Análisis de Torchlight XBLA (Xbox 360)
Torchlight es el nombre de un precioso y tranquilo pueblecito medieval rodeado de montañas y dedicado a la minería. Todo cambia cuando en esas minas se encuentra un yacimiento de Ember, un extraño mineral de color verde y con unos poderes extraordinarios. Enseguida la noticia corre por los alrededores y el pequeño pueblo se llena de exploradores y buscadores de tesoros.
La sorpresa se multiplica cuando al llegar los mineros a las primeras vetas de Ember se encuentran con una desagradable sorpresa, y es que su poder es tal que a su alrededor se concentran decenas de monstruos y antiguas civilizaciones que no tienen la menor intención de liberar su preciado tesoro y que han convertido las profundidades de las minas en una auténtica fortaleza.
Con casi un año de retraso respecto a la versión original de PC, llega por fin en exclusiva a Xbox Live Arcade este frenético "action-RPG" creado por Runic Games, un estudio de desarrollo americano fundado en el año 2008 por ex miembros de Blizzard, y que apenas tardaron un año en desarrollar este, su primer juego. Sus orígenes se notan en todo momento y Torchlight nos recordará mucho al primer y original Diablo.
Tras las buenas críticas y aceptación del público, el estudio va a seguir con la saga y aparte de esta conversión para Xbox, ya tiene casi todo preparado para el lanzamiento de la segunda parte en PC este próximo verano en el que por fín se incluirá el multijugador, y el modo cooperativo. Tampoco se quieren parar ahí y el siguiente proyecto que tienen en mente es un juego masivo online en principio gratuito basado en este mismo universo.
Clases, personalización y armas
Nuestro objetivo es sencillo, limpiar las minas de Torchlight de monstruos para lo cual tendremos que seleccionar y personalizar el personaje con el que queremos intentarlo entre tres tipos de clases diferentes. Podemos ser un destructor, especialista en el combate cuerpo a cuerpo, un alquimista, experto en magia, o una valiente y bella conquistadora que domina el arco, clases de sobra conocidas por los aficionados a este tipo de juegos.
Cada una de las clases tendrá unos valores predeterminados en las diferentes características básicas de los personajes: fuerza, destreza, magia y defensa. Más adelante, según vayamos subiendo de nivel a base de eliminar monstruos y cumplir misiones, podremos ir personalizando nuestro guerrero seleccionando que característica mejorar con los puntos de experiencia que obtengamos, para intentar mantener un equilibrio entre todas o potenciar las que estimemos más importantes. También podremos escoger entre un buen número de habilidades para mejorar y conseguir que la personalización de nuestro soldado sea única.
Aprovechando esa personalización se ha añadido un guiño a los servicios de Xbox Live, y tendremos la posibilidad de regalar nuestros personajes a algún amigo a cambio de pócimas para nosotros.
Mascota e inventario
Una de las novedades que añadió este juego al genero fue la inclusión de una "mascota" que nos acompaña fielmente durante la aventura. Podremos escoger entre un perro, un gato, o un dragón, exclusivo de Xbox, que nos ayudará tanto en ataque como para llevar los centenares de objetos, pócimas e ítems, que recolectaremos por el escenario, y al que incluso podemos enviar en solitario al pueblo a vender los objetos sobrantes, lo cual ocurrirá bastante a menudo.
Nuestro habitual inventario esta dividido en varias áreas. En armas, encontraremos cualquier tipo de objeto que podamos imaginar que nos sirva para atacar a nuestros enemigos como bastones, hachas o incluso pistolas, cada una de ellas con un valor de daño personalizado y a las que podremos añadirles maná o Ember, para ser más letales. Tendremos también un apartado donde almacenar y equiparnos con partes de la armadura, joyería variada, podremos llevar dos anillos, y una zona de varios donde guardar pociones de maná o de salud, pergaminos que nos permitirán situar puertas de acceso rápido a la ciudad en donde queramos, y otros objetos.
El número de ítems que se pueden almacenar en cada apartado es de 50, y aunque parece elevado, en pocas fases se nos quedará pequeño teniendo que acceder constantemente a él. Su interfaz y manejo, proviene directamente del interfaz de PC no habiéndose adaptado en nada a consola, lo que se traduce en demasiados datos en pantalla, con unas letras y números tan pequeños que es realmente difícil distinguirlos, teniendo en cuenta que cuando jugamos con una consola en general no estamos tan cerca como si jugamos con el ordenador. Un pequeño y molesto tirón de orejas para esta adaptación a Xbox.
Jugando a Torchlight
La forma de juego nos recuerda en todo momento al primer Diablo. Tras un pequeño paseo por Torchligh, el pueblo, donde conoceremos al herrero, al mercante, que también encontraremos por los subterráneos, y al encantador de objetos, no nos quedará otra opción que dirigirnos a las minas, con la excusa de cumplir alguna misión secundaria. Estas excavaciones siguen el esquema del mítico titulo de Blizzard. Entraremos en un piso repleto de enemigos que limpiar hasta encontrar la escalera de bajada al siguiente nivel. Enseguida nos daremos cuenta que lejos de ser simples minas de extracción de minerales, encierran un submundo fantástico de niveles, construcciones o ruinas en los que encontraremos todo tipo de bichos.
