Análisis de Prince of Persia: El Rey Destronado (NDS)

No estaremos solos
Pero además de al príncipe, podremos controlar a Zal el mago que nos acompañara. Gracias a su magia, podremos disparar para aturdir a los enemigos, mover rocas o tirar de plataformas, entre otras cosas. Para hacerlo, bastará con realizar un movimiento con el puntero sobre el objeto en el que queremos usar la magia mientras pulsamos cualquier botón. Así podremos disparar pulsando simplemente sobre la pantalla o quitarle el escudo a los enemigos arrastrándolo con el puntero. En general, la presencia de Zal está bastante bien integrada, usándose cada vez más sus habilidades mientras avanzamos en el juego. Además, a partir de la mitad del juego más o menos, podremos controlar a los dos personajes por separado durante un periodo de tiempo, aunque en esos momentos, cuando manejemos a Zal, nos daremos cuenta de que no es tan versátil como cuando acompaña al príncipe.
Toda la acción se mostrará en la pantalla de abajo, mientras que en la superior veremos un mapa del nivel y la posición aproximada dónde se encuentra el príncipe. Este mapa, a pesar de ser bastante esquemático, resulta muy útil, ya que nos enseña la situación de rubís, puertas especiales o el final de la pantalla. De cualquier forma, aunque se agradece, el mapa no es demasiado necesario, ya que los niveles son bastante lineales, y no hay muchas dudas respecto a lo que hacer. En ese sentido quizás el juego es demasiado simple y en ocasiones peca de repetitivo, pero la mecánica resulta divertida, por lo que aunque quizás se echa de menos escenarios algo más complejos, el juego funciona tal y como está.
Paseando por el mapa
A la hora de acceder a los distintos niveles, tendremos un mapa que podremos recorrer. En él se marcarán las distintas pantallas, indicando a cuales podemos acceder, cuales hemos superado y las que tienen el acceso aún cerrado. Esto nos permite regresar a niveles que ya hayamos visitado para recoger más monedas o encontrar los tesoros ocultos que hay en ellos. El problema es que una vez hemos completado un mapa y pasamos al siguiente, no podremos volver a las pantallas del mapa anterior, algo a lo que no le vemos demasiado sentido. En ocasiones, en el mapa nos encontraremos con algunos obstáculos y para superarlos deberemos ir a un nivel en concreto en busca de un mecanismo para abrir el camino o una joya. Esto hace que en la mayor parte de los casos tengamos que superar los niveles en un orden determinado, pero de cualquier modo se agradece la posibilidad de recorrer el mapa. A lo largo de nuestra aventura pasaremos por varios mapas, cada uno con un buen número de niveles, lo que hace que el juego nos dure bastantes horas.
En algunas fases, ocurrirá algo que tengamos que volver a uno de los niveles que ya habíamos superado para conseguir nuevos poderes para Zal. Al repetir esa parte, se abrirán caminos que permanecían cerrados hasta el momento, y tendremos que acabar la fase haciendo uso de nuestras nuevas habilidades. Una vez superado ese nivel, podremos continuar normalmente con nuestro camino.
Últimos análisis





