Análisis de Senran Kagura Burst eShop (Nintendo 3DS)

Si hay algo por lo que se ha caracterizado Senran Kagura Burst desde que se anunció que llegaría a Occidente (algo que por otra parte, nos sorprendió a muchos ante el carácter tan japonés y "picante" del juego), ha sido por la absurda aunque intencionada polémica que ha generado su diseño de personajes, así como algunas de sus características. Tanto es así, que muchos parecen haberse olvidado de que más allá de los desproporcionados pechos de sus protagonistas existe un juego de acción. Es más, podemos decir incluso que se trata de un título muy divertido y que a pesar de sus fallos, consigue entretener y animarnos a seguir jugando, pero que será condenado por más de uno y de dos solo por su estética.

La lucha entre el bien y el mal

Senran Kagura Burst nos narra la historia de dos institutos japoneses en los que se entrenan secretamente a ninjas. Por un lado, la Academia Hanzo se centra en instruir "ninjas buenos", mientras que en Hebijo se entrenan "ninjas malvados".

La mayor diferencia entre ambos tipos de asesinos, es que los primeros se centran en defender el mundo desde las sombras, mientras que los segundos se encargan de realizar todo tipo de trabajos sucios para políticos y empresas corruptas, motivo por el cual existe una lucha entre los dos bandos.

A partir de aquí se empieza a desarrollar una trama muy olvidable, contada a modo de novela gráfica y repleta de situaciones de relleno y puro fan service. Como mucho, nos servirá para conocer un poco mejor a las chicas que controlamos y sus ambiciones, aunque todas ellas resultan personajes muy tópicos de cualquier anime de instituto: la típica torpona y falta de autoestima, la delegada que se preocupa por todo el mundo a pesar de sus propios problemas, la protagonista siempre alegre y algo inocente capaz de contagiar su entusiasmo a todo el grupo, etcétera.

Por suerte, si todo esto no nos interesa en absoluto, podemos saltarnos las conversaciones simplemente pulsando start, lo que nos permitirá liarnos a tortas directamente y sin tener que tragarnos enormes bloques de texto, ya que si optamos por seguir la historia podemos tirarnos entre 15 y 20 minutos leyendo perfectamente antes de pasar a la acción, algo que desesperará a los más impacientes.

Frenética acción ninja

Algo que hay que señalar, es que en esta versión europea no se ha incluido solo el juego original de la saga, sino que también se ha añadido su secuela, por lo que tenemos dos juegos en uno. El primero está protagonizado por las chicas de Hanzo, mientras que en el segundo controlaremos a sus rivales de Hebijo, por lo que os recomendamos comenzar con las primeras para que no os perdáis demasiado a poco que os interese su argumento.

A nivel jugable nos encontramos con un beat 'em up de avance lateral heredero de clásicos de la vieja escuela como Streets of Rage o Golden Axe, que aporta ciertos toques de musou, rol y una endiablada velocidad a la acción. De esta forma tendremos que enfrentarnos a una gran cantidad de enemigos simultáneos no demasiado listos mientras hacemos combos de cientos de golpes y nos movemos por el escenario realizando técnicas ninjas, persecuciones aéreas y sprints.

Sus controles son bastante sencillos: los combos normales los realizaremos combinando los botones Y y X (ataque flojo y ataque fuerte) y con la A realizaremos persecuciones cuando hagamos un combo que nos permita hacerlas (se indica con un anillo verde), sirviéndonos además para esprintar y esquivar. Por otro lado, con la R podremos realizar un ataque especial llamado "Limit Break" que nos consumirá algo de vida.

A todo esto tenemos que añadir la posibilidad de transformarnos cuando nuestro medidor de energía esté lleno, lo que hará que cambie nuestra ropa, aumentemos nuestras estadísticas y podamos ejecutar técnicas ninja. Eso sí, a medida que recibamos golpes la durabilidad de este traje se irá desgastando, lo que se traducirá en todo tipo de roturas (hasta el punto de poder dejarnos prácticamente en ropa interior) y en una pérdida considerable de defensa.

Para añadir algo más de chicha, al principio de cada misión podremos pulsar los botones R y L para entrar en "Frantic Mode", lo que provocará que nuestra chica se quite la ropa y se quede en traje de baño. Gracias a esto nos volveremos rapidísimos y nuestra potencia de ataque se disparará, aunque a cambio perderemos muchísima defensa. También tiene otras consecuencias menores, como que la barra de energía se rellene de forma más lenta o que el uso del "Limit Break" esté más limitado, lo que nos acabará animando a apostar por un estilo de juego puramente ofensivo, con el fin de acabar con los enemigos lo más rápido que podamos antes de que tengan tiempo para tocarnos.