Aunque de vez en cuando nos encontremos personajes que nos hablarán de objetivos, por cierto, igualmente con un tipo de letra tan pequeño que deberemos acercarnos a la pantalla para enterarnos, no debemos dejarnos confundir. En las minas, el juego se acerca mucho más a lo que es un clásico juego "machaca-botones", o dicho técnicamente "hack’n slash". Los combates son continuos y a menudo tan caóticos que lo único importante es machacar el botón de ataque normal y de ataque mágico con maná, lo más rápido posible, vigilando siempre de cerca nuestra salud.
Tras la victoria toca recoger todos los objetos que se han liberado tras la batalla, ordenar el inventario, mejorar nuestras habilidades y dirigirnos directamente a la siguiente batalla. Repetitivo, sí, pero a la vez tremendamente adictivo.
En este aspecto hay que decir que los controles se han adaptado perfectamente al pad de Xbox y tendremos acceso directo tanto a la salud como a los ataques con maná con los botones superiores del mando, pudiendo incluso configurar algunos de los restantes botones. Asimismo la perspectiva escogida para el juego, la isométrica vista desde arriba con varios tipos de zoom, es sin duda la más apropiada para este tipo de juegos.
Cualquier tipo de jugador, sea cual sea su experiencia en este tipo de juegos se sentirá a gusto en Torchlight ya que podremos seleccionar la dificultad entre fácil, normal, difícil, o muy difícil, pudiendo activar en cualquiera de ellos la opción "imposible", en la que solo tendremos una vida, y no podremos reaparecer si morimos. En caso contrario, podremos escoger distintas zonas en las que reaparecer cuando morimos. Si queremos reaparecer justo donde estábamos nos costará una buena cantidad de oro, menos si elegimos el inicio del nivel, siendo gratuito el reaparecer en el pueblo.
Teniendo en cuenta que tenemos una treintena de pisos por explorar y un buen número de jefes finales repartidos por los mismos, la duración del juego se presenta como notable, unas 10 horas, para un juego descargable, lejos eso sí del juego original en el que esta inspirado.
Este primer juego basado en el universo de Torchlight y del que a buen seguro tendremos nuevas entregas en el futuro, esta diseñado únicamente para el juego en solitario, no existiendo ninguna posibilidad de juego en cooperativo local, u online, salvo la posibilidad antes reseñada de regalar alguno de nuestros personajes a nuestros amigos y consultar un simple marcador online de puntuaciones.
El mundo de Torchlight
El nivel técnico mostrado en este juego es muy correcto para estar hablando de un juego descargable que apenas ocupa unos 200 Mb, aunque lógicamente queda muy lejos de sorprender o asombrarnos. Los personajes, pese a ser de pequeño tamaño, están muy bien detallados y muestran unas buenas animaciones de combate. Los escenarios son muy variados, y es sorprendente pasar de un pasillo minero lleno de extraños esqueletos, a unas extrañas ruinas subterráneas repletas de arañas, todos ellos muy bien diseñados, repletos de pasillos y escaleras
La espectacularidad es constante y llega a abrumar por lo caóticas que pueden llegar a ser algunas batallas sobre todo con los jefes más importantes. Golpes, rayos y explosiones continuas en las que como comentaba anteriormente lo más importante es darle lo más rápido posible a los botones de combate.
La banda sonora que podemos escuchar durante los menús es sobresaliente y esta creada por Matt Uelmen, compositor también de la música del Diablo original. Durante el juego en sí, la música se transforma en una melodía que va aumentando o disminuyendo de ritmo acompañando perfectamente a la acción del juego.
El juego esta en versión original, pero traducido al castellano de una forma bastante regular, ya que a menudo nos aparecerán frases en inglés, textos que no caben en sus cajas, así como faltas ortográficas bastante notables en nuestro idioma.
Conclusión
Torchlight es un interesante juego mezcla acción y rol, y que pese a ser algo repetitivo, estoy seguro de que gustará a los seguidores de ambos géneros, siendo entretenido y adictivo a la vez.
Aun así hay que decir que esperábamos mucho más de su conversión a Xbox, teniendo en cuenta que llega con un importante retraso respecto a la versión original de PC. La ausencia de cualquier tipo de juego online o cooperativo y algunos pequeños, pero molestos inconvenientes en el interfaz, como unos textos excesivamente pequeños o errores en la traducción, demuestran que no se ha realizado un gran trabajo en esta conversión, pese a costar 1200 ms. points.
Unos detalles que estropean lo que por otra parte es, y seguro que sus posteriores entregas lo serán mucho más, un correcto heredero, quizás todavía algo lejano, de aquel gran mito de los videojuegos lanzado en el año 96 por Blizzard que se llamaba Diablo.