Análisis de Batman: Arkham City (PS3, PC, Xbox 360)
El emblemático personaje de DC Comics, Batman, está pasando por una nueva edad de oro en los últimos años gracias al nuevo comienzo que significaron las películas Batman Begins y El Caballero Oscuro. Dirigidas por Christopher Nolan y protagonizadas por Christian Bale, este reinicio de las aventuras de Batman en la gran pantalla ha dejado satisfecho tanto a los cinéfilos como a los aficionados al personaje, un tanto desencantados con las apariciones de Bruce Wayne en la gran pantalla desde que lo bizarro de las películas de Tim Burton dejase paso a los histrionismos de Batman Forever y a lo surrealista de Batman y Robin, tarjeta Visa Batman incluida.
El renacer del personaje en los cines se ha compenetrado -pues, en principio, no tienen que ver- con un gran videojuego lanzado en 2009, Batman: Arkham Asylum, que cogió a todo el mundo por sorpresa.
No solo era un título basado en un personaje o una licencia por encima de mediocre, sino que era excelente, combinando las mecánicas de un juego de acción con la posibilidad de interactuar con el escenario gracias a las habilidades del personaje, además de contar una historia nueva que escarbaba en el interior de Bruce Wayne y mostraba un notable repertorio de villanos, siendo tremendamente respetuoso -hasta el punto de resultar casi un homenaje- con los tebeos originales.
Batman Arkham City es, en resumidas cuentas, un juego que recoge el testigo del original y lo mejora en todo, convirtiéndose de nuevo en una compra obligada para los aficionados a los juegos de acción y en uno de los mejores juegos del año.
Siéntete Batman
Sobre la excelente base del juego del año anterior, Rocksteady Studios ha contado con otros dos años para contar una nueva historia de Batman, continuando lo sucedido en Arkham Asylum. El nuevo alcalde de Gotham es precisamente el ex-alcaide del asilo, Quincy Sharp, y entre sus divertidas políticas urbanisticas estuvo la brillante idea de trasladar el asilo a un barrio de la ciudad. Esta extravagante decisión, así como la de poner al frente de la institución al tremendamente malvado Hugo Strange, es la excusa perfecta para que los desarrolladores hayan cambiado el reducido entorno de la isla del primer título por uno mucho mayor, permitiendo que el juego sea ahora mucho más abierto. No estamos ante un GTA ni un Assassin’s Creed, pero el diseño del mundo de juego nos da ahora una libertad de movimiento mucho mayor, mientras que en Arkham Asylum estábamos mucho más limitados y encorsetados. Arkham City consigue transmitirnos esa sensación de ser el Batman que cuida de Gotham por las noches, cazador de maleantes, solo que confinados a las calles que son ahora el asilo.
Arkham City no es simplemente una adaptación de Arkham Asylum a un mundo más abierto, sino bastante más. Prácticamente coge cada una de las facetas que hacían que el primer juego fuese genial, y les da una vuelta de tuerca más. Es la evolución natural de las buenas ideas que tuvo el original, con dos años más para pensar en cómo mejorarlas, la buena respuesta de millones de jugadores al original y un presupuesto mayor al volver a poseer Warner Bros. los derechos de la licencia y, muy inteligentemente, seguir apostando por Rocksteady como apóstoles del Caballero Oscuro.
El despliegue de medios se nota desde el principio, desde la secuencia inicial que sirve de prólogo a la serie de eventos que hacen que Batman vuelva a enfrentarse a la gran mayoría de sus enemigos en su propio territorio. Y tenemos buenas noticias para los fans del personaje. A lo largo de los años Batman ha pasado por muchas etapas en los tebeos y en sus adaptaciones a diversos medios, y ésta es una de las "visiones" de Batman que recogen mejor su espíritu o, al menos, el que sus seguidores esperan. Sigue la línea oscura, con villanos desquiciados y un Bruce Wayne muy personal, de Arkham Asylum, y vuelven a abundar las referencias a la larga trayectoria de Batman.
