Análisis de Assassin's Creed Identity (iPhone, Android)

No es algo nuevo: las plataformas móviles, como tablets y teléfonos inteligentes, se están convirtiendo en un nicho a explotar para los videojuegos. Ya no hablamos de simples títulos de usar y tirar -que los hay, y cumplen su función-, sino de verdaderas producciones cuidadas y diseñadas desde cero para aprovechar al máximo su potencia y sus cualidades técnicas como plataformas. Ubisoft, desde bien temprano desde la irrupción de iOS y Android como ecosistemas predominantes en la recepción de videojuegos y aplicaciones con la llegada de sus propias tiendas digitales, ha querido apoyarlas como un elemento más dentro de su estrategia a la hora de lanzar sus sagas.

Assassin's Creed Identity es quizás la prueba tácita de que se ha ido -o al menos intentado ir- un paso más allá. Ya no hablamos de la simple conversión sencilla o fácil, o del plataformas habitual o del consabido juego de cartas digitales. Pretende ser casi un juego tradicional de la conocida saga de los asesinos y templarios de Ubisoft, pero adaptándose a las características táctiles de nuestros smartphones o tablets.

Cuatro asesinos en la Italia del Renacimiento

Assassin's Creed Identity nace como una versión, más enfocada al rol y la acción, de la saga principal de Ubisoft. Sí, estamos hablando de un spin-off, pero os diremos que los principales ingredientes de Assassin's Creed están debidamente representados en la aplicación, intentando abarcar todas esas características que han ido definiendo a la franquicia. En esta ocasión, y dejando de un lado las recientes ambientaciones de Francia y Reino Unido de Assassin's Creed Unity y Assassin's Creed Syndicate, esta nueva entrega nos trasladará a la ya conocida ambientación de la Italia del Renacimiento, que ya vistamos en la querida segunda parte.

El argumento, que nos llevará a resolver el misterio de una sociedad secreta conocida Los Cuervos, una sociedad secreta fundada por los Templarios -según la mitología de Assassin’s Creed, por César Borgia- durante la liberación de Roma, que busca abatir a los asesinos. El guión de Identity brilla su ausencia, siendo una oportunidad desperdiciada de ampliar el rico universo del juego.

Nada más comenzar el título, se nos permitirá escoger entre cuatro asesinos diferentes, que cambiarán a priori, nuestra manera de afrontar las vicisitudes del título. De esta manera, podemos escoger entre distintas clases, como Hoja de la Sombra, Ladrón, Embaucador y Berserker, variando sus habilidades y maneras de atacar o desempeñar sus labores como asesinos.

Por ejemplo, mientras el Berserker busca el combate cuerpo a cuerpo, y ofrece mayor resistencia, tanto el Ladrón como el Hoja de la Sombra son capaces de atacar de manera sigilosa y sin ser vistos, usando, por ejemplo, desde bombas de humo a armas especiales y más silenciosas. La aplicación, por tanto, ofrece su vertiente de juego de rol desde el mismo comienzo, ofreciendo al jugador la oportunidad de configurar su propio asesino -aunque una de las clases está bloqueada de inicio-, seleccionando algunos parámetros, como aspecto, equipo o nombre.

Una estructura demasiado marcada por la naturaleza portátil

Una vez escojamos al asesino que más nos agrade, comenzaremos nuestra aventura. Al contrario que los títulos tradicionales, y es aquí dónde radica la principal diferencia de este Assassin's Creed Identity, en la aplicación iremos seleccionando y escogiendo distintas misiones y encargos para ir progresando, adquiriendo mayor experiencia y pertrechando a nuestro personaje a placer. Es decir, aquí no podemos deambular libremente por los escenarios para aceptar nuestros trabajos como asesino, ya que será el juego el que nos vaya ofreciendo, a través de su estructura, las misiones a realizar y solucionar.

Esta es quizás la mayor muestra de que estamos ante un videojuego para dispositivos móviles, que busca aglutinar sesiones de juego cortas y concretas, fáciles de dejar o realizar en un momento determinado sin gastar demasiado tiempo. Identity de esta manera, sacrifica algo de libertad de acción para ofrecer un progreso más guiado y directo. Desgraciadamente, esta jerarquía de misiones, no está del todo bien llevada. Ofrece una división clara, en la que se nos propondrá un asesinato o un encargo como tarea principal cada vez, además de aderezarlo todo con tareas secundarias y desafíos que pueden ayudarnos a conseguir mejores puntuaciones y recompensas al término de nuestra misión.

