Análisis de True Crime: Streets of Los Angeles (PS2, GameCube, Xbox)
Luxoflux, una compañía que hasta ese día solo era conocida por crear los juegos de la saga "Vigilante 8" (basada en "Interstate 76"), anunció a finales del 2001 un ambicioso proyecto que pretendía recrear nada más y nada menos que 500 millas cuadradas de la ciudad de Los Angeles que sirvieran de escenario de un juego inspirado en las películas de acción de Hong Kong. No es de extrañar que la prensa del sector no se hiciera demasiado eco de este anuncio, al tratarse de una pequeña compañía que prometía unas cifras desorbitadas para lo que estábamos acostumbrados hasta ese momento... pero se equivocaron.
En el E3 2002, Luxoflux presentó True Crime en versión jugable y no tardó en levantar expectación en la feria –pese a que lo tenía difícil frente a los grandes que allí se encontraban y con los que debía codearse: Mario, Zelda, Splinter Cell y un larguísimo etcétera-. Aunque se produjo una reducción en las cifras inicialmente presentadas (no serían 500 sino 400 millas cuadradas de área representada) se dieron a conocer nuevos datos del juego: encarnaríamos a un agente de la ley que debería resolver una trama que involucraba a las mafias chinas y rusas de la ciudad a lo largo de 20 misiones.
Tras todo esto, no es de extrañar que Activision decidiera adquirir la totalidad de la compañía (Luxoflux) para hacerse con los derechos de distribución del juego, que por su similitud con la saga Grand Theft Auto, tenía el éxito prácticamente asegurado.
Desde ese E3 hasta la fecha, ha pasado un año y medio de duro trabajo por parte de los programadores, y algunos cambios –para bien- en los números del juego. Para ello no perdáis detalle del análisis que sigue a continuación.
Nick fue expulsado del cuerpo de policía por su abusivo uso de la fuerza durante sus intervenciones, pero eso no le impedirá seguir luchando contra los delincuentes que se encuentran en LA, gracias a su ingreso en la EOD ("Elite Operation Division") que tiene plena jurisdicción y se encarga de perseguir a las mafias del este asiático y de la antigua Unión Soviética.
Sin dudarlo un solo instante, Nick acepta el nuevo empleo, pero pronto se verá inmerso en el caso más importante de su vida. Tras resultar herida su compañera de patrulla (una exuberante agente policial llamada Rosie) e interrogar a los culpables, va descubriendo una trama que involucrará a toda la mafia de Los Angeles y que le permitirá simultáneamente obtener información sobre la misteriosa desaparición de su padre, un respetado agente de policía del que nunca más se supo... Una historia, tres finales completamente distintos y una trama llena de acción, corrupción y misterio. Esto es lo que nos ofrece True Crime.
El escenario de True Crime es enorme, y quizás el dato más sorprendente que explica de manera más concisa la magnitud de esta nueva ciudad virtual es la decena de minutos que tardamos con un coche normal en recorrer la autopista principal del juego. Esta autopista hace las veces de punto de encuentro de todas las "mini-ciudades" del juego y nos es de gran utilidad cuando queremos dar un paseo para familiarizarnos con el terreno de batalla. Nos servirá además de atajo cuando nos encomienden largos desplazamientos.
Otro de los puntos fuertes del juego es la exquisita realización de las zonas más famosas de LA. Enseguida nos percataremos de nuestra entrada en Hollywood cuando seamos abordados por carteles de películas y estudios cinematográficos. Otro ejemplo claro es el perfecto traslado del lujo y la tranquilidad de Beverly Hills a las calles poligonales de True Crime. Por último y como detalle adicional, la gente y el tráfico es completamente acorde con el nivel social de cada una de las zonas.
Climatológicamente no nos veremos sorprendidos por un gran derroche de efectos, y dado el hecho de que no hay reloj ni variación del clima en tiempo real, los pobres cambios que acontecen durante algunas misiones son un tanto decepcionantes. Lo más destacable sucede en las carreras nocturnas por conseguir un nuevo coche y no son nada del otro mundo. Nos recordarán por algunos efectos de luces y transparencias a Midnight Club 2,. pero desgraciadamente estos efectos (faros y colisiones con el alumbrado) son bastante pobres en el juego que nos ocupa.
La variedad de vehículos disponibles es correcta y satisfactoria. No hay modelos reales, pero sí se ha seguido el ejemplo de muchos otros juegos y las imitaciones están muy logradas. Tampoco hay motos, pero al menos los coches, furgonetas y camiones de todo tipo son vistosos y tienen buenos reflejos.
Uno de los "problemas" de True Crime es su salida en las tres consolas de nueva generación. Esta multiplataformidad ha provocado que se disparen los defectos gráficos, con un protagonista llamado popping (demasiado presente en la parte de carretera). Se ha intentado disimular aplicando un efecto de desenfoque en el horizonte, pero no llega a corregirlo del todo. El compañero inseparable del popping también ha querido colaborar y en más de una ocasión un horrible clipping hará acto de presencia cuando traspasemos coches, muros y señales de manera inexplicable. Los efectos de luces son mediocres en algunos casos (fuego, faros, chispas...) y las deformaciones por colisión en los coches no pasan de discretas.
