Análisis de Little Inferno (PC, iPhone, Switch)
Hay veces en las que, en lo que respecta a los videojuegos, enfrentarnos a lo desconocido puede ser mucho más satisfactorio que jugar a un título tras decenas de vídeos, impresiones, análisis, etcétera. La grandeza de descubrir poco a poco una propuesta tan sorprendente como ésta es difícil de explicar, y pensamos que, al igual que con otros juegos, un exhaustivo texto revelando todos los detalles de Little Inferno podría ser incluso contraproducente. Por supuesto, repasaremos todo lo que el nuevo juego de Tomorrow’s Corporation tiene que ofrecer, pero os adelantamos ya que, si World of Goo os gustó, éste será al menos tan satisfactorio como el anterior.
Si como decimos, confiáis en el trabajo de los creadores de World of Goo, podéis dejaros sorprender por la nueva, aunque más breve aventura que nos proponen y directamente saltar hacia las conclusiones. Si por el contrario estáis algo más reticentes, o simplemente queréis saber qué es lo que nos espera en Little Inferno, por favor, continuad leyendo.
Este título nos propone una particular aventura en una oscura ciudad en la que nunca deja de nevar. Los más pequeños de esta localidad disfrutan con las Little Inferno, unas chimeneas que no sólo ofrecen calorcito, sino que además son una fuente de entretenimiento.
Frente a la chimenea
Little Inferno centra su jugabilidad en estas chimeneas homónimas. Frente a ellas tenemos dos propósitos: protegernos del frío exterior y quemar. Quemar cosas. De hecho, las chimeneas Little Inferno es un negocio como cualquier otro, y no se limita al producto principal, sino que además nos ofrecen los subproductos que quemamos. Por catálogo. Tenemos distintos catálogos con gran variedad de objetos organizados temáticamente, que iremos desbloqueando según progresamos en el juego. Y, bueno, ¿cómo progresamos en un juego en el que el concepto principal gira alrededor de quemar cosas frente a una chimenea?
Cada objeto que compramos por catálogo tiene un precio, pero al quemarlo, nos dará más dinero. Así, poco a poco, quemando los primeros productos vamos desbloqueando los siguientes, hasta completar los siete catálogos disponibles. ¿Simple? Más o menos. Little Inferno nos ofrece la posibilidad de realizar "combos" con los distintos objetos, con los que desbloquearemos nuevos catálogos. Nuestra intuición partirá de un "título", y nosotros tendremos que averiguar la combinación. Por ejemplo, una sencilla para no solucionar ninguna interesante: ‘Bomba de Relojería’, que consistirá en quemar simultáneamente un reloj y una bomba. Poco a poco se complicará la cosa, tendremos que combinar hasta tres objetos de entre los siete catálogos disponibles e incluso realizar pequeños experimentos con ellos. Consideramos relevante señalar que la jugabilidad parece sacada de un ‘free-to-play’ (modelo de juego que se critica dentro de Little Inferno), hasta el punto que parece que ha sido descartada en el último momento, aunque todo transcurre sin ningún tipo de intercambios monetarios reales una vez adquirido el juego.
Llamaradas de humor
Si habéis jugado a World of Goo, sabréis cuáles son su señas de identidad. Lo primero es un apartado visual que mezcla lo inocente con lo siniestro, lo oscuro Un toque timburtonesco, que mezcla lo que parece infantil con imágenes que podrían salir de alguna pesadilla (antes de Navidad). Aunque penséis que no hay especio para el diseño delante de una chimenea, el equipo se las arregla para hacer que este aspecto visual sea una constante durante todo el juego. Otra de las señas de identidad es el sentido del humor. Nos reiremos con Little Inferno, y mucho. La verdad es que la redacción de los textos en pantalla es genial, y conseguirán hacernos sonreír durante todo el juego en varias ocasiones.
Tal y como en el anterior juego de Tomorrow’s Corporation, la historia se relata a través de breves textos, que dejan a nuestro amigo el que escribe los carteles a un lado en favor de cartas mucho más tradicionales. La traducción es de diez; sencillamente, perfecta. Desde aquí nos descubrimos ante el genial trabajo realizado, que mantiene la esencia de las epístolas, reflejado la personalidad de cada uno de los remitentes, los "fallos" (hechos a propósito) del original, y traduce los ‘combos’ sin perder el significado original para facilitar el trabajo del jugador. De igual modo, Little Inferno nos relata una historia sencilla y simplista, que se complica ligeramente, pero lo suficiente para transmitirnos algo, y dejarnos satisfechos una vez concluya nuestra ¿aventura?.
Como en casa
Una vez más, recordar que la esencia del juego es quemar distintos objetos frente a una chimenea para desbloquear nuevos elementos y avanzar en la historia. Técnicamente, nos encontramos frente a un juego que sólo llamará la atención por su diseño, ya que los únicos méritos técnicos que atesora es el diseño del fuego y la quema de los objetos. Nosotros podemos encender una llama en cualquier momento, y prender fuego a los elementos que esperan consumirse. Las llamas reaccionan de manera realista a nuestras acciones, así como los distintos materiales.
Obviamente, no arde igual una tabla de madera que un sobre de papel, pero Tomorrow’s Corporation también se ha "inventado" como arde un banco en miniatura o un correo electrónico. La iluminación también varía en función de la hoguera que nos hayamos preparado en nuestra televisión. Aparte, los elementos se reducen a ceniza y reaccionan ante la gravedad, lo que en general ofrece un conjunto tan realista como los desarrolladores se han propuesto ante nosotros. No hay muchos aspectos en los que ahondar, ya que como decimos, los gráficos (técnicamente, no artísticamente) son muy básicos, y los sonidos y melodías son algo absolutamente puntuales.
Sorprendente y satisfactorio, pero no para todo el mundo
Little Inferno no es un juego a la antigua usanza, ni siquiera parecido a World of Goo. Está pensado para ofrecer una experiencia calmada, que podamos saborear tranquilamente mientras pensamos. Probablemente los que disfrutaron con juegos como Doodle God sabrán aprovechar al máximo lo que Tomorrow’s Corporation ofrece, mientras que los que busquen tan sólo una experiencia distinta tienen ante sí un juego que les brindará entre 4 y 8 horas de diversión, en función de su habilidad y de si se conforman únicamente con la historia o buscan completarlo al 100%. No podemos concluir sin repetir que sus mejores virtudes son que sorprende y satisface, pero que resultará una pérdida de tiempo para quienes busquen un videojuego en el sentido más tradicional de la palabra, que les ofrezca algo más profundo que arrastrar cosas.