Análisis de Drakengard 2 (PS2)
Drakengard supuso en su salida una interesante apuesta por parte de Square-Enix con un título que reunía en un mismo punto características de juegos de lucha multitudinaria como Dinasty Warriors con elementos novedosos como el uso de dragones y toques de rol. Pese a que el título presentaba importantes carencias en la jugabilidad, éstas no fueron demasiado criticadas en gran medida porque el juego incluía las suficientes novedades al género como para dejar a un lado dichos problemas.
Drakengard 2, situado 18 años después de los sucesos vividos en la primera parte, nos pone en el rol de Nowe, un novato en la orden de los caballeros del sello que junto a su inseparable dragón, Legna, nos llevará a lo largo de 12 capítulos que componen esta nueva historia, divididos a su vez en varios sub-episodios normalmente relacionados entre sí.
A lo largo de estas misiones tendremos que enfrentarnos a dos tipos de misiones que serían las misiones a pie y las que se desarrollarán a los lomos de nuestro dragón. En las misiones a pié tendremos la típica estructura de nuestro personaje sólo contra grandes cantidades de enemigos que deberemos derrotar, siendo sinceros, apretando repetidamente el botón de ataque y moviéndonos por el escenario hasta que no queden adversarios a los que derrotar.
Durante estas fases tendremos un ataque principal que también nos servirá para realizar combos de varios ataques; además de dicho movimiento también habrá otros movimientos alternativos que nos abrirán nuevas posibilidades para enfrentarnos en las batallas, aunque realmente con el ataque principal podríamos salir airosos en casi todas las ocasiones. Cabe mencionar que tendremos cuatro personajes jugables durante la aventura, además de diferentes armas con sus cualidades individuales que darán algo más de profundidad al juego y que será la gran novedad presente en el juego, ya que podremos intercambiar dichos personajes en cualquier momento del juego.
Dichos personajes y armas irán subiendo de nivel conforme vayamos ganando experiencia a lo largo de las misiones. Otro detalle importante es que durante estas misiones a pié tendremos la opción de subir a lomos de nuestro dragón pulsando el botón Select, lo cual no es posible en las misiones aéreas. En cuanto a las misiones aéreas, poco podemos comentar. Se trata de fases en las que nos moveremos a lomos de nuestro dragón en las que, con una aparente libertad, tendremos que deshacernos de nuestros enemigos con las distintas habilidades, en forma de bolas de fuego básicamente, que nuestra montura poseerá.
En cuanto al apartado gráfico del título, apenas ha sufrido mejoras respecto al primer episodio. Nos encontraremos con un motor gráfico desfasado, con unos escenarios y texturas pobres, una alta repetición de modelados en nuestros enemigos, una distancia de visión reducida y una cámara deficiente. Como puntos positivos se podrían citar las excelentes secuencias de vídeo marca de la casa que serán bastante frecuentes a lo largo del juego, así como notables efectos especiales durante las batallas en forma de luces y estallidos sobretodo con la aparición de elementos mágicos; en otro orden de cosas, el juego goza de una estabilidad aceptable aunque en las grandes batallas podremos comprobar notorias caídas en el rendimiento. Respecto al apartado sonoro nos encontraremos con una música de calidad y variada que será uno de los elementos mas notables del título. El doblaje también tiene un gran nivel, aunque bien es cierto que el juego nos llega en un perfecto inglés.
Si bien es cierto que el juego plantea algunas ideas interesantes, al ser una segunda parte se espera una serie de novedades que no se han producido en este caso, así como una corrección de los errores cometidos en el primer episodio, los cuales ahora deslucen todavía mas el resultado final. El desarrollo del juego adolece de una monotonía que puede llegar a resultar frustrante, tanto en las misiones a pié que simplemente se basan en la pulsación repetitiva de un mismo botón, como en las misiones aéreas donde apenas habrá variedad en los ataques de nuestro dragón, llegando incluso a darse el caso de misiones en las que el único objetivo es ir de punto del escenario hasta otro, pudiendo pasar de largo sin pararse a luchar con los enemigos.
La inteligencia artificial de estos resulta también bastante pobre, presentando apenas un mínimo desafío en la mayoría de los casos. Si a estos defectos presentes en el título añadimos la ausencia de novedades interesantes de cara a mejorar la jugabilidad del título nos encontramos con un videojuego cuyo único aliciente es la nueva historia que se presenta ante nosotros, que si bien es cierto que como es habitual en los juegos de Square-Enix está bastante elaborada, no creemos que sea suficiente para ser un reclamo suficiente de cara a los compradores.
En resumidas cuentas, Drakengard 2 repite el mismo esquema que dio sus frutos en la primera parte, pero con la deficiencia de no haber corregido los errores presentes en el título y con una escasa inclusión de novedades jugables. Aun así, sin presentar nada significativamente nuevo, Drakengard 2 nos propone vivir una aventura fantástica, llena de combates masivos tanto en tierra como a lomos de nuestro dragón. Si tenemos claro lo que el juego nos propone y los defectos expuestos en el análisis tendremos un título que nos promete muchas horas de diversión y una buena cantidad de extras desbloqueables tras su finalización; eso si, un conocimiento mínimo de inglés resulta indispensable para no perderse en la historia, uno de los elementos mas atractivos del juego.