Mientras más veces juguemos en "Frantic Mode" más subiremos nuestro indicador de Yin, lo que nos permitirá desbloquear más combos cuando juguemos en este modo. En cambio, si jugamos usando nuestra transformación ninja, el medidor que subirá será el de Yang, lo que acabará desbloqueando otra serie de combos extras cuando llevemos la ropa puesta. Estos indicadores son independientes para cada personaje y cada uno de ellos tiene sus propios estilos de juego, técnicas, combos y características, aunque la mayor diferencia entre cada chica la encontraremos en sus rangos de ataque, en la velocidad de sus movimientos y en sus especiales, ya que a nivel de controles son todas muy parecidas.

Con todo esto tenemos un juego de acción que, a pesar de lo repetitiva que puede resultar su jugabilidad (algo propio del género al que pertenece), resulta muy divertido. Además, la breve duración de sus misiones lo hace perfecto para echarse partidas cortas, lo que hace que encaje de maravilla en un sistema portátil como Nintendo 3DS. Quizás echamos de menos algo más de profundidad, unas diferencias más pronunciadas entre cada personaje o la posibilidad de personalizar las técnicas y estadísticas de las chicas de alguna forma, pero en líneas generales nos ha sorprendido para bien lo que puede llegar a enganchar su frenética propuesta más allá de todo el fan service del que hace gala.

Además, no se trata de un título precisamente corto, ya que como hemos dicho, son dos juegos en uno. Completar cada una de las historias principales, leyendo todas las conversaciones y centrándonos únicamente en las misiones de trama, es algo que nos llevará alrededor de entre 6 y 8 horas, lo que suman entre 12 y 16 horas.

A todo esto hay que añadirle una enorme lista de misiones secundarias y una interminable colección de desbloqueables, como trajes y accesorios con los que vestir a las chicas, música (las cuales incluyen comentarios de sus compositores), ilustraciones, logros, descripciones de los personajes y del mundo del juego, etcétera. Y si encima queremos sacar las mejores puntuaciones con todas las protagonistas y completar cada misión en "Frantic Mode" (hay recompensa por hacer esto), os podéis hacer una idea de la gran cantidad de horas que tenéis por delante para haceros con el 100%.

Un buen apartado audiovisual

Gráficamente tampoco está nada mal, con unos modelados y animaciones para las protagonistas realmente buenos y que parecen sacados directamente de un anime. En cambio, los enemigos, aunque algo más variados de lo habitual, no consiguen destacar demasiado. Los escenarios también tienen un buen trabajo detrás, aunque echamos de menos un mayor número de fondos que aporten algo de más variedad, así como una mayor interactividad con ellos (la inclusión de trampas, o algún otro tipo de elemento que los distinguiera le habría sentado genial al juego).

También cabe destacar que su tasa de imágenes por segundo suele verse resentida a poco que haya algún enemigo. No os confundáis, el título sigue moviéndose muy rápido, aunque sí que es verdad que se nota que no va tan fluido como cuando tenemos la pantalla limpia de rivales, un efecto que nos ha recordado mucho a lo que se suele experimentar con casi cualquier musou de Omega Force.

El efecto 3D a nivel jugable es prácticamente testimonial, ya que este no existe cuando estamos repartiendo palos. En cambio, sí que lo veremos en las conversaciones y en las escenas que aparecen cuando realizamos especiales o nos rompan la ropa (las cuales se pueden saltar para que no interrumpan el ritmo de la partida). A pesar de lo poco que veremos el 3D en el juego, tenemos que mencionar lo bueno que es el efecto. Incluso nos atreveríamos a decir que es de los mejor realizados de la consola, evitando desdoblamientos de la imagen, aportando una gran profundidad y en algunos casos ofreciendo personajes que parecen salirse de la pantalla.

Para rematar, el sonido también nos ha gustado mucho, con una banda sonora muy movida y que se va modificando según nos transformemos o no. Tiene composiciones realmente buenas y de las que difícilmente nos cansaremos, como el tema principal de Asuka, y en líneas generales ambientan perfectamente todos los enfrentamientos y batallas en las que nos veremos inmersos. Además, como no podía ser de otra forma, se ha mantenido el doblaje japonés (bastante bueno, por cierto). Lo malo es que todos los textos están en inglés, aunque como ya hemos dicho, esto es algo que no debería suponeros demasiado problemas para disfrutar de su propuesta jugable.

Conclusiones

Si te gustan los juegos de acción ágiles, frenéticos, largos, sin demasiadas complicaciones y su estética no te disgusta, en Senran Kagura Burst encontrarás una propuesta muy divertida y sorprendentemente adictiva. Bien es cierto que su historia solo la disfrutarán un pequeño número de jugadores, ya que es bastante mejorable y tópica, que su diseño de personajes no lo hace apto para todo el mundo, y que su fórmula es lo suficientemente repetitiva como para repeler a cualquiera que no sea un fan habitual del género, pero eso no quita lo bien que nos lo hemos pasado machacando enemigos con estas polémicas ninjas, lo que ya es mucho más de lo que otros juegos más serios y ambiciosos pueden decir.