Análisis Dragon Quest Builders 2, el Minecraft de Square Enix (PS4, PC, Xbox One, Switch)
Hace unos años Square Enix decidió apostar por Dragon Quest en Occidente de cara al lanzamiento de Dragon Quest XI, y lo hizo preparando el terreno con algunos spin-off que diesen peso a la licencia –que fuera de Japón nunca ha sido comparable a Final Fantasy-. Así surgieron Dragon Quest Heroes, un juego de acción, y Dragon Quest Builders, un RPG de construcción inspirado en Minecraft.
Videoanálisis
Ahora nos llega a PlayStation 4 y Nintendo Switch la segunda parte de Builders, desarrollada en colaboración con Omega Force. Y la verdad es que después de ver lo que ofrece, no nos extrañaría nada que con el tiempo se convirtiese en una serie estable y permanente dentro del catálogo de Square Enix por méritos propios.
Los Hijos de Hargon
Todo comienza con una secta de monstruos que se hace llamar los Hijos de Hargon, quienes rinden culto a la destrucción. El sacerdote Hargon –Dragon Quest II- fue derrotado y estas criaturas lamentan el reino de paz que se vive desde entonces, pero están convencidos de poder llevar el mundo a su ruina. ¿Cómo? Buscando acabar con todos los constructores y prohibiendo cualquier creación.
Nuestro protagonista, hombre o mujer, es un joven aprendiz de constructor que ha sido capturado en un barco de los Hijos de Hargon. Tras un breve tutorial el barco sufre un accidente y los prisioneros terminan en una extraña playa. Seremos uno de los pocos supervivientes del naufragio, pero allí encontraremos a un misterioso personaje sin recuerdos de su pasado: Malroth, que se unirá a nuestro equipo como guerrero. Sí, sabemos que los fans de la saga arquearán una ceja y encontrarán un poco predecible el rumbo del argumento, pero en cualquier caso es una historia entretenida.
Con nuestra habilidad para cocinar, construir edificaciones y utensilios, el grupo logrará sobreponerse a la situación. Pronto descubrirán que el protagonista dispone de esta isla a su antojo y navegarán en busca de nuevos horizontes. La aventura no ha hecho más que comenzar.
Minecraft a la Square Enix
Una de las principales diferencias respecto a otros títulos de construcción es el uso de la licencia, y eso supone la importancia de su historia y la estética de Akira Toriyama, así que si bien no hace nada realmente novedoso en este género ni esa es su intención, Dragon Quest Builders 2 siempre derrocha carisma y enganchará a aquellos que disfrutaron con la mecánica de Minecraft pero echaron en falta un mejor enfoque o narrativa.
La fórmula de Builders 2 es muy similar al original. Olvida el rol por turnos clásico de Dragon Quest, aquí el progreso se hace cumpliendo misiones que piden algún tipo de requisito relacionado con la construcción. Y claro, para construir se necesita materia prima que se obtiene de multitud de elementos del escenario, ya sean rocas de diverso tipo, minerales e incluso objetos ya creados.
Fabricar algo es sencillo siempre que tengamos la receta: basta con golpear objetos para extraer su esencia y acercarse a una mesa de construcción. Selecciona el nuevo objeto, gasta la cantidad requerida de material y ¡voilà! Podrás cumplir una misión o al menos estar más cerca de ello. Es un juego muy guiado en la ruta principal –al margen hay muchos objetivo opcionales- y de manera progresiva vamos aprendiendo lo que se puede hacer para que luego, si lo deseamos, demos rienda suelta a nuestra imaginación con las construcciones.
Como en Minecraft, del cual sigue heredando la interfaz, hay cierto componente de supervivencia. Es posible cocinar los alimentos y el combate es muy básico, golpear con nuestra espada con sencillos combos y algunos ataques cargados. Eso sí, el juego nos deja claro que nuestro papel no es el de un héroe fuerte y destinado a la guerra –Malroth, que nos acompaña en la batalla, se desenvuelve mejor-, así que pese a ser mejor que en el primer Builders, este apartado pasa rápidamente a un segundo plano y puede saber a poco para quienes esperen un ARPG más profundo.
Por lo demás, Builders 2 sigue siendo divertidísimo. Ver cómo evoluciona un pueblucho, escuchar las peticiones, construir y decorar sus casas, baños, plantaciones y completar el objetivo de la zona es una delicia. Lleva su tiempo y no vamos a engañar, a veces el bombardeo de peticiones parece que no termina nunca –nos tocará ir y volver por las zonas a por algún tipo de semilla o tipo de madera-, pero es un juego que se disfruta con calma, sin prisas.
Cooperativo y otras novedades
Profundizando en las diferencias respecto al primer Builders, además de lo que presenta su nueva historia y localizaciones, tenemos algún cambio en el desarrollo. Ahora podremos construir en la Isla del Despertar a medida que avanzamos en la aventura –el modo historia y la creación libre conviven sin problemas- e invitar hasta a tres amigos más para expandir las construcciones –reiteramos, en esta isla, no en el resto de la aventura-. Es tu mundo o hub y podrás modificarlo a tu antojo, sin perder el progreso por culpa de la estructura de capítulos del original.
