Análisis Devil May Cry 5, el regreso triunfal de los cazademonios (PS4, PC, Xbox One)
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Nadie puede negar que Capcom está haciendo un trabajo espectacular en esta generación de consolas. La icónica y veterana compañía japonesa ha conseguido devolver a lo más alto a sagas tan importantes como Resident Evil y Monster Hunter, sin olvidarse de mimar y cuidar por el camino algunas de sus licencias más queridas, como Mega Man.
Videoanálisis
Se nota que están escuchando a los fans y que están poniendo toda la carne en el asador para ofrecernos auténticos juegazos que hagan justicia a su inolvidable legado. Por ello, no podíamos tener más ganas de echarle el guante a Devil May Cry 5, la quinta entrega numerada de una de las series de hack and slash más carismáticas e influyentes de la historia. Y sí, ya podemos confirmaros que Dante ha regresado por la puerta grande para deleitarnos con lo que mejor sabe hacer: destrozar cientos de demonios con muchísimo estilo en un juego espectacular como él solo y divertido hasta decir basta.
¡Bang, bang, bang!
Como bien indica el cinco de su nombre, esta vez estamos ante una secuela directa de la saga principal que nada tiene que ver con DmC, el spin-off que realizó Ninja Theory en 2013. Por lo tanto, volveremos a disfrutar de los personajes clásicos de siempre, como Dante, Nero, Trish o Lady, algo que se llevaba años demandando. No en vano, ha pasado más de una década desde la última vez que tuvimos la oportunidad de vivir una nueva aventura junto a ellos, así que no podemos alegrarnos más de que la serie regrese a sus orígenes para conmemorar la ocasión.
Su historia tiene lugar un tiempo después de los hechos de Devil May Cry 4 y nos llevará a detener una gran invasión demoniaca que está teniendo lugar en la Tierra, cuyo origen parece residir en un gigantesco árbol infernal que se alimenta de sangre humana. Sin entrar en más detalles para evitar spoilers, comentar que el guion es bastante flojo, predecible y no duda en caer en el fan service fácil a cada oportunidad que se le presenta, aunque las secuencias de vídeo están tan genialmente llevadas y sus protagonistas tienen un carisma tan arrebatador que consigue hacerse entretenido. A fin de cuentas, esto es un hack and slash y aquí lo que realmente importa es trocear todo lo que se nos ponga por delante poniendo en práctica combos y movimientos imposibles, algo que esta quinta entrega hace maravillosamente bien.
Así pues, volvemos a estar ante un juego de acción que nos llevará a librar infinidad de combates a lo largo de una serie de niveles muy lineales en los que lo único que realmente importa es repartir leña, manteniendo una estructura muy similar a lo visto en la cuarta parte. Evidentemente, hay un buen puñado de secretos para encontrar en ellos, como misiones extras o gemas para aumentar nuestra vitalidad máxima de forma permanente, pero la exploración está muy limitada y el camino a seguir siempre está muy marcado, por lo que resulta prácticamente imposible perderse.
Los niveles están bien diseñados y nos plantean batallas muy interesantes que saben darnos justos lo que necesitamos para divertirnos en todo momento, aunque hemos echado en falta una mayor variedad de entornos, ya que estos tienden a repetirse demasiado y no siempre están igual de inspirados. Además, en el último cuarto de la aventura experimentan un notorio bajón, algo que nos compensan ofreciéndonos, a cambio, los mejores jefes de todo el juego.
Cazademonios profesionales y con mucho estilo
Una de sus características más llamativas la tenemos en el hecho de que la campaña nos llevará a controlar a tres personajes completamente diferentes, cada uno con sus propios estilos de combate y habilidades únicas. De este modo, nos pondremos nuevamente a los mandos de Dante y Nero, así como del misterioso V, algo que no es opcional, pues manejaremos a uno u otro según dicte la historia.
A nivel jugable estamos ante un título prácticamente impecable y que nos ofrece una ingente cantidad de posibilidades y herramientas para que podamos crear combos hasta sin proponérnoslo, ya que nos permite enlazar casi todos nuestros movimientos y ataques de multitud de formas diferentes. Tanto es así, que a efectos prácticos podríamos decir que los límites solo lo ponen nuestra creatividad y habilidad, lo que habla muy bien del excelente trabajo que se ha realizado.
El mérito es doble cuando nos damos cuenta de lo accesible que resulta incluso a pesar de usar todos y cada uno de los botones del mando. Cualquier técnica de nuestra lista de movimientos se realiza con comandos muy sencillos, y enlazar una tras otra para crear combos es algo tan orgánico y natural que para cuando nos queramos dar cuenta ya estaremos haciendo todo tipo de virguerías. Por supuesto, huelga decir que esta es solo la punta del iceberg, ya que dominar a los tres personajes en su totalidad es algo que nos puede llevar muchísimas horas de juego.
