Análisis de Torchlight (PC, PS3)

Cuando el mercado no responde bien a un videojuego pueden suceder varias cosas. O que el estudio encargado del desarrollo de la obra comience con un nuevo título con expectativas más bajas, o que la desarrolladora acabe en bancarrota por no poder afrontar las pérdidas ocasionadas por el lanzamiento de la obra. La industria del videojuego no es fácil, y las pequeñas desarrolladoras pueden acabar, de un día para otro, colgando el cartel de "bancarrota", y más teniendo en cuenta que los costes de producción de un videojuego se han multiplicado con el paso de los años. Decimos esto porque FlagShip Studios fueron los encargados de lanzar al mercado HellGate: London, una interesante y notable propuesta de rol que apareció hace varios años y que no convenció a los jugadores, propiciando no sólo el cierre de los servidores del videojuego en febrero de 2009, sino también el cierre del estudio.

Después del lamentable cierre de FlagShip Studios nació Runic Games, quien a su vez contaba con la presencia de trabajadores del inminente estudio cerrado, por lo que las buenas ideas y los recursos estaban, de nuevo, listos para sorprender en materia de videojuegos. Y así ha sido, después de varios años de desarrollo, multitud de ideas frescas y con un planteamiento muy sencillo y directo, los debutantes Runic Games se estrenan con un notable Torchlight, una aventura de rol para ordenador inspirada en uno de los grandes del género, Diablo, que cuenta con un estilo visual único y con una jugabilidad a prueba de balas, haciendo de la primera obra de la desarrolladora un autentico imprescindible para los amantes del género.

La codicia no lleva a ninguna parte

La historia en este tipo de videojuegos suele ser un mero pretexto para zambullirnos en un montón de mazmorras y aniquilar a hordas de enemigos con nuestros ataques y habilidades, y Torchlight no es ningún tipo de excepción. La obra de Runic Games nos relata la historia de Torchlight, una ciudad bien situada que sucumbe a la codicia por culpa de un mineral que corrompe a aquellos quienes ansían obtenerlo, cegándolos y trayendo el mal allá donde pasan. El héroe de la ciudad, sin ir más lejos, es corrompido por el Ember -el citado mineral- y nuestra misión será, como no, intentar restaurar la paz en la ciudad antes de que sea demasiado tarde. Una aventura llena de tópicos y personajes que nos recordarán a otras historias del mismo género pero que sin duda gustará a los iniciados al género, puesto que es bastante fácil de seguir, cuenta con algún giro bastante interesante y presenta unos personajes muy bien caracterizados y diferenciados.

Nosotros encarnaremos a uno de los tres personajes que podemos utilizar a lo largo de la aventura, cada uno con sus correspondientes habilidades y carencias, haciendo posible una segunda y tercera partida una vez que hayamos completado el videojuego. En primer lugar contamos con la aparición del Destructor, el típico guerrero que ha presenciado miles de batallas y que será el componente ideal para el jugador novato, puesto que es el más equilibrado y presenta una jugabilidad bastante más fácil que los demás personajes, perfecto para conocer la obra y descubrir sus secretos.

Por otra parte, si renegamos de emplear la fuerza bruta para acabar con nuestros enemigos, tenemos a nuestra disposición al Alquimista, que utilizará la magia y los hechizos para evitar entrar en combate físicamente, obteniendo así una gran porción de maná que incluso le permitirá invocar aliados y monstruos que luchen por él. Por último, y presentando al personaje femenino, contaremos con la ayuda de la Conquistadora, una mujer que prefiere los ataques a distancia y que será de gran utilidad en alguna de las mazmorras que presenta la obra, siendo también una buena combatiente en el cuerpo a cuerpo. Es importante para el jugador saber escoger bien a su personaje ideal, puesto que no es lo mismo llevar a un personaje mágico, que estará cada dos por tres necesitando recargar maná que un bárbaro que puede llevar un arma en cada mano y que la poca magia que posee la utiliza para realizar los ataques más potentes del videojuego.

Una vez escogido el personaje, tendremos acceso al videojuego directamente, sin ningún tipo de presentación o puesta en escena más allá de varios textos representativos y algunos personajes que nos explicarán qué hacer y cuándo lo tenemos que hacer. Durante la aventura también nos acompañará una mascota -perro o gato- que irá fielmente a nuestro lado y nos ayudará en todo momento atacando o llevando nuestras pertenencias más valiosas, aunque también tendremos que estar atentos a su nivel de vida y características, puesto que, como el protagonista, puede acabar rendido en el combate.

Cada héroe -o heroína- cuenta con sus propios atributos y habilidades, y a mejora de los personajes no supondrá ningún secreto para los aficionados al género. Cada vez que acabemos con un enemigo o terminemos una misión seremos recompensados con experiencia, que nos servirá para aumentar distintos atributos que poseen nuestros personajes (como la fuerza, magia, destreza, etcétera). Según el personaje que escojamos será recomendable subir ciertos parámetros antes que otros, puesto que sino puede quedarnos un héroe desequilibrado que no llegue a los estándares mínimos para hacer frente a los peligros que acechan en Torchlight. Además del nivel, cada personaje cuenta con su propio árbol de habilidades distribuidos en diferentes pestañas. A medida que vayamos subiendo de nivel podremos no sólo adquirir nuevas técnicas -ya sean activas o pasivas-, sino también potenciándolas para realizar que sean más efectivas y tarden menos en hacer efecto. Por ejemplo, si escogemos al Alquimista nos interesará subir antes el nivel de magia que el de fuerza, puesto que por mucho que subamos los atributos físicos jamás llegaremos al nivel del Destructor.

