Análisis de Tomb Raider: El Ángel de la Oscuridad (PS2, PC)
La trascendencia tan importante que tenía para los aficionados al videojuego se le quedó corta rápidamente empezando a ser portada de revistas de prestigio en todo el mundo y dando paso a grandiosas campañas de merchandising. Su paso más importante ocurrió cuando dio el salto a la pantalla grande encarnada por la actriz Angelina Jolie, y de la cual se estrenara una segunda parte este mismo verano. A pesar de ser la película basada en un videojuego con más presupuesto de la historia y estar dirigida por Simon West, el filme dejó a los espectadores con el sabor agridulce al cual ya estamos acostumbrados al ver como las películas son solamente entretenidas, con argumentos sin pies ni cabeza y tiroteos y persecuciones sin alicientes. Por lo menos fue un éxito de taquilla y su segunda parte se estrenará este verano, aunque estará dirigida por Jan de Bont, por lo que tampoco se espera que sea mucho más interesante que la primera.
Pero no todo el mundo está al tanto de la multitud de juegos de los que ha sido protagonista, por lo que merece la pena hacer una pequeña recapitulación. El fenómeno Lara Croft comenzó con el primer Tomb Raider, que, allá por 1996, sorprendió a propios y extraños mostrando unos escenarios 3D que deslumbraron a todos los jugadores - ¿quién no recuerda la aparición del dinosaurio?- y nos hicieron ver lo que podían dar de sí las consolas de aquella generación, PlayStation y Saturn (y más tarde Nintendo 64) cada una con su propia versión del primer juego.
La arqueóloga llegó protagonizar hasta cinco aventuras en PlayStation, además de algunas conversiones a otras consolas como Saturn o DreamCast. En el cuarto juego, titulado The Last Revelation, es donde terminaba la historia y podíamos ver como Lara parecía morir sepultada por una pirámide que se hizo pedazos con ella dentro. En la quinta parte (y última hasta el juego que nos ocupa) no se nos adelantó nada, ya que consistió en reunir a viejos amigos de ésta que contaban antiguas historias sobre ella, lo que dio lugar a 4 historias muy variadas y entretenidas pero que no ofrecían nada nuevo en cuanto al argumento.
Finalmente, con la aparición de PS2, se anunció una nueva entrega, gracias a lo cual todos supimos que la famosa heroína habría logrado salvarse milagrosamente. Y así nacía El Ángel de la Oscuridad…
La historia da comienzo de esta forma: Lara entra en un piso para visitar a Von Croy, su antiguo mentor. Mientras le está hablando sobre un tal Eckhart y una historia legendaria de cinco pinturas obscura, supuestamente el monstrum -persona o ser misterioso que ha asesinado a numerosas personas en la ciudad- acaba con éste teniendo a Lara como espectadora de lujo. A partir de este momento tendremos que escapar de la policía para luego ponernos manos a la obra y encontrar esas pinturas y poder saber por qué alguien tiene tanto interés en ellas…
La opción de mantener conversaciones con algunos personajes nos deja un mayor margen de interacción que no existía en los anteriores títulos, y dependiendo de las respuestas que demos en algunas conversaciones los otros hablantes reaccionarán de diversas maneras. En algunas ocasiones una respuesta arrogante nos hará cargar la partida, así que con buenas intenciones casi siempre lograremos más fácilmente nuestros objetivos que pasándonos de listos.
La otra novedad ya mencionada es la de poder volvernos más fuertes. Debe de ser porque Lara está algo oxidada desde la última aventura, pero el juego nos obligará a forzar puertas, arrastrar piedras o mover manivelas que nos proporcionarán la fuerza necesaria para poder avanzar por cornisas o hacer los pertinentes saltos. Muchas veces nos volveremos locos buscando una manera de "mejorarnos" para no "dejarnos los cuernos" en los saltos que parecen imposibles.
Por poner un ejemplo práctico, este Tomb Raider evoluciona respecto a los anteriores como lo hace Metal Gear Solid 2 con respecto a su primera parte: pese a que el segundo técnicamente es mejor, la mayoría sigue prefiriendo la primera parte. Pues aquí pasa exactamente lo mismo, quizás se espera demasiado o puede que la capacidad de sorprender ya no sea la misma.
El juego es muchísimo más libre, dándote más opciones aparte de ir corriendo a todos los sitios y pegar saltos de un lado a otro. Ahora podemos andar con sigilo, pegarnos a las paredes y sorprender a los enemigos por la espalda (¿no os suena?). Pues eso no es lo único, ya que ahora Lara va a poder realizar lucha cuerpo a cuerpo por lo que sus queridas pistolas con munición infinita pierden protagonismo.
La cámara no termina de convencer ya que sigue a Lara desde cualquier perspectiva, y para ajustar en los saltos (que a veces llegan a ser desesperantes cuando las superficies son muy pequeñas) tendremos que situar la cámara detrás nuestra con el joystick derecho. Como novedad también encontramos el botón L1, que nos sirve para andar y así no caer de las plataformas. Cuando pasamos a disparar el juego apunta automáticamente a los enemigos así que reduce totalmente las posbilidades en este apartado.
En general la jugabilidad ha quedado un poco patas arriba por el problema de la cámara y los saltos, y si rizamos el rizo podríamos decir que a veces los botones no responden a nuestras acciones todo lo rápido que nosotros quisiéramos. En el agua los controles son los mismos de siempre y la estrategia de mover palancas y arrastrar cajas también exactamente idéntica. Los puzzles, por último, no deparan grandes sorpresas, algunos rompecabezas pero normalmente consistirán en tirar de la palanca de turno y pasar por la puerta antes de que se cierre.