Análisis de Lost Echo (iPhone)
Las aventuras gráficas han encontrado una buena ruta comercial en los dispositivos táctiles, abandonando el clásico clic de ratón para apostar por la misma jugabilidad pero con el dedo como sistema de control, por supuesto. No son pocas las aventuras clásicas que han regresado gracias a estas plataformas y otras nuevas han nacido en ellas. Este último es el caso de Lost Echo, un título desarrollado por KickBack Studios y que nos propone una aventura que, en muchos sentidos, resulta de lo más tradicional.
Greg es el protagonista de este juego y despierta en un hospital con problemas para recordar su pasado inmediato: en esencia, ha desaparecido su novia, Chloe.
Ahora Greg no sabe dónde está ella ni qué ha pasado, así que su motivación está clara: descubrir qué ha pasado y encontrar a su pareja… pero hay algo más: nadie parece haberla visto jamás. Es como si ella no hubiera existido.
Con esta premisa el juego da paso a una aventura de señalar y pulsar (o, bueno, pulsar con el dedo) de lo más clásica en las que se combinan puzles de diferente tipo. Es también importante interactuar con varios personajes, por supuesto, de manera que se unen elementos habituales en el género, todo ello en un ambiente de ciencia ficción que le sienta muy bien y que ayuda a construir una buena atmósfera donde todo lo que sucede es creíble.
Los usuarios tendrán la opción de escoger dos modos de juego: normal y casual, que viene a ser el modo fácil. En este modo de juego se nos dan muchas pistas, los puzles son mucho más sencillos y el juego pierde casi todo su interés porque el modo normal no es que sea tampoco particularmente complejo. Cualquier usuario mínimamente habituado a jugar hará bien evitando ese modo fácil, a menos que le interese simplemente ver la historia del juego sin encontrarse ningún tipo de obstáculo.
El título ofrece un buen sistema de control, aunque encontramos que es más fácil manejarlo en el iPad que en el iPhone. Esto sucede más que nada porque la superficie es mayor en la tableta y en un juego de este tipo hace que sea más conveniente poder aprovechar sus cualidades. Con unos pocos iconos en pantalla podemos acceder a los objetos y, a su vez, combinarlos o hacer lo que sea necesario con ellos según la circunstancia.
Pese a la ambientación de ciencia ficción del juego, propia a entornos imaginativos dentro de una visión del mundo del futuro que ya hemos podido ver en multitud de vertientes en juegos, películas y novelas, el resultado final es que no hay muchos entornos y estos no resultan tampoco demasiado variados entre sí. Hay, en definitiva, pocas localizaciones que recorrer y cuando nos estamos desplazando podemos estar seguros de que todo está puesto por una razón. Es decir, se percibe en exceso el diseño de los puzles y la aventura en el mundo y no logra crear una sensación de mundo realista o cohesionado, sino de simples resortes sometidos al diseño del nivel. La situación ideal es que todo esté relacionado, por supuesto, pero que no sea evidente para el jugador o, al menos, no tan evidente.
Uno de los inconvenientes del juego es que su atractiva -pero no demasiado original- premisa se diluye en la medida en que el personaje principal, Greg, está poco definido como consecuencia de un guion que no siempre logra mantener la tensión mínima necesaria en su narrativa. De la misma manera, su personalidad está muy lejos de la del héroe (y también de la del antihéroe, es simplemente anodino), y aunque eso sí es original lo cierto es que puede hacer que muchos usuarios no establezcan una relación empática con el personaje.
Frente a esto, bastantes puzles del juego -siempre en modo normal- están bien diseñados y algunos son muy atractivos para el jugador, consiguiendo que la experiencia sea gratificante. En todo caso, lo que sucede es que la calidad no se mantiene: esos puzles bien diseñados se alternan con otros que parecen pensados rápidamente o puestos solo para alargar el juego sin llegar a ofrecer nada interesante para el jugador. De este modo, se crean altibajos en la experiencia, no solo por lo bien diseñados de esos puzles, sino porque la dificultad tampoco es constante. Sin llegar a ser muy complicado en momento alguno, determinados puzles son muy simples y otros de repente son de los más complicados que nos encontraremos en toda la aventura. La progresión no está muy bien planteada y eso hace que el diseño jugable general chirríe.
Esta fluctuación se debe, en parte, a los diferentes tipos de puzles que se incluyen. La variedad es buena y, por ejemplo, hay enigmas de ajedrez y minijuegos de ritmo repartidos por el desarrollo de la partida, pero no acaban de funcionar como conjunto por los cambios de diseño, planteamiento y, también, ritmo que implican.
En cuanto a su diseño, aunque el juego no tiene una gran variedad de localizaciones ni de personajes, estos están bien diseñados. Es cierto que los personajes no son expresivos en absoluto, algo que no es un problema pero que hace evidente la diferencia técnica que puede llegar a haber entre los títulos de mayor presupuesto y los más comedidos ya en plataformas como los teléfonos móviles.
Hace unos años (no muchos) esta situación -la falta de expresiones faciales- se habría atribuido exclusivamente a limitaciones del hardware; ahora sabemos que el hardware es capaz, y los motores también, pero todo eso conlleva un coste. Por lo demás, el título luce muy bien, con escenarios bien diseñados, buenos efectos de luz... y unas melodías apropiadas para todo lo que sucede. No hay que perder la perspectiva: es un juego independiente hecho por un pequeño y joven estudio con sede en Grecia, no una gran producción con recursos virtualmente ilimitados.
Conclusiones
Lost Echo es una aventura gráfica con muchos elementos clásicos del género, trufado de puzles y con un misterio por resolver. Su guion tiene altibajos y los personajes resultan un tanto simplones, incluso el protagonista, pero la experiencia que ofrece (y más por su precio) será interesante para los aficionados al género. Eso sí, los que no sean veteranos del mismo y quieran probar un título de este tipo, harán bien buscando algún juego consagrado en el catálogo de la App Store. En definitiva, es un buen juego de un género que no está precisamente de moda y que sigue viviendo (a veces en exceso) de viejas glorias… pero está claro que este no nos hará olvidarnos de los grandes referentes de la aventura gráfica ni tampoco pasará a la historia. Lo que sí podemos decir es que es un juego en un mundo de ciencia ficción que nos va a entretener. Si sus creadores, KickBack, han conseguido esto en su primer juego, podemos esperar grandes cosas en su futuro.