Análisis de Ace Attorney: Apollo Justice (NDS)
Los seguidores de la veterana saga de Capcom inspirada en el mundo de la abogacía y los juzgados- conocida como Gyakuten Saiban en tierras niponas, Phoenix Wright para los jugadores occidentales- están de enhorabuena: la cuarta parte de la serie, Ace Attorney: Apollo Justice, ha visto por fin la luz, después de la controversia que persiguió (y persigue aún) al tercer título de la saga, Phoenix Wright: Trials and Tribulations, muy esperado por todos, aunque sin fecha de publicación concreta en Europa, por el momento.
Si bien la salida de la cuarta entrega de la saga antes de su predecesora puede, como mínimo, sorprender a la comunidad de jugadores, cabe informar que, al tratarse de una entrega protagonizada por nuevos personajes y con una sinopsis alejada de la línea argumental de las entregas originales para Game Boy Advance (las cuales, como ya sabemos, fueron versionadas para Nintendo DS, permitiendo a los jugadores occidentales conocer tan magnífica serie de aventuras), todo lo que acontezca en el título que nos ocupa estará casi totalmente desvinculado de los hechos vistos en títulos anteriores, con lo que nada de lo que podremos ver en el tercer título de la saga primeriza de Phoenix Wright nos será desvelado en Ace Attorney: Apollo Justice. Un alivio, sin duda, para los jugadores que aún estén esperando la tercera entrega de la serie, en la cual se desvelarán muchos misterios sobre algunos de los personajes más importantes de la saga.
Ante todo, jugabilidad clásica…
En esta ocasión, Capcom ha optado de nuevo por recuperar el estilo original de la serie, al que ya nos hemos, ciertamente, acostumbrado a lo largo de las previas entregas de la misma para la portátil de doble pantalla. De nuevo, volveremos a enfrentarnos a aventuras esencialmente conversacionales, en las que deberemos, en un primer momento, explorar diferentes escenarios vinculados al crimen que nos ocupe en cada caso, investigando cada entorno a fondo para descubrir pistas que nos den una visión un poco más clarificadora de los hechos, e interrogando a los diferentes personajes que veamos para poder sacar algo en claro de lo sucedido, queriendo llegar al fondo del asunto y desvelar la verdad sobre el caso.
De nuevo, así, nos encontraremos con el problema de siempre, que ya nos hemos encontrado en el resto de las aventuras de la saga: la linealidad del discurso nos resultará, en ocasiones, frustrante, ya que sólo podremos avanzar en la aventura cuando hayamos descubierto las pistas necesarias para ello, o cuando hayamos sonsacado determinada información a los personajes que interroguemos, sea ésta vital para resolver el caso, o simplemente un puente dialéctico que nos conduzca a otro fragmento de conversación de mayor importancia.
Así, en ocasiones nos veremos dando vueltas de un escenario a otro, registrando concienzudamente una y otra vez todos los rincones de cada uno de ellos, y escuchando las disertaciones de cada personaje repetidas veces en busca de posibles soluciones, mostrándoles a su vez las diferentes pistas que tengamos sobre el caso para ver si pueden darnos una opinión reveladora sobre el uso de las mismas. Es de agradecer que, en este sentido, se haya eliminado la posibilidad de mostrar las fichas de los diferentes personajes a aquellos con los que conversemos, cosa que no podíamos hacer en el primer título de la serie pero que después se añadió en las aventuras posteriores. Así, el número de posibilidades para llegar a la solución acertada se reduce considerablemente, con lo que podremos llegar a ella un poco más fácilmente.
Por otro lado, tenemos las escenas insertas dentro del juicio en sí. En este caso, no difieren excesivamente de lo visto en las aventuras anteriores de la saga, aunque se ha añadido un elemento jugable muy interesante: en algunos momentos del juego se pondrá a prueba nuestra percepción visual, obligándonos a estar totalmente pendientes de los gestos del personaje interrogado para desvelar los puntos flacos de su testimonio. Este añadido da un giro importante a la manera de enfrentarnos a algunas de las partes del juego, ya que no únicamente deberemos estar pendientes de los textos y las conversaciones que mantengamos con los personajes, sino de los posibles cambios en su expresión o en su gesticulación cuando intenten ocultarnos algún dato importante sobre el caso.
Otro de los elementos más interesantes de esta entrega es la inclusión de nuevos métodos de investigación para conseguir pistas en los diferentes escenarios, así como para recoger huellas situadas en pistas que hayamos recogido con anterioridad. Podremos hacer uso de diferentes artilugios que nos permitirán, por ejemplo, recoger huellas de calzado en el terreno colindante a una escena del crimen para contrastarlas con un directorio de muestras, y así poder descubrir cada huella a quién pertenece. O descubrir huellas dactilares encima de las pistas que obtengamos, gracias al uso del conocido empolvador, que utilizaremos, por supuesto, pasando nuestro lápiz táctil sobre el objeto, retirando posteriormente el polvo sobrante soplando sobre el micrófono de nuestra consola. En esta ocasión, Capcom se ha preocupado de aprovechar las características propias del sistema, de una manera similar a como vimos en el último caso de la primera entrega de Phoenix Wright para la Nintendo DS, exclusivo de dicha entrega para la consola, y que, por tanto, no apareciera en la entrega original de GameBoy Advance.
