Análisis de Saw II: Flesh & Blood (PS3, Xbox 360)
Jamás habíamos visto una adaptación tan real: Jugar a Saw II es una auténtica tortura.
Alberto González ·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
GRÁFICOS
5.5
SONIDO
6.5
NOTA
4
DIVERSIÓN
4
JUGABILIDAD
4
Análisis de versiones PS3 y Xbox 360.
A día de hoy, es bastante común ver como las grandes películas y las sagas o franquicias más reconocidas del séptimo arte, hacen irrupción en el mercado de los videojuegos. Los estudios de Hollywood han empezado a ser conscientes del potencial de las videoconsolas y compatibles, y quieren surtirlas con adaptaciones de sus últimos éxitos cinematográficos. Si tienes una producción grande entre manos, lo normal es que antes incluso del mismo rodaje de la misma, o a la vez, se programa la adaptación de la futura película a un estudio de desarrollo cuanto antes.
Las influencias entre unos y otros son cada vez más grandes, llegándose a nutrir ambas disciplinas en muchos casos. Es decir, en más de una ocasión ciertas películas se han visto "obligadas" a concebir licencias al videojuego, y viceversa. La fusión de las dos disciplinas artísticas están obligadas a entenderse con el paso de los tiempos, sobre todo si tenemos en cuenta que la industria del videojuego ya genera y obtiene más beneficios que la del cine. Pero estamos hablando de la teoría. Aunque puede sonar genial el obtener una adaptación de una película en tu consola (¿quién no quiere jugar a aquello que acaba de ver en la gran pantalla?), la práctica está muy lejos del concepto que muchos tenemos en la cabeza. Los resultados finales están muy lejos de lo que deberían ser.
Son dos mundos distintos, y desde la redacción somos conscientes de que trasladar de una forma ortodoxa lo que vemos en la pantalla, es todo un error. Y muchas veces, como ha pasado a lo largo de la larga historia de este romance interdisciplinar, el salirse demasiado de las directrices de la película en la que se basa un título en cuestión, también puede ser un error que repercute en la atención del usuario a la hora de ponerse con el mando delante del juego de su película preferida. Hay algo que no funciona, algo que no termina de cuadrar. Sin ir más lejos, en Vandal Online estamos seguros que hay cierta regla "no escrita" sobre las adaptaciones cinematográficas en el mundo de los videojuegos: deben ser malos hasta decir basta. Y si nos basásemos en dicho baremo o criterio para puntuar los juegos basados en películas, Saw II sería, prácticamente, perfecto.
Vamos a jugar a un juego
Tened en cuenta que lo de jugar, es un tremendo eufemismo. Saw II: Flesh and Blood es poco menos que una tortura en formato videojuego. Saw II arranca su historia de una forma brillante, lo cual ya bien podría haberse mantenido a lo largo de su corto y lineal desarrollo. Saw II continua la historia vista en el primer título (que salió al mercado hace justamente un año). Jigsaw seguirá martirizando a la familia de la primera entrega, y si en el anterior capítulo jugábamos con el detective Tapp, ahora lo haremos con su hijo. El argumento de Saw II: Flesh and Blood es interesante, aunque su forma de contarlo y trasladarlo a la experiencia del jugador, adolece ciertos fallos y errores que acaban lastrando por completo lo que podría haber sido el apartado más completo del título (junto a su excelente ambientación, de la que hablaremos más adelante).
Saw II: Flesh and Blood continua de forma muy conservadora los "logros" narrativos de la primera entrega, siendo absolutamente indispensable al menos, conocer gran parte de los entramados y sucesos del anterior juego. Las referencias, guiños y comentarios a los hechos del primer Saw en videoconsolas, serán una constante. Realmente no hay nada que achacarle en dicho aspecto, pues es algo que también vemos en la interminable y rutilante saga de películas en la pantalla grande. Si te saltas una entrega o se te olvida, lo pagas.
De hecho creemos que es una de las mejores adaptaciones de películas en dicho aspecto. Son las formas a la hora de contarlo todo, en lo que Saw II: Flesh and Blood hace aguas por todos lados. Una historia interesante se acaba convirtiendo en una sucesión de clichés excesivamente parecidos los unos a los otros, repitiéndose constantemente en un juego que por si fuera poco, no goza de una duración destacable. En líneas generales, podríamos decir que el jugador se verá poco motivado por el trasfondo argumental del juego, y acabará viendo los vídeos y diálogos (en perfecto inglés, pero con subtítulos), como pequeños "respiros" en el infierno jugable del juego.
Trasladar Saw al videojuego era una buena idea, sobre todo si se hace coincidir con Halloween y su parafernalia. Si a eso le sumamos que la sexta entrega (inédita en nuestro país por temas de censura) se estrena en cines, y que la próxima pieza del puzle cinematográfico lo hará en breve y en tres dimensiones, hay que reconocer que el movimiento lo tiene todo para triunfar. Jugablemente, Saw II nos ofrece situaciones extremadamente limitadas, ya que su núcleo jugable se basa en la reiteración de conceptos, pulsaciones y puzles de poca o nula originalidad.
