Análisis de Disc Jam (PS4, Switch, PC)
No deja de ser curioso que Disc Jam llegue precisamente con el retorno de Windjammers confirmado –un clásico de Neo Geo que es la clara inspiración para High Horse Entertainment-. Ambos comparten esta especie de deporte, el lanzamiento de discos en una combinación de hockey de aire, tenis, vóley-playa y un juego visto en las películas de Tron.
Aunque se ha querido ver en él una especie de efecto Rocket League, es muy probable que el éxito de Disc Jam quede lejos del fenómeno logrado por Psyonix –una de las grandes sorpresas de los últimos años-. Hay que decir que en la parte jugable sí da la talla, y basta probar unas cuantas partidas para darse cuenta de lo adictivo que es, pero también de sus importantes limitaciones en cuanto a contenido.
El objetivo es bastante sencillo: hacer que el disco caiga en el campo contrario o que llegue hasta el fondo de la pantalla. El equipo que primero alcanza o supera una puntuación de 50 gana una ronda, y la victoria final la consigue el equipo que consigue dos de tres rondas. Unas reglas generales más sencillas que el tenis y unos partidos de duración breve, que no pasan de cinco minutos.
El sistema de puntuación es el aspecto más curioso de Disc Jam. Colar un disco al rival no siempre se recompensa por la misma cifra, ya que cada devolución de disco va aumentando este número, lo que significa que dos –o cuatro- jugadores con un nivel similar que no fallan en su defensa va acumulando puntos y la tensión por no cometer un error que decante completamente la ronda, y en cierta manera hace que nunca se pueda bajar la guardia: un disco con mucho valor da la vuelta a cualquier partida que dabas por ganada –o perdida-.
Disc Jam incluye un tutorial que repasa las diferentes técnicas de lanzamiento, la auténtica salsa de su jugabilidad. Si únicamente esperas a devolver el disco buscando los huecos serás muy predecible y no llegarás lejos en la competición online. Hay de todo un poco: tiros dirigidos que realizan parábolas, rebotes imposibles contra el muro que delimita la cancha, dejadas o bloqueos frente a la red -criminales contra jugadores en una posición muy retrasada-.
A cambio, el sistema premia diversas acciones, entre ellas calcular bien la caída del disco para dar un ataque "cargado" muy demoledor. El tutorial presenta una serie de ejercicios o minijuegos que muestran cómo colocar el disco o realizar un extraño vuelo en forma de S capaz de romper caderas y sorprender a los oponentes. Dominar estas técnicas es clave para jugar mejor y hacer de Disc Jam algo más que un Pong tridimensional.
Un deporte divertido con la habitual definición "sencillo de aprender y difícil de dominar" que a dobles se convierte en uno de los multijugadores más entretenidos de lo que va de año. Entonces, ¿qué falla para no ser un clásico instantáneo? En primer lugar, hay que destacar que es un proyecto realizado por un equipo de dos personas, y no hay que quitar mérito a lo conseguido. Pero también da la sensación de lanzarse en una fase de Acceso anticipado, con la base ya definida, pero nada –o muy poco- que hacer fuera de esto.
Por ejemplo, se puede entender que prescinda totalmente de modos para un jugador si exceptuamos el tutorial, pero también está muy limitado en cuanto a opciones para multijugador. Si decides saltar a la competición online nuestra única elección es un duelo uno contra uno o por parejas. ¿Puedes crear salas privadas? Sí, pero salvo configurar la distribución de equipos o espectadores ni siquiera hay ajustes que se echan mucho de menos, como subir la cantidad de puntos por ronda o el número de rondas, añadir un tiempo límite o variantes de otro tipo. Las reglas son inamovibles.
También extraña la ausencia de una progresión más relevante, ya que no hay sistema de niveles o partidas de ránking para una clasificación mundial –ni siquiera estadísticas de tus logros-. Sí hay una ligera edición de personajes –cuatro, bastante genéricos aunque de características un poco diferentes- que se reduce a cambios de color en la ropa, animaciones de victoria, emblema o disco personalizado.
Lo extraño –y un poco molesto- del asunto es que el desbloqueo de estos elementos se realiza de manera completamente aleatoria. Al jugar se consigue una cantidad de puntos, no experiencia sino una especie de moneda que gastar en una de máquina de bolas con premio. Nunca sabes qué tipo de recompensa recibirás, y tampoco para qué personaje. Puedes gastar un montón de puntos y desbloquear contenido de jugadores que no te gustan por aspecto o control. A todas luces absurdo.
Igualmente parece un desliz que se estrene con una única pista. Dejando a un margen que es tan anodina como el propio estilo de personajes y el menú –alarmante falta de personalidad-, después de cinco, diez o cincuenta partidos desearás que el estudio hubiera incluido escenarios más originales y frescos que la sala con marcadores electrónicos. High Horse Entertainment promete solucionar algunas de estas carencias próximamente –mención concreta a las partidas de ránking-, así que puede que en un año hablemos de un juego completamente renovado y mucho más potente.
Conclusiones
Está disponible sin coste adicional para suscritos a PlayStation Plus durante marzo de 2017 y en Steam su precio es de 15 euros. Sin buscas un juego de estas características –exclusivamente multijugador, arcade y para partidas rápidas- sin duda os recomendamos darle una oportunidad.
Sin embargo, es una lástima que Disc Jam se ponga a la venta antes de tiempo porque apunta muy buenas maneras. Se puede convertir en uno de los títulos estrella para jugar con amigos, online o en local –soporta pantalla partida- y en un imprescindible con un apoyo continuado de contenido gratuito que amplíe modos, escenarios o un progreso que premie nuestro esfuerzo. Pero por el momento hablamos de lo que hay: un producto que apenas está dando sus primeros pasos.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con una suscripción a PlayStation Plus.