Análisis de The Bureau: XCOM Declassified (PC, Xbox 360, PS3)

Años sesenta, contexto de Guerra Fría entre Estados Unidos y la URRS, conspiranoia, alienígenas… esta combinación de temas que parecen en algunos momentos desvinculadas entre ellas, eran temas que preocupaban no solo a la población, sino también al gobierno y a sus más altos mandos. Pues si, con las premisas de la ocultación de secretos y una invasión alienígena 2K Marin da el pistoletazo de salida a este título que seguro que no va a dejar indiferente a nadie. La historia se entrelaza bien para conseguir atraernos y hacernos quedar delante de la pantalla, y también lo hace el género escogido, que se atreve con un crossover entre la estrategia y el shooter en tercera persona.

De historias con peso

La decisión de 2K Marin de dar toda la importancia a la historia la percibimos directamente por la ausencia del multijugador que acompaña, casi por obligación, a todo shooter. Este tipo de maniobra nos da una idea de lo que el estudio responsable de Bioshock 2 pretende, que no es más que poner toda la carne en el asador y apostar todo a que hará saltar la banca.

Podemos decir sin temor a equivocarnos que el tratamiento del guión y la consistencia de la historia hacen que el juego se asiente sobre una base muy sólida, aprovechando lo que la saga Xcom, que empezó su andadura en los lejanos noventa, ya brindó en cuanto a la temática alienígena.

En esta ocasión, como ya hemos explicado anteriormente, encarnaremos a William Carter, un ex soldado de la armada norteamericana venido a menos después de perder a su familia en un incendio. Refugiado en el alcohol, y viendo pasar la vida desde su escritorio, recibe un encargo que lo volverá a catapultar al primer plano de la acción. Y así entramos de lleno en el Bureau, una organización secreta en la que Carter y sus escuadrones deberán actuar sin dejar rastro de sus pasos, aunque ya os avanzamos que esto se convertirá en imposible.

Combinar los dos géneros

Las impresiones y entrevistas anteriores han dado mucho que hablar sobre la jugabilidad de este Xcom, que realmente ofrece algo bastante nuevo y se atreve con el cruce de dos géneros que tienen muchos representantes. Si bien nos encontramos con el que a simple vista es un típico shooter en tercera persona, veremos pronto que la gestión del equipo versa directamente sobre el estilo de los Xcom originales, con toques RPG como los que veremos en las barras de energía y la información de los rivales.

Lejos de reventar ratones y teclados para avanzar, The Bureau casi exige un avance a prueba de cualquier error. Si queremos correr demasiado acabaremos con el escuadrón a pedazos, algo que después de evolucionarlo y crearlo a nuestro gusto no nos hará ninguna gracia. Como herencia de los juegos de Firaxis veremos que el soldado muerto no se recupera, al menos en los niveles altos de dificultad, y eso hace que el jugador quiera ser mucho más cuidadoso con los movimientos. Es algo que incide directamente en la jugabilidad, que también se ve afectada por este detalle.

The Bureau avanza en sus primeros compases mediante un Wiliam Carter inmerso en plena vorágine alienígena. Serán estos compases los que sirvan como tutorial. Así descubriremos que la mayor parte del tiempo The Bureau es un shooter en tercera persona al uso. Comportándose como tal el título se deja jugar muy bien y ofrece la dificultad esperada, aprovechándose también de una serie de gráficos con una pátina muy sesentera, algo que acompaña bien y que comentaremos más adelante.

El acierto del Battle Focus

Para hablar de la jugabilidad a nivel de estrategia es necesario hablar del Battle Focus, una pantalla que nos ayuda en la gestión de los tres soldados. El tiempo se ralentizará al llegar a determinados espacios y podremos situar a cada uno de los miembros del equipo según su especialidad. Así sus nombres se repartirán en la parte inferior, lugar en el que veremos también sus habilidades, barra de vida y nivel. Esta pantalla nos permitirá ver el campo de batalla con un filtro negativizado, que marcará la presencia de los enemigos.

A primera vista este modo puede parecer ortopédico a la hora de medir lo orgánico del juego. Nada más lejos de la realidad. The Bureau se mueve como pez en el agua en la combinación y el cambio no se hace para nada difícil. Llegar, combinar las tácticas en el Battle Focus y atacar para ver como nos apoyan nuestros compañeros. Contar con ellos y sus habilidades nos sacará de más de un apuro, ya que mientras nosotros dominamos el arte del liderazgo, ellos lo hacen con la ingeniería, la fuerza de choque o el sigilo. Bombas, torretas ametralladoras, incursiones secretas… la lista de posibilidades se hace larguísima durante la partida y seremos nosotros los que la moldearemos a nuestro gusto. La percepción es que el hecho de que el movimiento ralentice pero no se detenga le da un ritmo especial al título, cuya acción no cesa en ningún momento.

Diálogo y evolución

Si antes hablábamos de un juego que requiere cabeza para avanzar, esto no solo es cierto en la batalla, sino también en la gestión y la interacción con otros personajes secundarios. En cuanto a la gestión el peso que teníamos en la evolución de investigaciones disminuye, algo que igual se echa algo de menos en The Bureau, aunque se suple bien con otro de los elementos que asociaremos directamente a la saga Mass Effect, el contacto con otros personajes.