La ciudad de Arkham
Arkham City no es una penitenciaría al uso. No es que las autoridades de Gotham City hayan construido una prisión de máxima seguridad en el centro de la ciudad, sino que han cogido el barrio viejo de Gotham y lo han aislado del resto, separado por fuertes medidas de seguridad y contando con una especie de ejército privado con bastante margen de maniobra para hacer básicamente lo que quieran. Hay una zona restringida, de máxima seguridad, en el centro del complejo, pero el resto es una ciudad abierta, con edificios antiguos que ahora son las bases de operaciones, o el escondite, de villanos que pugnan por ser los más fuertes de la prisión. Es como un pequeño campamento de locos regido por Hugo Strange y separado de Gotham por vallas, con sus calles repletas de presos ansiosos por tener la oportunidad de golpear a Batman.
Esta estructura de ciudad abierta cambia las cosas respecto a Arkham Asylum. En éste, íbamos de una parte de la isla a otra según se fuesen abriendo los caminos, resultando en una trayectoria lineal. La historia de Arkham City es igual de lineal, yendo de una misión principal a otra, pero el mundo abierto del juego nos permite distraernos buscando misiones paralelas según vayan surgiendo, realizando misiones de entrenamiento para mejorar las habilidades de Batman, y buscando los numerosos acertijos que Enigma ha ido dejando por sus recovecos. El mundo abierto del juego hace que Batman tenga que investigar hacia dónde ir cada vez, usando métodos ingeniosos que encantarán a los fans del mejor detective del mundo. Desde la mansión Wayne, como de costumbre, nuestro mayordomo Alfred será un aliado imprescindible para arreglárnoslas en las peligrosas calles y tejados del barrio olvidado de Gotham. Al mismo tiempo, el modo detective vuelve a ser también de gran ayuda para analizar el escenario y encontrar pistas.
Combinando las habilidades
Más allá de este mundo abierto, las diferentes fases recuerdan mucho a las de Arkham Asylum. Nos internamos en edificios medio ruinosos en los que tendremos que encontrar nuestro camino para llegar a nuestro objetivo, usando las habilidades de Batman para saltar, trepar y lanzar nuestra garra hacia puntos altos desde los que tener una perspectiva del escenario para poder analizarlo a salvo. Movernos por los escenarios requiere habilidad, con partes de plataformas no demasiado complicadas, y con puzles en principio sencillos que luego van complicándose un poco, para los que contaremos con ayuda en las primeras horas de juego. Gran parte de los ítems que íbamos obteniendo en Arkham Asylum los llevamos ahora de serie, y el juego nos enseña cuándo usarlos; también conseguiremos nuevos recursos que necesitaremos para interactuar con el escenario.
Complementando esta parte de exploración y plataformas, el juego vuelve a basar gran parte de su encanto en el sistema de combate y en la forma de resolver situaciones complicadas de las que solo Batman puede salir con vida. Podremos combatir de nuevo contra una docena de enemigos al mismo tiempo usando los ataques y contraataques del héroe, vapuleando a los enemigos pulsando el botón de ataque en el momento adecuado, y siempre pendientes del indicador de contraataque para pulsar el botón cuando los enemigos estén a punto de hacernos daño. En este sentido, Arkham City vuelve a tener un sistema de control asombrosamente sencillo que da resultados espectaculares, con un gran repertorio de animaciones para Batman que le permite golpear a los enemigos desde casi cualquier posición, siempre con resultados contundentes. Lo mismo puede decirse de los contraataques. Aquellos que jugaron a Arkham Asylum no tendrán problemas para acabar con las oleadas de enemigos que nos ataquen, pero el reto del juego ya no es ese exactamente. Está claro que esos presos estándar armados con tuberías no van a ser un obstáculo, pero la diversión consiste en acabar con ellos inmaculadamente, sin que nos toquen, logrando una coreografía que multiplique nuestra puntuación.