Las primeras horas en coche nos pueden parecer bastante sosas por la poca cantidad de vehículos en pantalla, las pobres texturas de lo que nos rodea y principalmente por correr en carreteras anchas (algunas de 6 carriles). Con una mayor carga de objetos y la mejora (incluso llegando a la exageración) de los efectos estaríamos ante uno de los grandes.
En los gimnasios repartidos por toda la ciudad aprenderemos nuevas técnicas que son representadas con un Motion Capture brillante. Aparte de las técnicas de lucha, a la hora de patrullar la ciudad a pie tenemos distintas opciones para intimidar y detener al criminal de turno. Las técnicas intimidatorias pasan por el cacheo, la muestra de la placa o el disparo al aire (también sirve apuntar directamente, pero no es recomendable). Cuando el criminal levante las manos, nos podemos acercar a él y esposarlo. Todas estas animaciones son buenas y aparentemente no presentan ningún fallo, pero en situaciones puntuales se activa por sorpresa el bullet time (¿amago de ralentización?) y en otras esposaremos a cuatro metros del culpable en un fallo de colisión bastante curioso. Los transeúntes, como era de esperar, tienen reacciones muy mecánicas: huyen, levantan las manos o agreden. No hay mucha variedad y siempre nos encontraremos con el mismo modelo repetido en según qué zonas.
Gráficamente las escenas cinemáticas son de lo mejor del juego. La animación facial de Nick y del resto de personajes es perfecta y las texturas de los escenarios son bastante correctas en todas las versiones del juego. En general estas escenas son perfectas para ambientar el juego como si de una película se tratara. Siguiendo con escenarios interiores, las peleas en éstos o las escenas de infiltración son junto con las cutscenes lo mejorcito de True Crime. Las texturas y la interacción con elementos del escenario son dos puntos trabajadísimos por la gente de Luxoflux.
En definitiva, True Crime sorprendentemente luce más a pie que en coche, y es una gozada ver cómo se han reproducido escenas propias de películas como Jungla de Cristal o Matrix con mayor fortuna que los juegos oficiales de dichas producciones.
Sin duda alguna Activision se ha dejado los cuartos en una de las bandas sonoras más caras de la historia de los videojuegos. Los más de cincuenta temas de artistas conocidos son una muestra perfecta para promocionar un apartado que rivaliza con la extraordinaria BSO de GTA Vice City. Aparte, los usuarios de Xbox gozarán con la posibilidad de crear su propia banda sonora si no quedan satisfechos. Para resumir en una frase, escucharemos hip-hop de alto nivel (Dr.Dre, Snoop Dog...) en los momentos tranquilos y el rock más cañero (Megadeath, Deftones...) en los momentos de tensión, sean a pie o en coche. Las canciones y el momento en el que queremos que suenen se pueden configurar en el menú de opciones.
Los FX son dignos de elogio. Actores tan famosos como Christopher Walken, Michelle Rodriguez y Gary Oldman han puesto voz a los protagonistas del juego. Las conversaciones no desmerecen el caché de los invitados y son geniales gracias al énfasis y a la perfecta sincronización labial. Los efectos sonoros pertenecientes a tiroteos, choques y demás no son una revolución, pero cumplen con creces y le dan más vida si cabe a la recreación virtual de LA.
El juego se desarrolla a lo largo de 96 misiones englobadas en 12 episodios que se irán sucediendo y llegados a un punto deberemos escoger entre varios caminos que nos conducirán a los diferentes finales del juego. Este considerable aumento del número de misiones frente al inicialmente anunciado (20 como hemos dicho antes), juega a favor de la calidad final del producto. Pero el punto fuerte de este sistema de misiones se encuentra en como variará la historia en función de nuestros resultados. En unas solo variará la escena de introducción de la siguiente misión y en otras se nos plantearán misiones completamente distintas y qué mejor para explicarlo que un buen ejemplo:
En una misión deberemos llegar con nuestro vehículo hasta un bar en un tiempo determinado. Si llegamos a dicho bar antes de que se agote el tiempo, deberemos enfrentarnos a un matón en el interior del bar en la siguiente misión, pero si fallamos en nuestro propósito o no queremos repetir el trayecto contrarreloj, la siguiente misión consistirá en perseguir al matón por las calles de Los Angeles. Sin lugar a dudas esta variabilidad en el desarrollo le confiere a True Crime una mayor rejugabilidad.
Tras esta introducción en el desarrollo, metámonos de lleno en él para analizar cada uno de los apartados jugables del juego:
Pero Nick se guarda un par de ases en la manga que nos ayudarán a salir airosos de estos tiroteos, entre otras cosas porque podremos hacer uso del salto en tiempo bala cuando nos plazca. Utilizando el botón de salto nos mantendremos en el aire un par de segundos, tiempo más que suficiente para vaciar nuestros cargadores contra los malhechores (en este punto el juego se muestra soberbio y utiliza este recurso de forma magistral, cosa que ya quisieran para sí otros títulos de mayor renombre, como Enter the Matrix). Pero no todo consistirá en disparar a todo lo que se mueva sin ton ni son, ya que deberemos escondernos tras columnas, coches o muebles, para evitar que nos alcance el fuego enemigo.
