headshot y sin ayudas sienta genial. En cualquier momento podemos activar un puntero láser para tener preferencia, si lo preferís.
Vamos a encontrar multitud de armas de fuego, cada una con sus obvias ventajas e inconvenientes, como la precisión, el tipo de disparo o el daño. También tenemos otras arrojadizas –gradas, cócteles molotov, hachas– y de cuerpo a cuerpo –un cuchillo bastante considerable–, que pueden servir tanto para derrotar a los enemigos como para abrirnos paso por los escenarios.
Immortal Legacy: The Jade Cypher nos ofrece dos modos de dificultad, fácil y normal. Nosotros lo hemos jugado en normal, y la verdad es que nos ha parecido bastante bien equilibrado. Al principio cuesta un poco, pero cuando le pillas el truco a los controles, aprendes a moverte y a usar las coberturas no nos habría gustado jugarlo más fácil.
Además, es razonablemente variado. Tiene sus jefes finales, sus puzles (algunos bastante ingeniosos), sus secuencias más movidas, sus secuencias más pausadas, sus momentos de terror… La verdad es que para un juego de un estudio independiente chino sin demasiada experiencia y para ser un juego de realidad virtual nos ha sorprendido en este aspecto.
El mundo que nos rodea
Immortal Legacy: The Jade Cypher se ve razonablemente bien. No se puede comparar con una superproducción o juegos más «recogidos», aunque también comete algunos fallos un poco tontos, como que los codos te salgan de los hombros, haciendo que tus brazos se vean un poco extraños. Echamos de menos algo más de variedad, ya que casi todo lo que vemos son rocas. Hay excepciones, como un templo o algunas zonas subterráneas, pero en general podría haberse intentado diferenciar más las áreas, aunque fuese tirando de la paleta de colores.
En lo sonoro es un tanto discreto pero cumple bien su cometido. Aparte del doblaje al inglés –tenemos subtítulos en castellano, eso sí, pero en realidad virtual es un poco molesto enfocar tus ojos para leerlos–, que, como decíamos, cuenta con la voz de The Witcher, hay muchos detalles, como escuchar voces de las criaturas a oscuras para ponernos en tensión, o melodías muy aventureras que suenan en los momentos de acción. En general, este apartado no sobresale pero sí que está muy bien.
Diversión sin pretensiones
A veces, lo más sencillo es lo que funciona, e Immortal Legacy: The Jade Cypher es un buen ejemplo. No es fácil hacerlo bien, pero VivaGames han sabido coger una fórmula conocida, adaptarla a una nueva plataforma y, lo que seguramente es más importante, no pecar de ambiciosos. El resultado es un título divertido de principio a fin, con sus claras limitaciones, pero que te permitirán vivir una experiencia a lo Nathan Drake con tu PlayStation VR.
No es una superproducción, no tiene los valores de un triple A, el control es mejorable y la historia no os va a marcar de por vida, pero es larguito (unas seis horas en normal e intentando conseguir los coleccionables), entretenidísimo, variado y tiene un poco de todo –disparos, exploración, escalada, sustos, puzles…–. Nos habría gustado ver más opciones de control y un mejor inventario, pero si se os apetece algo de este estilo, creemos que os lo vais a pasar genial con él.
Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con un código de descarga proporcionado por Sony.