"Momentos Batman"
Las situaciones más interesantes son, como en el anterior juego, aquéllas en las que tenemos que planear nuestros ataques porque los enemigos tienen armas de fuego. Batman no es un superhéroe, sino simplemente un tipo muy listo y muy fuerte (aparte de multimillonario y, en el fondo, completamente loco), por lo que las balas darán cuenta de nuestra barra de vida en muy poco tiempo. Exponerse a los enemigos con armas de fuego vuelve a ser un suicidio, especialmente si nos disparan desde cerca, por lo que en esas situaciones, y también en aquéllas en las que hay rehenes o algún peligro de más, tenemos que tener mucho cuidado de no exponernos. Por supuesto, los diseñadores han creado los niveles muy inteligentemente, por lo que en estas situaciones el escenario siempre ofrece varias alternativas para ir acabando con los enemigos. El juego, de hecho, nos recompensa por hacerlo aprovechándolo, especialmente si es con variedad.
Por supuesto, siempre tendremos a nuestra disposición salientes en las alturas desde donde podemos otear a los enemigos, ya sea usando la visión detective o no. Son útiles para huir de situaciones comprometidas rápidamente, y para confundir a los enemigos balanceándonos de uno a otro. Suele haber también pasadizos de ventilación, o zonas justo por debajo del suelo, como alcantarillas, por las que podemos escabullirnos, para luego saltar y acabar con un enemigo repentinamente. Hay también paredes débiles que aprovechar, rociándolas con gel explosivo o rompiéndolas directamente, y otros ítems que no vamos a desvelar para no estropear la sorpresa. Todo cambia, claro está, en cuanto hagamos la primera eliminación, los enemigos se den cuenta y se pongan nerviosos. Las cosas se vuelven más difíciles entonces, porque se mueven más, y es más complicado pillarles en solitario, o sin que se estén mirando unos a otros. Siempre nos queda, claro está, la ya clásica patada voladora desde las alturas, letal cuando el enemigo está en una plataforma elevada y lo lanzamos al suelo.
El combate, los puzles, la exploración y las "situaciones Batman" se combinan bien a lo largo del juego, intercalados con momentos especiales de los que no podemos hablar, pero que le dan al juego una gran variedad y un ritmo bastante cuidado. No inventa nada demasiado nuevo, ya que es una evolución del juego anterior pero, sabiendo esto, el juego nos recompensa por la calidad de nuestras actuaciones, con un sistema de niveles que nos permitirá ir desbloqueando nuevas mejoras para Batman. Cada vez que subamos de nivel podremos elegir una mejora, desde nuevos combos hasta más protección en nuestra armadura, pasando por otras habilidades extra, y esto es algo muy interesante para según qué tipo de jugadores. Aquellos que sean impacientes y prefieran "jugársela" contra enemigos con armas de fuego pueden optar por reforzar lo antes posible la protección antibalas del traje de Batman.
Un montón de extras, y Catwoman
La aventura principal ofrece una duración notable, con una historia llena de personajes memorables del universo Batman y con numerosas sorpresas que encantarán a los fans. Aparte de contar con constantes escenas cinemáticas, los diálogos que escuchamos, las conversaciones con Alfred y la ambientación general nos sumergen en esta epopeya de Batman y nos incitan a seguir jugando. Pero hay más: desafíos, un montón de enigmas del susodicho, misiones de Catwoman y, lo mejor de todo, una opción "Nuevo juego +" que incrementa la dificultad de los enemigos y nos quita algunas ayudas. Por supuesto, habrá contenido descargable, y por el momento se han confirmado Robin y Nightwing.
Sobre Catwoman, ella es el pase online del juego. Para poder disfrutar de los redondeados encantos de Selina Kyle más allá de algunas secuencias cinemáticas, se necesita un juego nuevo, que incluye el código de descarga. Los que no lo hagan siempre tienen la opción de "comprarse" a Catwoman a través de la tienda online. Es, de hecho, más que un pase online un contenido descargable de regalo, pues tendremos que descargar unos trescientos megas de Internet una vez validado el código. Aun así, es una decisión polémica porque se daba por hecho que iría incluida en el juego. Catwoman cuenta con sus propias misiones, donde usaremos las habilidades de la hábil ladrona felina, algunas similares a las de Batman y otras propias. Merece la pena.
