Análisis de Need for Speed: Most Wanted (iPhone)
Entremos en antecedentes. Need for Speed es una de las sagas más reconocidas y longevas del panorama de los videojuegos. Ha pasado por infinidad de consolas, plataformas y manos, contando con el paso de los años, con multitud de entregas de diversa índole y calidad. Desgraciadamente, en los últimos tiempos, y pese a los esfuerzos de EA, parece que la saga estaba condenada al exilio o al retiro forzoso. Los jugadores la veían cada vez más quemada o gastada, y eso en una licencia que planea vender millones de copias cada año, no es un buen síntoma. Y entonces, llegó Criterion -responsables de Burnout: Paradise-, cambiando el concepto del juego y estableciendo algunas normas y reglas que han logrado que medio planeta -y toda la redacción de Vandal al completo- caigan a los pies de semejante obra maestra de la conducción arcade. Ahora, con la presente dicotomía de lanzamientos simultáneos en iOS y consolas de sobremesa de la mayoría de las sagas actuales de videojuegos, llega la versión para plataformas de Apple.
Corre, corre, que te pillo
Need for Speed: Most Wanted en forma de aplicación, es un juego divertido. Enarbola ciertos aciertos ya vistos anteriormente, y los adapta al nuevo estilo derivado de la obra original de Criterion para Xbox 360, PS3 o PS Vita. Obviamente, debido a las limitaciones de la plataforma -no por potencia, ojo-, muchas de las novedades introducidas, como la conducción libre por la ciudad o la posibilidad de desbloquear coches pasando cerca de ellos cuando están aparcados o escondidos en los múltiples rincones de la ciudad, desaparece.
Need for Speed: Most Wanted nos invita así a tomar el control de una jugabilidad más directa y planteada de cara a las partidas cortas y esporádicas con nuestro iPhone, iPad o iPod touch, olvidándonos por un momento, de la experiencia y del grado de libertad "sandbox" de las otras versiones. En Need for Speed: Most Wanted, EA, ha decidido tirar del planteamiento de anteriores secuelas y entregas de la saga, mostrándonos las misiones y retos de conducción en un mapa.
Así, nos olvidaremos de complicados menús o interminables listas, e iremos, simplemente, seleccionando las que más nos interesan o aquellas que vamos desbloqueando. La mecánica, es muy sencilla. Tras la introducción -que nos servirá de tutorial y para habituarnos al control-, se nos dará una cantidad de dinero que podemos invertir en nuestro primer coche -uno de baja estofa-. Una vez lo compremos estaremos dispuestos y preparados para salir a correr por las calles, con lo que se nos desbloquearán varias misiones en el mapa de la urbe. Cada misión tiene su propia jugabilidad y naturaleza, que irán desde esquivar a la policía y el tráfico, a competir con otros corredores en solitario o en grupo a evitar ser el último de la ronda o batir el tiempo marcado -una especie de contrarreloj-. La variedad de misiones, competiciones y pequeños torneos, ayuda mucho a que nos tomemos el juego en serio, ya que evitarán que nos sintamos en un ciclo sin fin de carreras absurdas por la ciudad, aunque echamos en falta algo más de originalidad y libertad de cara al jugador -¿Qué tal un pilla-pilla con libertad de recorrido por las calles de la capital?-.
A su vez, cada carrera tiene un buen número de alicientes propios, como trazados más peligrosos y urbanos -con su correspondiente ración de tráfico- o sinuosos y bucólicos -plagados de árboles, bosques y cafeterías y bares de carretera-, en el caso de aquellos que se ambientan en los exteriores de la ciudad.
Como es lógico, la policía no nos dejará ni un solo momento, y en el preciso instante en el que sobrepasemos la velocidad o choquemos con nuestro rival -o con el pobre conductor que se cruce en nuestro camino-, veremos aparecer las luces rojas y las sirenas características de las fuerzas del orden. La inteligencia artificial de los soldados de la ley es muy baja, y se limitarán a empujarnos fuertemente para hacernos salir de la carretera, bloquearnos el camino con barricadas y controles y poco más. En nuestro poder estará la posibilidad de echarlos a ellos del asfalto, y así, ganarnos unos cuantos puntos de reputación y velocidad -Speed Points-, ideales para subir puestos en la tablas de los más buscados y competir con otros corredores. Y es que Need for Speed: Most Wanted, intenta ser un juego interconectado -a través de Origin, la plataforma online de EA-, prometiendo tablas, puntuaciones y tiempos relacionados sin importar consola o versión del juego.
Con respecto al control, una de cal y otra de arena. Por una parte, Need for Speed: Most Wanted hace caso a las quejas de algunos usuarios de anteriores entregas, e incorpora un control táctil más cómodo, intuitivo y práctico. Ahora se acabó eso de "botones semi-transparentes en la pantalla" y con pocos gestos, aceleraremos, frenaremos, activaremos el nitro, giraremos o pegaremos volantazos. Por otra, también está la opción de seguir con el típico control de movimientos derivado del giroscopio y el acelerómetro, pero no nos parece demasiado cómodo, ya que acabaremos con los músculos agarrotados -en el caso de jugar en el iPad- y enfadados ante la poca precisión en el caso de jugar con el iPhone. Está curioso, pero si se quiere ganar o ser el mejor, desaconsejamos su uso. Ciertamente, y aquí incluimos ambos tipos de control, tenemos que decir que el juego sigue siendo igual de arcade y directo. Need for Speed: Most Wanted, al contrario que algunos de sus predecesores, incorpora un parqué de coches envidiable, algunos de ellos exclusivos. Así, podemos disfrutar del Porsche 911 Carrera S -estrella total- o del SRT Viper GTS, todo ello sin contar algún que otro Ford Focus, Lancia de baja alcurnia o un montón de coches más homólogos a sus versiones de metal, cuero y neumático. Un buen número -35 coches- que a su vez, podemos modificar y perfeccionar a nuestro antojo, siempre y cuando cumplamos las misiones y consigamos los suficientes "Speed Points" para desbloquearlos.
A nivel técnico, Need for Speed: Most Wanted se desvela como uno de los juegos más impresionantes de la saga, con buenos modelados, texturas y grandes escenarios. Todo se mueve con una suavidad brutal, sin ningún tipo de tirón alarmante -aunque en el iPhone 4 no va del todo fino-, y con un especial y brillante aspecto en los últimos dispositivos de la empresa de la manzana -iPhone 4S, iPhone 5 o iPad de 3º generación y iPad de 4º-. El juego está traducido al español, cuenta con menús e interfaces de lo más claras y sencillas, y tiene, por si fuera poco, una banda sonora de lo más excitante.
Conclusiones finales
Need for Speed: Most Wanted es un gran avance de la saga en iOS, aunque sigue sin ser el juego redondo que muchos esperábamos. Cumple con creces, añade ciertos elementos interesantes y ofrece diversión a raudales, pero se queda corto en libertad al jugador, siendo prácticamente la misma experiencia de siempre -perfeccionada, eso sí- con un nuevo y remodelado estilo y apartado gráfico. No está mal, ya que iOS necesita juegos así, pero creemos que EA tiene la potencia, y la saga ideal, para ir un poco más adelante. Esperemos que todo lo bueno que atesora este Need for Speed: Most Wanted para iOS, se multiplique de la mejor manera en sucesivas y venideras secuelas. De momento, es un título más que recomendado.