En este sentido las conversaciones nos introducen en un mundo de exploración que no solo veremos en las conversaciones, sino también en nuestros paseos por el escenario entre batalla y batalla, en los que tendremos que recolectar elementos relacionados con la historia, pruebas y otros ítems. En lo referente a los diálogos la capacidad de elección nos hace captar la historia de forma diferente y bien trabajada, y también nos permite ser condescendientes, duros, o hasta impertinentes, con el sujeto que tenemos enfrente. El doblaje se ha realizado, con muy buen gusto, dicho sea de paso, totalmente al castellano, y tanto diálogos como sonidos acompañan bien a la acción. En este sentido, nada que objetar. En el de los diálogos tampoco, no frenan la acción, le dan más sentido al ser rápidos y el hecho de poder seleccionar las frases le da ese toque diferencial que nos gusta.

Gráficamente sesentero

Todo en The Bureau nos trasladan a los años sesenta. La pátina de la que hablamos asemeja a las de las películas de la época y la ambientación, con sus sombreros, chalecos, levitas y armamento de aquel tiempo nos hace trasladarnos directamente hacia allí. No solo ocurre esto en los personajes y entornos, sino también en la interfaz, cuyos vídeos de fondo tienen el ruído visual típico de los rollos de cine antiguos. Asimismo el parque móvil, y cualquier elemento del decorado son reminiscencias que no hacen más que sumergirnos más en la partida.

A nivel puramente técnico nada que objetar aunque tampoco nada que destaque por encima del resto. El juego se comporta de forma muy correcta, y aquí serán los que tengan ordenadores más potentes los que disfruten de todos los efectos que brinda la acción. Las máquinas más básicas, aunque penalizando la calidad, también lo mueven, aunque para disfrutarlo plenamente y sin sobresaltos, una buena máquina lo hará correr como merece.

Mención aparte merecen los efectos. Una buena invasión no sería tal sin explosiones y destrucción. Visto así The Bureau cumple con los estándares requeridos y crean el caldo de cultivo perfecto que requiere la historia. De igual forma personajes tanto protagonistas como secundarios o rivales se han trabajado con mimo, y eso lo notará el jugador conforme el juego avance.

Especulación e incertidumbre

Como decíamos anteriormente a estas alturas ya lo sabemos todo de The Bureau. Gráficos, jugabilidad, sonido, sistemas de combate. Las impresiones anteriores sirvieron para descubrir como lo jugaríamos y como lo viviríamos; pero, ¿y la historia?.

Después de tener el juego completo enfrente lo que el jugador siente y sentirá es el hecho de no saber lo que ocurre ni lo que va a ocurrir. Seríamos incapaces de descubriros mucho más allá de lo que hemos dicho, pero 2K Marin toma el control de la partida desde que Wiliam Carter pronuncia sus primeras palabras. Podemos decir que no dejará indiferente a nadie, y asegurar que guionistas y escritores sabían bien lo que buscaban.

Esos comentarios para si mismo y la interacción, que al principio parece mera educación con su compañero, nos van descubriendo partes de la acción, y hacen que poco a poco nos vayamos empapando de la historia. Esto sucede con hechos tan triviales como el de descubrir que "los rivales altos mandan a los más pequeños", como comenta William a Thomas, o con partes más importantes de las que no os hablaremos. Los diálogos de los que hablábamos antes acabarán de dibujar lo necesario paso a paso, a su debido tiempo. También colaborarán a ello las fotos, pistas interactivas y fórmulas que descubriremos si exploramos lo suficiente.

Grandes conclusiones

La bocanada de aire fresco que supone The Bureau: Xcom Declassified se confirma con una jugabilidad que balancea bien el shooter con la estrategia. La diversión está asegurada en un título rápido en el que deberemos pensar y actuar combinando estos dos géneros del videojuego. El shooter colabora a crear una acción a prueba de toda invasión mientras que la estrategia le da ese compás de espera necesario dentro de la batalla.

Si nos fijamos en el comportamiento de los momentos en los que no luchamos, 2K Marin no ha dejado nada sin atender y se nos obliga a avanzar por un escenario que parece algo lineal, y en ocasiones lo es, pero que oculta pruebas y pistas que nos descubrirán más partes de la historia. Si tomamos como referencia estas partes sin acción podemos decir que el juego no pierde punto, y seguiremos presos de la historia aunque no estemos luchando directamente.

El guión y la historia son lo más destacado de The Bureau. Para muchos amantes de la ciencia ficción será un título que recoge la herencia y el testigo de la saga Xcom y lo trae de forma fácil y rápida al mundo del shooter. Conspiración y alienígenas siempre han sido dos temas recurrentes pero difíciles de tratar, y The Bureau los borda con creces. La combinación de gráficos, historia y jugabilidad lo deja en un buen lugar, y ahora solo os falta completar vuestro escuadrón y enfrentaros al peligro que acecha.