Saw II, como hemos dicho antes, arranca de una forma excelente. El primer contacto con Saw II: Flesh and Blood es una auténtica terapia de shock. Aun siendo sabedores de lo que nos podemos llegar a encontrar en juego de sus características, el comienzo del título es realmente prometedor. Nada más empezar, nos veremos envueltos y atrapados en una de las trampas o juegos más recordados de la saga: la trampa armada con pinchos que nos rodea el cuello y se activa si no buscamos la llave dentro de nuestra cabeza. Para salir de esta, nos veremos obligados a pulsar una secuencia de botones en un tiempo determinado, siendo este el recurso más utilizado a posteriori en lo que vayamos encontrando en nuestro periplo.
Así pues, en un primer plano bastante interesante, el jugador tendrá que usar el bisturí para extraerse la llave de la cara. Jugablemente, Saw II recibe la pobre herencia del primer episodio de la historia, que a saber, se basaba en puzles y más puzles. Iremos avanzando a duras penas por el juego de Jigsaw, sorteando diversas pruebas, y resolviendo algún que otro puzle. Sin exploración alguna. Sin posibilidad de hacer otra cosa. Avanzar, y avanzar. La mayoría de las veces, el método del "ensayo y error" será el único aceptable dado el diseño limitado de los puzles.
Por si fuera poco, en la aventura (o tortura) nos encontraremos con diversos enemigos, a los que tendremos que hacer frente con uno de los sistemas de lucha y combate más absurdos y arcaicos de la historia reciente de los videojuegos. Todas las luchas y combates, todas, se resuelven mediante un sistema de pulsación de botones (los conocidos Quick Time Events). Si en el primer juego de Saw muchas críticas se centraron en la forma de combatir del personaje y su lenta respuesta en consecuencia a las acciones del jugador, Zombie Studios ha decidido cortar por lo sano y se ha centrado con esfuerzo y esmero, en estropear más aún el sistema de combate.
Y lo han conseguido. No sabemos la razón de semejante cambio, pues siendo honestos, el primer modo de combate que idearon estaba bien, simplemente necesitaba una puesta al día. Obviamente no queremos un surtido enorme de golpes, pero sí que el personaje respondiera adecuadamente a las pulsaciones del jugador. Saw II tira por tierra todo lo conseguido (que era bastante poco), y lo intenta solucionar con otro cambio jugable que acaba lastrando la poca jugabilidad que podía atesorar. Así pues, si tenemos un estilo jugable prehistórico y limitado, unas situaciones de tortura repetitivas (pese a que son variadas y distintas) y un avance lineal y estanco, tenemos una combinación realmente horrorosa. Una auténtica tortura para el jugador.
Un cuidado apartado artístico, pero un mal apartado gráfico
Saw II es una decepción tras otra. SI tenemos un apartado jugable pobre y un desarrollo aburrido y tosco, lo único que nos queda es la ambientación y el apartado técnico. Y en eso, Saw II: Flesh and Blood ofrece una de cal y otra de arena. Artísticamente, en términos globales, la segunda entrega de Saw en los videojuegos es poco menos que excelente.
Traslada de una forma realista, casi fotográfica, los entornos y situaciones de la atmósfera de la consolidada saga cinematográfica. Almacenes abandonados, estancias sucias y llenas de óxido, salas llenas de televisores con imágenes estáticas, habitaciones oscuras y manchadas de sangre… Todo lo que significa la atmósfera y mitología de Saw está representada con gran atino. La paleta de colores usada, así como el eficiente aunque limitado motor de iluminación, son otro de los pocos triunfos del juego, casi diríamos que los únicos.
Gráficamente, aunque fiel en los escenarios, materiales y ambientes, Saw II es un juego bastante flojo, pese al uso del potente Unreal Engine 3. Quizás por eso (recordemos que es un motor muy bueno, pero que es capaz de dar malos resultados si no se sabe trabajar con el), el juego luce bien, pero no termina de cuajar. Los modelados de los personajes, pese a que parecen decentes en las distancias largas, cuando los vemos andar, combatir o moverse por los escenarios, la estampa es poco menos que dantesca. No hay interacción con el excelente escenario, y acaban convirtiéndose en meras "marionetas" de poca o ninguna calidad, en un trasfondo de lujo. En resumidas cuentas, Saw II no es consistente en su plano técnico. Si bien la música (excelente, de eso no hay duda) y la atmósfera hacen gran parte del trabajo, los modelados y las animaciones de los personajes dejan mucho que desear, y hacen que el título acabe siendo más mediocre de lo que podría haber sido.
Conclusiones finales
En las fechas en las que nos encontramos, rodeados de los grandes pesos pesados de los videojuegos dispuestos a destrozar el mercado con sus títulos, la aparición de la segunda parte de Saw es un suicidio. Podría haber sido un juego decente (seamos honestos, no creemos que se pueda sacar chicha de una saga tan limitada en su planteamiento), pero acaba siendo incluso peor que su primera parte por la falta de trabajo y atino a la hora de subsanar los fallos vistos en la anterior entrega. Saw II: Flesh and Blood tiene un sistema jugable repetitivo, arcaico y aburrido, un apartado técnico flojo (pero trabajado en cuanto a atmósfera) y una duración extremadamente efímera. Una lástima, con todas las letras. Como decíamos al principio del análisis, quizás sea la mejor y más fiel adaptación de la historia de las películas hechas videojuego, pues jugar a Saw II: Flesh and Blood, es una auténtica e insoportable tortura.
Redactor
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