Los encargos se emplazan en escenarios grandes y variados, aunque decididamente delimitados por el Animus -sí, las paredes invisibles y los muros virtuales volverán a hacer de las suyas-, evitando que nos salgamos del emplazamiento que requiere la tarea en concreto. Sí, tenemos cierta libertad de desplazamiento -algo vital en un Assassin's Creed dada su mecánica de control-, pero no de la manera en la que podíamos imaginar un un principio.

Ubisoft no ha sabido impregnar de variedad estas misiones, que son bastante repetitivas y simples, denostando algo de dejadez. Sí, están todos lo ingredientes clásicos, como la acción, el sigilo, la exploración y la estrategia, pero no terminan de ser vitales ni fundamentales, obligándonos a repetir tácticas una y otra vez en nuestros asesinatos. Y esto, en un videojuego que incluye tantas opciones de personalización y rol a la hora de modificar nuestro personaje, es un error. Al final, una vez hayamos realizado una docena de encargos y asesinatos, nos daremos cuenta de que aunque la forma de jugar cambia en primera instancia en función de nuestra elección -no es lo mismo matar alguien cara a cara que desde la distancia-, en el fondo, todo es básicamente igual.

Con respecto a las microtransacciones -que las tiene, pese a costar 4,99€ en la App Store-, cabe destacar que son plenamente opcionales, y para nada molestas, permitiéndonos únicamente acceder más rápido a determinados objetos y equipos con los que ataviar a nuestros encapuchados héroes.

Un buen control y un gran apartado gráfico

Assassin's Creed Identity, como os hemos comentado anteriormente, utiliza todos los elementos básicos de la saga. Es decir, podemos escalar y utilizar de forma vertical las alturas y recovecos de los escenarios -atacar desde los tejados de los edificios es algo vital en Assassin's Creed-, escondernos en pilas de paja, infiltrarnos entre los transeúntes o usar la vista de águila para discernir y marcar los objetivos importantes.

En este aspecto, cabe destacar que uno de los mayores logros de esta versión para dispositivos móviles, es su más que correcta traslación de las mecánicas habituales a las pantallas táctiles del iPhone o el iPad. El control se ha adaptado de forma notable, con un mapeado virtual de botones y sticks muy inteligente, que permite que realicemos acciones tan variadas como saltar, escalar o golpear con hojas ocultas de forma intuitiva y rápida. Además, el título ofrece soporte para pads y mandos inalámbricos Bluetooth, algo que los más puristas agradecerán -sobre todo si se juega en dispositivos de gran pulgada como el iPad-.

Técnicamente, hablamos de uno de los juegos más completos y potentes de cuantos hemos visto en iOS. Vitaminado gracias a las bondades del motor gráfico Unity, Assassin’s Creed Identity, presenta unos gráficos realmente notables, con personajes bien recreados, cantidades de ciudadanos y enemigos más que aceptables y escenarios ricos y variados. En la aplicación visitaremos lugares como Roma y Florencia, ofreciéndonos entornos tridimensionales bastante amplios, llenos de edificios y monumentos cuidados hasta el detalle, como el famoso Coliseo o el conocido Palazzo Vecchio.

Sí, todavía quedan mimbres a pulir -ciertas texturas no funcionan como deberían en alta definición, y hay ciertos detalles que empañan la buena recreación histórica de algunos escenarios-, pero es curioso como un videojuego como Assassin's Creed Identity, comienza a acercarse a lo visto en juegos portátiles de la saga como Assassin's Creed III: Liberation. El juego está traducido al castellano, y goza de soporte para Game Center y la pantalla del iPad.

Conclusiones

Assassin's Creed Identity es un juego aceptable, que intenta fusionar las habituales características jugables de la serie de exitosos títulos de Ubisoft, bajo un caparazón lustroso y una serie de mecánicas orientadas al rol. Aunque sus logros son evidentes -el control y su adaptación táctil nos ha parecido muy inteligente-, el título naufraga al no saber ofrecer contenidos variados a las pocas horas de juego.

Su sistema de progresión y misiones pretende ser cómodo con la naturaleza portátil del videojuego, y en cierta manera lo es, pero la repetición de misiones y la falta de verdadera diferenciación entre personajes, acaba por lastrar varios enteros el resultado. Aún así, es una interesante adaptación por parte de Ubisoft, que a buen seguro, servirá de base para futuros juegos de la saga en plataformas móviles.

Hemos analizado Assassin's Creed Identity gracias a un código de descarga para iOS proporcionado por Ubisoft.