Square Enix también ha señalado que este este es un guiño a la esencia de Dragon Quest II, el primero en la saga que permitía reclutar a miembros del grupo, lo que hará la construcción menos solitaria y más rápida. Para nuestro gusto tarda demasiado en dar la opción, aproximadamente tras unas 10 horas de juego, pero para entonces conocerás cómo funciona la construcción, las cosechas y la mecánica general al dedillo, además de acumular una buena cantidad de materiales.
Esto da un nuevo enfoque más abierto y libre que en Builders, pues podrás tomar el barco para visitar otras islas principales con algún tipo de temática –huertos, minería, etc.- o de exploración –aleatorias-, volver a tu isla y entretenerte en decorar tu hogar de una manera espectacular. Después de devolver la alegría a cada isla ampliaremos nuestro repertorio de recetas y sumaremos nuevos personajes para nuestra base.
Builders 2 también incluye funciones sociales para ver lo que hace la comunidad. Dispone de un modo fotográfico similar al que encontramos en otros muchos juegos, con ajustes de cámara, desenfoques y filtros de colores, para capturar las mejores instantáneas de nuestras obras maestras. Desde un tablón podrás compartir la fotografía, ver las creaciones de otros jugadores e incluso participar en algunos concursos fotográficos. Durante las pantallas de carga veremos las genialidades de la comunidad, así que no dudes en subir las instantáneas.
Existen muchos otros cambios pequeños que hacen más cómoda la exploración y minería de materiales. Por ejemplo nuestro acompañante lucha contra criaturas cercanas si nosotros hemos derrotado a un enemigo, y si recolectas algún material él también lo hará –siempre que le sea posible-, lo que agiliza mucho la obtención de recursos. La espada y las herramientas –martillo, guantes, etc.- utilizan botones diferentes y no sufren desgaste, el minimapa ayuda a orientarse mejor, hay viaje rápido sin necesidad de utilizar un objeto, puedes planear y bucear, construir vehículos, resolver puzles para obtener monedas que se intercambian por regalos, una flauta nos indica la localización de ítems y hay un mejor comportamiento de los NPC en su vida diaria, la ayuda con las tareas cotidianas e incluso la construcción y defensa frente las oleadas de monstruos. Estos son sólo algunas de las muchas novedades que harán la vida más fácil a quienes se dediquen a explorar cada rincón de los mapas.
Otra opción aparentemente pequeña que merece ser destacada gustará a los fans de Minecraft: la posibilidad de alternar entre primera y tercera persona. La vista subjetiva resulta quizás no resulta muy útil para el combate, pero sí para decorar los espacios cerrados, como las habitaciones, donde la cámara clásica tiende a volverse un poco más loca.
Mejora gráfica, aunque pequeña
Sin las limitaciones de la pasada generación, los mapas de Builders 2 ganan en escala, detalles y una mejor iluminación, aunque a simple vista no es un salto enorme porque el estilo visual sigue apostando por unos paisajes en forma de bloques. Estas mejoras también se pueden ver en los personajes y criaturas, que siguen recordando en todo momento a los monstruos clásicos de Dragon Quest y los diseños de Akira Toriyama, autor de Dragon Ball. En PlayStation 4 el juego funciona a 60 imágenes por segundo, mientras que en la versión de Switch sufre algún recorte en cuanto a rendimiento -30 fps-, aparición súbita de elementos visibles y otros detalles ajustados a la consola.
Koichi Sugiyama, compositor de la saga, vuelve a participar con su magia habitual en un Builders con melodías características de Dragon Quest. La verdad es que fuera de su música sí nos habría gustado que contase con voces en los diálogos, al menos para la trama central, porque a veces el aspecto sonoro queda un poco desaprovechado.
Conclusiones
Dragon Quest Builders 2 se desmarca de los grandes referentes de la construcción y supervivencia 3D y 2D -Minecraft y Terraria- gracias a sus elementos roleros y de historia, lo que sin duda para muchos es un punto decisivo para situarlo por encima de la competencia. Todavía hay margen de mejora y nos habría gustado por ejemplo que se hiciesen unos combates más interesantes, pero es evidente que en ningún momento se intenta darle más peso del necesario.
Respecto al primer Builders tenemos un juego más cómodo de jugar a medio y largo plazo, con detalles tan nimios como la vista en primera persona o la eliminación del desarrollo por episodios que sin duda eran muy demandados. Square Enix y Omega Force han escuchado a los fans y se pule la experiencia, se pueden construir edificaciones más complejas y se añaden funciones multijugador. En definitiva, es todo lo que se podría pedir de una secuela: construye sobre los cimientos del original y lo mejora, convirtiéndose en un divertidísimo spin-off que puede gustar incluso a aquellos que reniegan de Minecraft.
Hemos realizado este análisis en PS4 con un código de descarga que nos ha proporcionado Koch Media. También lo hemos probado en Nintendo Switch con un código proporcionado por Nintendo.