A nivel técnico, pocos cambios.
El apartado técnico de Ace Attorney: Apollo Justice nos recuerda, quizás excesivamente, a las anteriores entregas de la saga. De nuevo, veremos entornos estáticos en los que podremos indagar a golpe de stylus, así como conversar con los personajes que nos encontremos en cada escena. Estos personajes vendrán representados por los característicos modelos de la serie, siempre muy dentro del estilo del cómic y la animación japonesas, con algunos cambios de expresión según el tono de cada parte de la conversación. Veremos un cambio, eso sí, en lo que respecta a los colores y las texturas de las imágenes del juego en general, ya que las encontraremos mucho más definidas y claras que en las anteriores entregas.
Por otra parte, al personaje principal de la aventura, Apollo Justice, sólo podremos verlo en las escenas de juicio, sito en su correspondiente balcón en uno de los extremos de la sala, como ya pasara, de hecho, con su predecesor Phoenix Wright. La verdad es que, en general, los nuevos personajes de la serie parecen carecer del carisma y la fuerte personalidad que mostraban en los anteriores títulos de la saga, aunque claro, este es el primer título de una nueva parte de la serie, y los personajes de los primeros Phoenix Wright cuentan ya con tres títulos a sus espaldas, cosa que les ha permitido desarrollar un carácter personal mucho más complejo, así como ciertos atributos de su personalidad muy marcados y perfectamente reconocibles para el público.
La música del juego, así como los efectos de sonido, siguen en la tónica de la saga. En este aspecto, cabe resaltar que, si bien la calidad de la banda sonora es innegable, no llega a la categoría de las producciones de Toshihiko Horiyama o Akemi Kimura para las anteriores entregas de la misma. Cierto es que los personajes son nuevos y, por tanto, los temas musicales de cada uno de ellos también, con lo que no están tan asentados dentro de la memoria colectiva como los temas de la serie original. Pero, objetivamente hablando, cabe decir que aquéllos estaban mejor logrados, y su calidad compositiva, así como sus arreglos instrumentales, eran mucho más interesantes, así como mucho más envolventes de cara a atraer al jugador hacia el universo que rodeaba a las aventuras del abogado Phoenix Wright.
Eso sí, los temas para las situaciones de tensión, así como los temas musicales de las escenas de juicio, son, esencialmente, los mismos que en anteriores entregas. Lo mismo pasa con los efectos de sonido que escucharemos durante la aventura, los cuales, la verdad, podrían haberse trabajado un poco más y haberlos adecuado a las posibilidades de la consola. Por otro lado, las voces del juego se han mantenido para las expresiones de "protesto" y derivados, lo cual es de agradecer, dado que éste es uno de los elementos más característicos de la saga.
Donde la Nintendo DS despliega, sin duda, todo su potencial técnico es en las escenas introductorias de cada caso, así como en algunas escenas explicativas de las diferentes teorías propuestas para cada crimen. En estas ocasiones, el motor gráfico del juego pasa a las tres dimensiones, con una cinemática bastante espectacular y una tónica visual muy conseguida, ciertamente agradable para la vista y todo un soplo de aire fresco entre tanto escenario estático. Por otra parte, al acceder a nuestro inventario de pistas, observaremos que los objetos que consigamos durante la aventura podremos verlos en unas perfectas tres dimensiones, para poder descubrir cada detalle de los mismos al milímetro, en busca de alguna prueba que redirija el caso. Así, podremos rotar los objetos en todas las direcciones o acercar y alejar la cámara a nuestro gusto, permitiendo al jugador buscar en todos los recovecos de cada objeto, así como ver éste desde todas las perspectivas posibles.
Conclusiones.
Ace Attorney: Apollo Justice es un digno sucesor de la saga Phoenix Wright, aunque sin duda carece de la fuerza de las entregas originales de la saga. Tanto en lo que respecta a los personajes de la serie, como a la música representativa de cada uno de ellos, echamos en falta la aparición de personajes como Miles Edgeworth o del carismático Dick Gumshoe en las aventuras de este nuevo título.
Por otra parte, la realización técnica del título, aunque ha sido un poco más cuidada que en entregas anteriores, sigue recordándonos demasiado a las entregas originales para GameBoy Advance. Sin duda, la serie requiere cambios significativos para poder seguir avanzando y dar a los seguidores de la saga de abogacía de Capcom motivos para continuar fieles a la misma. Aún así, a pesar de todo, Apollo Justice es, en el fondo, un Gyakuten Saiban de la vieja escuela, y como tal, una aventura notable llena de casos enrevesados que nos mantendrán en vilo hasta el veredicto final.