Si hay algo que funciona es mejor no tocarlo, y más sabiendo lo que les ocurrió antaño con HellGate: London. Quizá es por eso que el sistema de misiones -y la gran mayoría de parámetros de los que se compone la obra- no supondrán ningún problema para los jugadores experimentados, ya que siguen los mismos patrones que los demás exponentes del género. Los misiones las iremos adquiriendo hablando con los personajes que vayamos encontrándonos durante la aventura, que nos propondrán realizar las tareas básicas dentro del género, como eliminar un determinado número de enemigos, recoger un objeto perdido determinado o limpiar una zona infestada de enemigos antes de que se vuelva demasiado inestable. Nada nuevo bajo el sol, pero, como decíamos, el videojuego es lo suficientemente divertido y atractivo como para que este tipo de misiones sean placenteras para el espectador.

La interfaz de la obra es otro de los aspectos más notables que podemos encontrar en la partida, puesto que todo está detallado al máximo con un acceso rápido e intuitivo. Con un sólo botón del teclado -o seleccionando la ventana correspondiente con el ratón- podremos acceder a la información necesaria sin que el videojuego se detenga, pudiendo tener el inventario abierto mientras estamos aniquilando a los enemigos restantes de una zona. Simple y sin demasiadas complicaciones. También hay que mencionar los atajos del teclado, que no sólo servirán para abrir ventanas de ayuda e información, sino también para asignar habilidades a nuestro héroe y que éste puede emplearlas en un tiempo ínfimo, aumentando así la eficacia de la ofensiva.

Centrándonos en el enemigo

El sistema de armas y objetos también sigue la estela de los grandes del género, es decir, nuestro inventario no será ilimitado, sino que tendremos que ir deshaciéndonos de las pertinencias que no necesitemos en algún punto de venta para ganar oro y poder acceder a nuevo equipamiento y armas, ideal para afrontar los peligros más oscuros de la tierra. También podremos incrustar a diversos objetos minerales mágicos, aumentando así las propiedades del ítem y haciéndolos más valiosos y duraderos.

Los combates se presentan rápidos, dinámicos y espectaculares. Aquellos jugadores quienes nunca hayan tenido el placer de jugar a un videojuego de estas características quedará sorprendido por la rapidez y la sencillez del componente ofensivo de Torchlight. Las ayudas de la interfaz y lo fácil que resultar para todos los públicos acabar con los enemigos de la pantalla -simplemente pulsando sobre él- hacen que acabar con hordas de enemigo sea una constante muy divertida, teniendo en cuenta siempre, eso sí, nuestros niveles de vida y maná. Para bien o para mal, parece ser que la obra ha sido concebida para ser disfrutada para todos los públicos, por lo que su dificultad no es demasiado excesiva y puede acarrear aburrimiento o frustración -por no encontrar un nivel adecuado a su estilo de juego- al jugador más exigente. Sea como fuere, la obra se posiciona como una de las grandes apuestas del género en lo que va de año.

Por suerte, y contando con que tenemos a tres personajes completamente diferenciados que explotar, la obra se posiciona como una de las grandes propuestas a la hora de hablar de rejugabilidad por un detalle muy importante: los niveles, enemigos y recompensas que iremos encontrando durante la aventura se generarán aleatoriamente, haciendo cada partida única y diferenciada para el jugador.

En cuanto al plano técnico, Torchlight se desentiende de mostrar imágenes foto realistas que acarreen problemas de compatibilidad entre los usuarios y sus correspondientes ordenadores. La obra que ha creado Runic Games está pensada para ser disfrutada por todo aquel que se haga con una copia, incluidos los netbooks que tan de moda están hoy en día y que están pensados más para trabajar que para jugar. Es por eso que el apartado gráfico de la obra es bueno, sin destacar, aunque sí lo hace su apartado artístico, muy al estilo cartoon en dibujos animados, lo que, sumado a la fluidez de los personajes y escenarios, hace que se nos olviden términos tan conocidos como la alta definición.

En cuanto a la banda sonora podemos destacar varios temas representativos para la franquicia que servirán de punto de partida para conocer los primeros secretos de Torchlight, aunque por desgracia los demás temas sonarán demasiado genéricos para el jugador habitual como para que se resista a escucharlas durante las más de 12 horas que puede llevarnos terminar la obra, siempre y cuando vayamos directos a las misiones principales. Las voces caracterizan perfectamente a los personajes, y, aunque no hayan sido doblados a nuestro idioma, contamos con los subtítulos traducidos para enterarnos de todo lo que ocurre a nuestro alrededor.

Primera aportación a la industria muy digna

Runic Games ha creado una obra lo suficientemente carismática como para tenernos enganchados durante horas al ordenador. Su título debutante se alza como uno de los videojuegos más asequibles del género en el presente año, mezclando sencillez y profundidad a partes iguales. No cabe duda de que los empleados del estudio conocen todos los secretos del género y los han plasmado a la perfección en Torchlight, una aventura de rol muy recomendable. Quizá una vertiente multijugador habría aumentado indudablemente la diversión al título, pero como primera aportación a la industria el videojuego ha quedado más que redondo. Como apunte final, hay que destacar que la obra nos ha llegado a un precio reducido (19,95€), considerándose así un auténtico imprescindible para todo amante del género.