Respecto a las características de cada uno de sus protagonistas, decir que Nero ha sufrido un rediseño que hace de él un héroe mucho más disfrutable y satisfactorio que antes. Si bien sigue haciendo uso de su espada y pistola para combatir, ahora también suma una serie de brazos protésicos con multitud de efectos diferentes. Dependiendo del que tengamos equipado, podremos hacer cosas como impulsarnos, parar el tiempo en una zona determinada, lanzar cañonazos o incluso "surfear" sobre él mientras machacamos a nuestros rivales.
Hay muchísimos brazos distintos y todos ellos cuentan con un movimiento normal y otro cargado, así que podéis haceros una buena idea de la cantidad de posibilidades distintas que nos ofrecen a la hora de combinarlos con nuestros ataques habituales. Eso sí, sus usos son limitados y si nos golpean al utilizarlos los perderemos, algo que también ocurre tras lanzar su movimiento de carga, por lo que no podremos abusar de ellos y nos tocará gestionarlos con cabeza.
Se trata de una mecánica que en líneas generales nos ha gustado, pero no nos ha convencido demasiado el hecho de que nos impidan seleccionar el brazo que queremos usar en cada momento, obligándonos a destruir el que llevemos en ese momento para pasar al siguiente de la lista, así hasta llegar al deseado. Esto se traduce en una dinámica un tanto extraña que nos lleva a desperdiciar algunos de ellos o a combatir con herramientas que no son las ideales con tal de no perderlos, algo que nos limita y va un poco en contra de esa filosofía que impregna todo el juego de darnos total libertad para laminar demonios a nuestro gusto.
Otro detalle muy importante es que no tendremos todas las habilidades de Nero hasta la segunda vuelta, momento en el que pasa a convertirse en un personaje mucho más interesante y divertido, y con el que podremos llegar al máximo rango de puntos de estilo (SSS) con mayor facilidad. No podemos hablar más sobre esto sin caer en destripes, así que solo os diremos que merece mucho la pena que le deis una segunda oportunidad tras ver los títulos de crédito por primera vez.
Si bien este joven cazademonios busca combinar el estilo clásico de la saga con novedades que aporten frescura a la fórmula, V nos plantea algo completamente diferente y muy atípico, dejándonos con uno de los personajes más originales que hemos probado nunca en un hack and slash.
A diferencia del resto, él no pelea de forma directa y solo puede dañar a sus enemigos invocando a sus dos mascotas: Shadow y Griffon, una pantera y un pájaro respectivamente, estando la primera especializada en el combate cuerpo a cuerpo y el segundo en los ataques a distancia. Lo interesante es que ellos no pueden rematar a las criaturas del inframundo que saldrán a nuestro paso, algo que tendremos que hacer con el propio V cuando la vitalidad de los enemigos caiga a un cierto nivel y nos indiquen que son susceptibles de ser eliminados.
Además, si conseguimos rellenar nuestro medidor de Devil Trigger podremos invocar temporalmente a Nightmare, un poderosísimo golem capaz de arrasar todo lo que haya en pantalla en un abrir y cerrar de ojos. Como veis, en esencia es como controlar a tres personajes a la vez, ofreciéndonos un estilo de combate muy único y llamativo que no será necesariamente del agrado de todo el mundo, pero que aporta algo diferente y muy satisfactorio una vez se le pilla el punto adecuado.
Por desgracia, también es el ¿héroe? más limitado en cuanto a posibilidades y movimientos, y al final nos daremos cuenta de que aporreando botones sin mucha cabeza conseguiremos maximizar nuestro rango de puntos de estilo con suma facilidad, por lo que difícilmente se convertirá en vuestro favorito.
Para el final hemos dejado a Dante, quien es sin duda uno de los mejores personajes que hemos tenido el gusto de controlar en videojuego alguno. Tal y como era de esperar, es el más clásico de todos y con él se recupera la jugabilidad tradicional de la serie, bebiendo directamente de lo visto en Devil May Cry 3 y 4. De esta manera, volveremos a disfrutar de sus cuatro estilos de combate y de sus numerosas armas, tanto cuerpo a cuerpo como a distancia, pudiendo intercambiarlas con tan solo pulsar un botón (nos dejan equiparnos con hasta cuatro de cada tipo).
Sumadle que su lista de movimientos se ha ampliado considerablemente y que algunas de las herramientas de su arsenal cuentan como varias armas en una, y os podréis hacer una idea de la auténtica locura ante la que nos encontramos, con infinidad de posibles combinaciones que pueden cambiarse al vuelo para crear algunos de los combos más espectaculares y técnicos que hayáis visto nunca.
Nero y V son muy divertidos de llevar y nos lo pasaremos genial jugando con ellos, pero Dante simplemente juega en otra liga, en una abrumadoramente superior y reservada solo para incunables del género como Bayonetta.