Sobresaliente visualmente
A nivel gráfico Batman: Arkham Asylum no es uno de esos juegos que eleva el listón de los motores gráficos; de hecho, usa Unreal Engine 3 como su predecesor, y salvo algunos efectos muy vistosos, no puede decirse que sea uno de esos títulos que exprimen al máximo la potencia de las consolas ofreciéndonos algo que nunca hemos visto antes. Una vez dicho esto, el juego tiene un acabado impecable, con un excelente diseño de los escenarios, cargados y en ocasiones recargados de detalles, y una sensacional animación y modelado de Batman y de los personajes principales. Quizás lo único que se le puede achacar es que los enemigos resulten poco variados, aunque esto se perdona por el enorme número de veces que tendremos que acabar con ellos. Batman luce impresionante, con una gran animación, sutiles pero convincentes expresiones faciales, y un traje que va desgastándose a medida que avancemos.
Donde mejor luce es, claro está, en la ciudad al aire libre, viendo las pintorescas construcciones de Gotham, entre industriales y barrocas, mientras Batman planea sobre sus calles y vuelve a lanzar su artilugio para balancearse hacia otro saliente. La iluminación y la ambientación son geniales y contribuyen a hacer que nos sintamos El Caballero Oscuro en las calles de la ciudad. Los edificios de la vieja Gotham tienen un diseño interior fantástico, muchas veces alterados por las excentricidades del villano en cuestión. No solo nos internamos en museos, comisarías y otros edificios antiguos, con todo lo que ello supone a nivel arquitectónico, sino que se nota quién es el jefe de la casa, y cómo su personalidad los ha afectado.
Perfecto apartado sonoro
El apartado sonoro de Batman es simplemente perfecto. La banda sonora es trepidante, épica, parece sacada directamente de una de las películas de Cristopher Nolan, y cambia dinámicamente dependiendo del momento en el que nos encontremos. Los efectos de sonido son tremendamente variados y los sonidos ambientales y la atmósfera del juego en general son cautivadores. Pero lo que hace que le demos una nota perfecta es el doblaje, tanto por la enorme cantidad de voces como por su calidad. Batman pincha radios constantemente, por lo que siempre estaremos escuchando qué dicen los enemigos que están cerca, lo que nos dará pistas sobre cómo abordarlos y también claves de la historia. Al mismo tiempo podemos estar oyendo otras radios, como las de la policía interna de Arkham City, y la cantidad de diálogos del juego es enorme. La adaptación al castellano de las locuras del Joker y compañía, y de los tacos y palabras de jerga es casi perfecta, y la calidad de todo doblaje es excelente. Pero sin duda la mejor noticia es la genial actuación de los personajes principales de la historia, especialmente la de Batman, ya que es el mismo doblador de Christian Bale en España, Claudio Serrano. En Estados Unidos, Mark Hamill (Luke Skywalker) pone la voz del Joker, pero en España Batman habla igual que Christian Bale. Es decir, Batman es Batman.
Mejora en todo a su predecesor
Batman: Arkham City no resulta tan sorprendente como Arkham Asylum, pero sobre la base de éste lo mejora en todo, ofreciendo combates, exploración del escenario y una historia verdaderamente memorable, y la impagable sensación de sentirnos Batman en los bajos fondos de Gotham. Más allá de un mundo abierto que explorar y varios ítems que hacen más variadas las situaciones, no incluye demasiadas novedades jugables, pero sí muchísimo más contenido. Una historia más larga, modos extra como el Desafío, acertijos de Enigma, la presencia de Catwoman y, sin duda, contenido descargable para dar y tomar en los próximos meses. Refina la fórmula que nos sorprendió a todos hace dos años, y se convierte, una vez más, en el mejor juego nunca hecho de Batman. Es una compra obligada para todos los fans del héroe de DC Comics, y uno de los mejores juegos del año.