Análisis de Los Simpsons: El Videojuego (PS3, Wii)
Éste ha sido un gran año para Homer y su prole, protagonistas de la serie de animación más importante de todos los tiempos. No solo han protagonizado su primer largometraje de animación para la gran pantalla, sino que vuelven, por la puerta grande, a los videojuegos, donde ya habían dejado un buen sabor de boca con sus últimos títulos, como el exitoso The Simpsons: Hit & Run. Este Los Simpsons: El Videojuego abandona el concepto del anterior juego de Radical y puede definirse como una especie de adaptación a las tres dimensiones de la idea de aquellos juegos de Los Simpsons para recreativa. Con la misión de ir superando diferentes niveles ambientados en Springfield, avanzaremos con dos personajes –controlaremos a uno, y la máquina a otro- acabando con los enemigos y solucionando diverso puzles.
A nivel jugable, como comentábamos en la entradilla del análisis, Los Simpsons no es ni mucho menos la panacea.
Está bien como juego de acción y plataformas, y cuenta con unos puzles bastante bien hechos, pero lo que realmente convierte a Los Simpsons en algo especial es la forma de sintetizar en un videojuego el espíritu de la serie de televisión, mezclando comentarios de los personajes en medio de las misiones, secuencias de animación y, sobre todo, contando con un excelente e irreverente guión que parodia al resto de los videojuegos; del mismo modo que Los Simpsons han parodiado a los grandes popes de la televisión, su juego ha hecho lo mismo con la industria del videojuego, incluyendo naturalmente a Electronic Arts, su editora.
Por eso Los Simpsons es un juego bastante peculiar. Por una parte jugablemente es muy estándar, muy de acción y saltos básicos, con algo de resolución de puzles; pero la forma de combinarlo con una serie de televisión que prácticamente todo el mundo adora, y de utilizar el largo bagaje de ésta para realizar todo tipo de referencias a episodios de culto y situaciones graciosas que todos recordamos, y al mismo tiempo adaptar ese espíritu crítico y paródico de la saga al mundo del videojuego, hace de Los Simpsons un juego muy divertido, que los fans de la serie adorarán no porque sea la quintaesencia jugable sino porque más que un producto derivado parece realmente un episodio de la serie, o varios, pero que se pueden jugar.
En Los Simpsons controlaremos a la célebre familia, aunque solamente a dos personajes por cada misión. Cada personaje tiene sus propias habilidades, y de hecho las misiones aprovecharán esta complementación para plantearnos puzles que tendremos que resolver coordinando a los personajes. Cuando estemos controlando a uno, el otro será controlado por la inteligencia artificial del juego, que combatirá a los enemigos y nos seguirá a todas partes, a no ser que lo dejemos en un punto necesario para hacer una "coordinación de acciones". Muy importante, mientras un personaje esté controlado por la máquina no recogerá ítems, ya sea mejoras temporales, o "coleccionables", como chapas de Duff o maletines de Krusty en el caso de Homer y Bart respectivamente. En cualquier momento un jugador puede entrar en el juego, y controlar al otro personaje.
Todos los personajes pueden pelear y tienen un movimiento especial básico. Bart puede disparar con su tirachinas –algo muy usado para activar interruptores-, Homer puede eructar, Lisa usar su saxofón, y Marge, el personaje menos usado, convocar a las masas y ordenarles hacer cosas. Éste es solo el repertorio inicial, pues pronto nuestros Simpsons adquirirán nuevos movimientos. Bart pronto se convertirá en Bartman y recibirá nuevos poderes, como planear con su capa, beneficiarse de corrientes de aire caliente para flotar, escalar por paredes o usar su gancho. El poder de Homer es más gracioso; puede convertirse en una superbola y rodar a toda velocidad por el escenario, realizando cargas y aplastando a los enemigos.
También puede inhalar helio y flotar. El poder de Lisa es, aparte de aturdir a los enemigos con su saxofón y lograr que se peleen entre ellos, usar la telekinesis en ciertos puntos de meditación para interactuar con el escenario. Este poder se usará para resolver puzles, pasando el juego a tener una perspectiva desde arriba, y pudiendo mover objetos y golpear a los enemigos. Finalmente, Marge y su megáfono pueden hacer que las masas enfurecidas hagan lo que queramos, y además puede usar a Maggie y meterla por conductos, en secuencias que recuerdan muy vagamente a Metal Gear Solid.