La idea de tener tres personajes bien diferenciados y con sus propios estilos no podemos decir que nos desagrade, pero la forma en la que se ha llevado a la práctica no nos ha terminado de cuajar, ya que la campaña se siente demasiado fragmentada al limitar el número de niveles que podemos jugar con cada uno.
Son tantísimas las posibilidades que tienen nuestros protagonistas que sus fases resultan insuficientes. Puede ser muy frustrante querer jugar con Dante y vernos limitados a las mismas pocas misiones que protagoniza o tener que volvernos a pasar diez pantallas en cada nueva dificultad que desbloqueamos antes de que nos permitan seguir disfrutando de él, lo que nos lleva a pensar que tres campañas separadas o la posibilidad de seleccionar el personaje con el que queremos jugar habrían dado mejores resultados.
Lo que sí que nos ha gustado mucho es el desarrollo de la aventura y la progresión de nuestros héroes. No hay nivel en el que no nos presenten nuevos enemigos o nos den nuevas armas y mecánicas de juego, por lo que siempre es capaz de sorprendernos y de mantener las cosas frescas para que nunca nos aburramos de combatir. Además, también ampliaremos nuestro repertorio de técnicas comprando nuevos movimientos con las gemas rojas que recojamos, así que la sensación de progreso es constante.
Una aventura breve, pero muy rejugable
En total, superar por primera vez la aventura principal nos llevará entre ocho y diez horas, aunque claro, se trata de un juego enormemente rejugable que nos animará a completarlo una vez tras otra en las dificultades adicionales que vayamos desbloqueando. Y si encima pretendemos sacar el rango S en todas las misiones, podéis dar por hecho que tenéis diversión asegurada para semanas.
De hecho, la auténtica diversión comienza a partir de la segunda vuelta en la dificultad Hijo de Sparda, cuando ya dominamos el sistema de combate y contamos con todas las mecánicas principales desbloqueadas, permitiéndonos disfrutar plenamente de su fantástica jugabilidad en batallas con combinaciones de enemigos muy diferentes e interesantes.
Lo mejor que podemos decir de esta entrega es que al terminarla nos quedamos con unas ganas locas de seguir jugando y desbloqueando cosas, síntoma inequívoco de que nos encontramos ante un gran hack and slash. Sin duda, cuanto más juegas, más te engancha.
El poder del RE Engine
Tampoco podemos ponerle ni una sola pega a su apartado gráfico, simplemente de lo más bruto que hemos visto en esta generación. Capcom ya le ha pillado el punto a su RE Engine y aquí nos muestra su mejor cara, con unos modelados de personajes detalladísimos y unas expresiones faciales que no pararán de dejarnos con la boca abierta a cada paso que demos, por no mencionar sus impresionantes animaciones, de una complejidad y fluidez sin igual.
Ya sea en cinemáticas (realizadas con el motor del juego) o durante nuestras andanzas jugables, el título siempre nos ofrece un espectáculo en pantalla al que resulta imposible resistirse. A destacar también su sistema de iluminación y sus efectos gráficos, principales culpables de convertir ciertas batallas en algo solo comparable a las mejores películas de acción.
Los escenarios tampoco están nada mal, aunque hemos echado en falta una mayor variedad visual en ellos, especialmente en la segunda mitad, y el rediseño que ha sufrido cierto personaje no nos ha terminado de convencer, pero son pequeños detalles que no empañan un trabajo visual impecable, sobre todo tratándose de un título que se mueve a 60 imágenes por segundo.
Finalmente, el sonido nos regala una banda sonora brillante y de una calidad altísima capaz de alternar sin problema alguno temas de corte épico y orquestal con otros mucho más cañeros y roqueros. Además, no solo es variada y extensa, sino que también se comporta de forma dinámica durante las partidas, incrementando su intensidad a medida que ampliamos nuestros combos y aumentamos nuestro rango durante las batallas, lo que suele conllevar un subidón que nos animará a seguir jugando igual de bien o mejor.
Los efectos también son de primer nivel: claros, contundentes, muy reconocibles e incluso satisfactorios. El doblaje, por su parte, nos permite seleccionar entre el inglés y el japonés, ambos con voces muy bien escogidas y unas interpretaciones realmente convincentes. Por supuesto, todos los textos están debidamente traducidos al español.
Conclusiones
Devil May Cry 5 supone el regreso por la puerta grande de una de las sagas más importantes y carismáticas de Capcom. Se trata de un título que nos da justo lo que promete: un sistema de combate repleto de posibilidades, una gran rejugabilidad y muchísimos demonios a los que laminar y agujerear sin piedad mientras nos lo pasamos en grande creando todo tipo de espectaculares combos y nos recreamos con su apabullante apartado audiovisual. Quizá no sea tan redondo como su tercera entrega, pero eso no quita que siga siendo uno de los mejores hack and slash de los últimos años y una compra imprescindible para cualquier amante de los buenos juegos de acción. No os lo perdáis.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 Pro con un código de descarga que nos ha proporcionado Koch Media.