Análisis de The Crow's Eye (PC)
La ambientación de terror vive una nueva época dorada con los juegos en primera persona, con las muchas variantes y matices que podemos encontrar –con puzles, un poco de acción, etc.-. Y cuando no sólo se apuntan al carro las producciones independientes o presupuesto intermedio –caso de Outlast II- sino también sagas míticas del nivel de Resident Evil 7 o el experimento P.T. que anunció Silent Hills, eso quiere decir que el mercado está muy interesado en estas propuestas.
Uno de los últimos lanzamientos españoles para Steam es The Crow's Eye, descrito por 3D2 Entertainment como aventura en primera persona con el terror psicológico como telón de fondo. Es cierto que hay puzles, pero en esta ocasión se trata de un título un poco más variado en su jugabilidad; profundiza menos en este género que la competencia a cambio de abarca un poco más.
The Crow's Eye toca la mayoría de requisitos de las aventuras de terror: caserón abandonado, puertas cerradas, ambiente tétrico y un protagonista encerrado en estas paredes que va desvelando un misterio. En esta ocasión el lugar es una Universidad de medicina con extrañas desapariciones, documentadas en artículos, cartas y grabaciones de sonido que recogemos de grabadoras. De fondo, un personaje que parece seguir nuestros pasos y nos anima por altavoz a resolver los puzles.
Crowswood funciona muy al estilo de las mansiones y la exploración de juegos tipo Obscuritas –de los creadores de Pineview Drive-. De hecho salvo contadas ocasiones la temática de escuela no está demasiado presente. Hay algunas aulas, laboratorios y bibliotecas, pero también muchas habitaciones más indefinidas, con aspecto a despacho. Cada piso tampoco resulta excesivamente amplio en extensión, lo que hace de estos mapas bastante manejables –reducción de backtracking o vuelta atrás, y obtención de las soluciones sin mucha dificultad-.
Hay puzles, de aquellos más directos –pulsación de palancas en un orden concreto, conectar cajas en unos dispositivos, magnetismo- y otros más relacionados con la interacción del entorno. Los primeros no presentan excesiva dificultad u originalidad y de ahí que The Crow's Eye no destaque especialmente si tomamos sólo como vara de medir este género –véase un juego más puro en este sentido, The Guest de otro estudio español-.
La otra parte de su jugabilidad, el principal aspecto que da un poco de personalidad a esta aventura, es su exploración y cómo resolvemos los obstáculos en Crowswood. A diferencia de otros juegos más orientados a pensar, sacar un papel y anotar pistas, The Crow's Eye incorpora algunos movimientos para mejorar nuestro desplazamiento: puedes saltar, correr y agacharte -pasar por lugares estrechos-. Suma que hay un sistema de vitalidad, crafteo o construcción de objetos, y verás que no se trata simplemente de buscar hojas con códigos o abrir cada armario que te encuentras en tu camino.
Una de las mecánicas consiste en mover mobiliario pesado, que suele obstaculizar puertas o conductos de ventilación, y coger pequeñas cajas de madera para, por ejemplo, crear una escalera por la que ascender. No obstante la interacción con el mobiliario está reducida a objetos concretos, de manera que puedes tirar platos o botellas pero no libros y otra decoración igual de ligera.
Los saltos también se aprovechan en retos más basados en la habilidad. Por suerte podemos decir que no penalizan demasiado –nos devuelven al instante anterior-, y de hecho caer desde grandes alturas, siempre que no sea en un abismo o trampa, no daña nuestra salud. En un momento dado se suma una nueva habilidad, ralentizar el tiempo gracias a una inyección de adrenalina, útil en situaciones que requieren "frenar" la acción o dar saltos más altos.
Cuando aparecen estas secciones se sienten un poco extrañas dentro de una jugabilidad más bien pausada. El juego no está principalmente diseñado con esta parte en mente –sin la representación de nuestras piernas es difícil calcular con exactitud el punto justo para saltar-, y si bien tampoco suponen un problema a la diversión, no aporta demasiado global salvo una mayor variedad al recorrido –aunque no siempre esté justificado o sea interesante-.
Si hemos mencionado la vitalidad es porque, en este caso, hay trampas y pequeños enemigos que nos pueden dañar. Recogeremos trapos y otros objetos con intención de fabricar vendajes y artefactos –unas ganzúas que activan un minijuego-. No estamos ante un Resident Evil 7 con tiroteos ni nada similar, pero en alguna ocasión sufriremos ataques. The Crow's Eye utiliza el viejo truco de los sustos sorpresa, sin abusar –en general no es un juego terrorífico, sino más de crear ambiente-, así que prepárate para sufrir algún que otro sobresalto si estás muy concentrado en la pantalla.
El desarrollo general es por tanto muy clásico: visitar todas las habitaciones disponibles, recoger utensilios y encontrar la forma de abrir las puertas bloqueadas, sea por una ruta secreta –los conductos del aire-, la obtención de una llave u objeto especial, pongamos una máscara de gas que nos permita entrar en una sala tóxica. La virtud y defecto de The Crow’s Eye es que arriesga muy poco y, sin cometer grandes fallos, tampoco hace nada extraordinario dentro de la temática.
Mencionar que –¿quién lo hubiera imaginado?- los escenarios suelen estar mal iluminados y necesitas la luz de un encendedor. En este caso y a diferencia de títulos que utilizan cerillas o una linterna a pilas, la lumbre no se consume, lo que significa que no debes preocuparte por conseguir más mecheros por el uso. Con los recursos necesarios podrás dibujar un mapa de caza nueva zona, evitando así la desorientación.
No se puede negar que el equipo se ha apropiado de la mayoría de tópicos del género y que es efectivo. A nivel jugable cumple, salvando muchos puzles que son extremadamente sencillos, pero es indudable que estos juegos se apoyan en la ambientación gráfica y sonora, y aquí The Crow's Eye está un peldaño por debajo de lo que nos gustaría ver. Durante gran parte de la exploración no hay música y los efectos de sonido son poco sugerentes y escasos. El cuerpo nos pedía más que una tormenta atronando de fondo de vez en cuando.
Igualmente las cuestiones técnicas y artísticas van ligadas con la tensión que sea capaz de ofrecer –con matices; sabemos que incluso juegos de 32 bits causaban miedo con cuatro polígonos mal contados-. Este apartado es similar al del mencionado Obscuritas, y en todo momento deja patente su origen de proyecto modesto que corre en Unity. Dentro de la restricción de escenarios –recicla bastante decoración-, no todo transcurre en pasillos de un antiguo edificio y juega bien sus cartas con la oscuridad.
Conclusiones
The Crow's Eye es una nueva versión de la típica aventura de puzles y misterio en una "casa encantada" que podemos encontrar en PC. Sin grandes novedades, al menos aporta un poco más que una serie de pruebas sobre tableros e interruptores; potencia la exploración y su nivel asequible evitará prolongados bloqueos. Para el público adicto a investigar un lugar poco acogedor, el debut de 3D2 Entertainment no defraudará.
Y una vez más hay que destacar su producción española, no como un elemento para sobrevalorar su calidad, sino porque siempre es una excelente noticia tener a un prometedor estudio nacional en la industria.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Evolve PR.