Pero lo que gusta es la acción y aquí no iba a ser menos. En estas persecuciones nuestro objetivo será detener al coche que huye a toda costa: reventándole las ruedas, obligándole a frenar cruzándonos en su camino, o acribillarlo a balazos hasta hacerlo volar por los aires. Estas misiones son un verdadero reto, obligándonos a evitar el tráfico (que en ocasiones se dirigirá directo a nosotros) y a los pobres peatones que puedan sufrir daños colaterales. Pero no siempre seremos nosotros el gato, y es que a veces tendremos que encarnar el papel de ratón e intentar huir utilizando toda nuestra pericia al volante. Mucha acción, divertido y siempre distinto.
Y es que antes de proseguir conviene hacer hincapié en esta característica del juego que nos permite obtener toda clase de mejoras. A lo largo y ancho de la ciudad encontraremos unos centros 24/7 (abiertos las 24 horas los 7 días de la semana) en los que podremos aprender nuevos movimientos para el combate cuerpo a cuerpo, nuevas técnicas de conducción y nuevas habilidad en el uso de nuestras armas. También encontraremos unos retos que deberemos desbloquear a lo largo del juego con los que podremos conseguir nuevas armas (pasaremos de un par de pistolas del calibre .35 a unas del .50) y nuevos vehículos (como un Aston Martin o un Lamrborghini) superando las anteriormente citadas carreras Underground. Excepto en estos dos últimos casos, donde los intentos para superar el reto son ilimitados, cada intento para conseguir una mejora nos costará una placa de policía que deberemos conseguir ejerciendo nuestra labor como "agente de la ley".
A través de la radio de nuestro vehículo se nos irá informando de todo tipo de sucesos en la ciudad: secuestros, asesinatos, peleas callejeras, robos, amenazas con rehenes, etc... Estas sub-misiones las podemos contar a cientos y son totalmente opcionales, por lo que decidiremos nuestra participación o no en ellas. Si decidimos intervenir y resolvemos el caso se nos obsequiará con una serie de puntos que iremos acumulando para obtener las placas que podremos canjear por intentos para conseguir nuevas mejoras.
No es difícil imaginar que tanto nuestro personaje como nuestro vehículo sufrirán daños a lo largo de nuestras intervenciones en la ciudad. Pero eso no supone ningún obstáculo y podremos recuperarnos tanto nuestro personaje como el vehículo que utiliza en los distintos centros médicos o talleres que encontraremos esparcidos por la ciudad, a cambio de una indeterminada cantidad de puntos.
Esta forma de actuar quedará registrada en un contador de mostrará un valor positivo en el caso de que seamos bondadosos o un valor positivo si nos hemos convertido en el mismísimo diablo. Y no solo eso, sino el juego nos resultará más o menos difícil en función de cómo seamos. Si optamos por ser un buen policía no tendremos problemas en conseguir las placas suficientes para lograr todas las mejoras; pero si decidimos ser un mal policía no nos deberemos conformar con no obtener las mejoras sino que además nos encontraremos con el letal acoso policial. Sin duda, el reto se encuentra en ser un buen policía, porque causar el caos en una ciudad como Los Angeles, no supone problema alguno.
De vez en cuando te llevas una alegría con un juego y True Crime es una de ellas. Luxoflux ha creado un juego que no solo no es un clon de GTA, sino que se trata de un producto original, que ha sabido reunir lo mejor de juegos de diferente temática y juntarlo para obtener un brillante resultado: un juego de acción con gráficos notables y una excelente banda sonora, muy variado y con libertad... mucha libertad. Tanta que los límites del juego los marcas tú: dedícate a cortar la autopista con una barricada de coches ardiendo, persigue a criminales, paséate por la ciudad en busca de edificios curiosos, realiza saltos imposibles con los distintos vehículos o, simplemente, pásate el juego de todas las formas posibles... Hagas lo que hagas, disfrútalo.
J.L. Roig
En plena moda por hacer el mejor simulador de macarra aparece este prometedor True Crime. No he seguido su trayectoria por las distintas ferias de videojuegos y por lo tanto no tenía expectativas puestas en él, pero ahora que lo tengo me ha sorprendido gratamente por no tratarse de lo que yo creía (un Grand Theft Auto con cuatro chorradas más). La parte a pie ha sido cuidada al máximo y parece mentira que consiga superar a juegos dedicados exclusivamente a la pelea como Dead to Rights. True Crime es tan emocionante como cualquier shooter y no cae en la mecanicidad de The Getaway. La parte en coche es bastante aburrida por momentos y tan sólo recupera el punto de acción necesario con posibilidades como la de montar un tiroteo en plena persecución. Lo mejor para mí es la historia (totalmente peliculera y exagerada) y los puntos de humor ("se avisa a todas las unidades, un peluquero amenaza con matar a un cliente con las tijeras" o "robo de camión de Activision repleto de unidades de True Crime circulando por la interestatal"). Merece la pena.
Pedro Iglesias