Combinando las diferentes habilidades nos encontraremos con niveles ambientados en diferentes partes de Springfield e inspirados en situaciones del videojuego. El más célebre, por las protestas y la polémica, es el de Grand Theft Rasca, en el que Marge tiene que mover al pueblo para impedir que el alcalde Quimby "venda" la ciudad para promocionar un videojuego violento que convierte a Ralph Wiggum, Martin y compañía en ladrones de coches y asesinos. Finalmente se ha mantenido en el juego aunque se ha cambiado el nombre. Otros niveles están protagonizados por otros personajes de Springfield, inspirados en situaciones de la serie (el Muñeco del Donut se vuelve loco, los delfines quieren conquistar el mundo, etc…) e incluso hay uno en el que nos metemos en el mundo alternativo del videojuego y tenemos que vencer a un Donkey Kong que tiene secuestrado al profesor Frink, mientras acabamos con docenas de jugadores de fútbol americano y clones de Ryu, y vemos cómo Mario, Sonic y compañía hacen trabajos forzados.
Aunque la ambientación es diferente en cada nivel, hay dos elementos muy abundantes: el primero, combate contra enemigos, contra cientos y cientos de enemigos de diverso pelaje pero que a grandes rasgos se acaba con ellos igual. La sobrecarga de enemigos puede resultar incluso agobiante. El segundo elemento son las plataformas, habrá que saltar, escalar y planear -en el caso de Bart-, con el riesgo de caernos al vacío en muchas ocasiones, o tener que empezar de nuevo en otras, algo bastante frustrante. Lo bueno de caerse al vacío es que no morimos, sino que solo nos quita vida, y además la vida se va regenerando poco a poco; si nuestros dos personajes mueren, Nelson se reirá de nosotros y tendremos que comenzar el nivel desde el punto más reciente.
Aparte de estos dos elementos, que según la situación pueden llegar a hacerse algo frustrantes, los puzles están muy bien integrados en el desarrollo del juego y algunos de ellos son especialmente originales y están muy conseguidos. Algunos niveles pueden llegar a resultar algo tediosos por su dificultad, o por su nivel de exigencia, y será muy difícil lograr superarlos en el tiempo objetivo que da acceso a las bonificaciones. Tras una serie de niveles lineales, el juego progresa y acaba dejándonos elegir entre varios, con el requisito de completarlos todos antes de pasar al siguiente bloque de niveles.
El juego cuenta con numerosos detalles graciosos y guiños a los de la serie. El más habitual son los clichés, situaciones comunes del mundo del videojuego que el gordo de la tienda de comics nos señalará indicándonos lo obvio y mediocre que resulta el diseño de este juego, como que un jefe final tenga un punto débil, no poder nadar o romper una caja para conseguir avanzar. El descubrimiento de estos clichés se irá acumulando y nos dará acceso a extras. Además, mientras jugamos habrá cantidad de diálogos graciosos, a veces dependientes del contexto, y todos los personajes, desde los secundarios que nos crucemos por la calle hasta cualquier enemigo, tiene algunas líneas de diálogo generalmente muy graciosas; además de, claro está, la familia Simpson.
A nivel gráfico Los Simpsons tiene un estilo igualito que el de la serie de televisión, usando Cell Shading para representar a Homer, Bart y compañía, y a los diferentes enemigos y personajes que pueblan Springfield. Todos los personajes están muy bien adaptado, si bien cuentan –salvo la familia- con animaciones bastante genéricas. Los escenarios están bien realizados aunque a veces se abusa de la "holgura" del efecto Cell Shading para que algunas estructuras tengan muy pocos polígonos. El juego se mueve con fluidez aunque está lejos de las cotas de espectacularidad técnica de la nueva generación; su mayor defecto es sin duda que es muy repetitivo con los enemigos.
En cuanto al sonido, el juego cuenta con todos los temas de la serie de televisión, más algunos que ambientan muy bien cada situación en particular, y con un repertorio de sonidos inmenso y tremendamente acertado. El doblaje al castellano con las voces que doblan la serie de televisión es otro de los grandes aciertos del juego; además de las voces en las secuencias, hay un inmenso repertorio de comentarios de los personajes, tanto principales como secundarios, que hace que parezca que estamos viviendo un episodio de la serie.
Como comentábamos al principio del análisis, el juego de Los Simpsons no es nada revolucionario a nivel jugable pero como juego basado en la emblemática serie de animación es perfecto, y los fans lo adorarán. Traslada toda la esencia del éxito de Matt Groening al videojuego, vertebrándola con una jugabilidad ya vista otras veces pero bastante efectiva, y con ciertos momentos de parodia / homenaje tremendamente graciosos. Si te gustan Los Simpsons, es una compra casi obligada.