Análisis de Tortuga: Dos Tesoros (PC)
Tras sorprender a los aficionados a la estrategia con títulos como Port Royale 2 o Patrician 3, el estudio de desarrollo Ascaron regresa al mundo del PC con un nuevo título de piratas, aunque esta vez alejado de la estrategia, gestión y comercio de mercancías. De este modo, Tortuga: Dos Tesoros se nos presenta como una aventura de piratas en la que los combates en alta mar y los duelos a espada en tierra serán una constante, mientras de paso intentamos encontrar el tesoro oculto de Henry Morgan sobreviviendo a la siempre peligrosa armada británica y al terrible pirata Barbanegra. El problema, como veremos a continuación, radica en que el juego combinará momentos realmente divertidos con otros francamente decepcionantes, ofreciendo un resultado final muy mejorable.
En el caso de las fases a bordo de nuestro barco, el sistema de control se ha simplificado de tal manera que controlaremos todos los movimientos del navío con suma facilidad, ya que únicamente deberemos controlar la velocidad del mismo desplegando o replegando el velamen mientras viramos o disparamos con nuestro completo arsenal de cañones. Lógicamente, dependiendo de la posición del viento, que se nos marcará en la brújula, nuestra navío avanzará más o menos rápido, quedando también ligada la maniobrabilidad del mismo a la cantidad de velas desplegadas: cuanto más rápido avancemos más dificultades tendremos para virar.
Por supuesto, en este punto todo el mundo debe tener claro que los cañones se sitúan en los laterales del navío, por lo que cada vez que vayamos a atacar a un rival deberemos situarnos en paralelo y a una distancia óptima, que se nos marcará con un claro interfaz (el objetivo quedará marcado por un círculo de color), desde la que podremos comenzar a bombardear a los enemigos. En este punto, dependiendo del tipo de munición empleada, castigaremos al navío contrario de una u otra forma, es decir, que si usamos munición de metralla estaremos atacando a los marineros de dicho barco, mientras que con los proyectiles con cadena podemos dañar el velamen de los barcos enemigos y evitar así que puedan huir después de toda nuestra artillería pesada.
Este tipo de armamentos, así como otros objetos como nuevas velas o ítems para reparar el casco dañado de nuestro navío, los encontraremos flotando en diversas zonas del mar, y sobre todo flotando alrededor de los restos de un barco enemigo recién hundido. Mediante un sistema de iconos que podremos ir activando en cada momento (se nos indicará el tipo de ítem y la cantidad del mismo que tenemos en el inventario) de la contienda podremos cambiar de forma rápida y sencilla de armamento, o reparar los desperfectos de nuestro navío sin que por ello se resienta la jugabilidad. Y es que sin duda éstas batallas en alta mar son la mejor parte de Tortuga.
Como decíamos, deberemos tener en cuenta siempre las condiciones de la batalla para usar un tipo de armamento u otro, no ya sólo por el tiempo que tardará nuestra tripulación en recargar los cañones de forma automática, sino también porque para terminar con barcos más rápidos que el nuestro no servirán los métodos tradicionales, y por tanto resultará más útil destrozar los mástiles y el velamen rival para detener su avance. Del mismo modo, si en un determinado punto de la partida los barcos enemigos nos persiguen, podemos comenzar a soltar barriles explosivos para que al pasar revientes el casco de los barcos contrarios.
En este caso, las misiones en alta mar serán mucho más interesantes y divertidas que las fases a pie, destacando el hecho de que no todas se basarán en coger un barco y comenzar a disparar a los enemigos. Habrá situaciones en las que iniciaremos el nivel con una clara desventaja obligándosenos a actuar de forma sigilosa, o a recorrer grandes distancias hasta llegar al lugar indicado (de nuevo la brújula nos marcará el destino) evitando caer bajo el fuego enemigo. También se nos ofrece un mínimo grado de libertad a la hora de decidir si destrozamos a cañonazos un barco rival, o si lo asaltamos tras haberle causado grandes daños.
En este último caso, deberemos acercar nuestro navío lo suficiente como para que nuestros marinos puedan saltar a la cubierta contraria e iniciar el abordaje. En este punto, tomaremos el control de Thomas "Hawk" Blythe con el que deberemos terminar con la vida de todos los rivales que nos salgan al paso usando para ello la espada, o diversos objetos como pistolas que se encontrarán y activarán de forma idéntica a los ya citados en el caso de las fases a bordo del navío. Tras vencer al capitán del barco asaltado nos haremos con un importante botín y varios prisioneros, lo que después nos permitirá invertir estas ganancias en nuevo armamento para nuestros navíos, u objetos que puedan beneficiarnos en las fases a pie.
Por desgracia, el desarrollo de este tipo de misiones resulta muy aburrido con movimientos arcaicos y un sistema de combates bastante flojo. En este sentido, controlaremos al protagonista de la acción con facilidad (ya sea con un mando o el teclado y ratón) realizando los movimientos típicos del género: asestar golpes con la espada, bloquear ataques o saltar. El problema, como decimos, radica en que los combates resultan bastante pobres porque por norma todos los resolveremos pulsando sin parar el botón de ataque, pese que conforme avancemos en la aventura iremos adquiriendo distintos movimientos especiales que realizaremos con sencillas combinaciones de botones, lo que le resta todo el atractivo que podrían tener los duelos entre piratas.
Además, la inteligencia artificial de nuestros enemigos resulta del mismo modo muy pobre, no suponiendo ningún desafío a nuestra habilidad ni aunque nos ataquen en grupo: en estos casos, se amontonarán todos y nos atacarán en masa, dejando completamente de lado cualquier comportamiento inteligente que pudiera ponernos en serios aprietos. A todo esto debemos sumar un planteamiento de estas misiones también realmente malo con objetivos muy simples y un diseño de niveles francamente pobre. Y aunque por todos los escenarios encontraremos objetos ocultos que deberemos recoger si queremos aumentar nuestro botín, todos estos fallos harán que prefiramos ir directos hacia el final de la misión y superar estos nefastos escenarios.
Y son este tipo de misiones las que destrozan por completo el sistema de juego en Tortuga: Dos Tesoros. Pese a que actualmente hay mejores juegos de este estilo a nivel de navegación y combates marinos, la propuesta de Ascaron resulta idónea para los menos dados a este tipo de juegos que sin duda encontrarán un título muy sencillo de jugar y con misiones bastante divertidas y desafiantes (sobre todo si jugamos en los niveles más altos de dificultad). Sin embargo, es pisar tierra y encontrarse con un juego anticuado en todos los sentidos que será más un tipo de castigo que no una parte divertida dentro del propio desarrollo de la acción.
Y aunque el juego estuviera enfocado a un tipo de público novel en el género, el desarrollo de las misiones podría haber sido muchísimo mejor que el que se nos presenta en el juego. Lo peor es que como explicábamos antes, el sistema de control y la interfaz resultan bastante claros, lo que permite que todo el mundo pueda disfrutar del juego desde el primer momento. En este sentido, la interfaz en las misiones a pie resulta idéntica a la vista en las misiones navales, aunque en este caso tendremos dos barras que marcarán nuestro nivel de salud y la capacidad física disponible para realizar los movimientos especiales. El resto de opciones se encontrarán en la parte derecha de la pantalla como en las citadas misiones en el mar, y las activaremos del mismo modo.
A nivel técnico el juego también muestra claros y oscuros. Por un lado nos encontramos con una gran representación del agua y unas batallas navales bastante espectaculares, sobre todo por los reflejos en el agua y el gran trabajo llevado a cabo a la hora de modelar todos los navíos. También destaca la amplitud de los escenarios, y algún que otro efecto gráfico, aunque en este caso sin impresionar en exceso. En cuanto a las misiones a pie, como decíamos las animaciones de todos los personajes resultan muy toscas y forzadas, como su propio modelado y nivel de detalles, que no pasarán del aprobado justo. Los escenarios en estos casos tampoco son excesivamente grandes, ni poseen un nivel detalle excelente, aunque son vistosos y agradables de ver. Además, entre misión y misión se nos presentarán una serie de secuencias cinemáticas bastante buenas que servirán para presentarnos todo el hilo narrativo que como destacábamos al inicio del artículo será uno de los puntos fuertes del juego, pese a no ser una historia sorprendente con increíbles giros inesperados.
A nivel sonoro, el juego presenta unas melodías muy épicas que acompañarán a la perfección a toda la acción, aunque los efectos sonoros no serán tan contundentes como cabría esperar. El juego, además, pese a mantener los diálogos hablados en inglés ha sido traducido a nuestro idioma, lo que sin duda es de agradecer dada la importancia que se le ha dado a la historia. Otro aspecto del que hablábamos con anterioridad es la inteligencia artificial, que como remarcábamos no será nada buena sobre todo en las misiones a pie, sobre todo porque en estos casos los movimientos poco inteligentes de nuestros enemigos serán más patentes que en las fases marinas, donde siempre nos encontraremos con desafíos mucho más interesantes.
En definitiva, esta nueva creación de Ascaron resulta ser un título bastante pobre en prácticamente todos sus aspectos, pese a que tal vez los menos aficionados a este tipo de juegos puedan llegar a disfrutar de las divertidas batallas navales que se nos presentan. La historia, como hemos resaltado, resulta lo suficientemente interesante como para completar el no demasiado largo modo historia, pero las misiones a pie son el mayor lastre con el que se encontrarán en Tortuga: Dos Tesoros. Una pena, sobre todo por lo bien desarrolladas que han sido las batallas navales como hemos ido comentando a lo largo de todo el análisis.
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