Análisis de Sadame eShop (Nintendo 3DS)
El catálogo de títulos de Nintendo 3DS puede presumir de ser uno de los más completos de todo el mercado. Y si atendemos al género de las aventuras, ya sean tradicionales, JRPG o similares, la oferta es especialmente sugerente. Precisamente a este grupo de títulos pertenece la nueva creación del estudio Mebius, el mismo que firmó la excelente puesta al día también para Nintendo 3DS que supuso el shooter de jugabilidad clásica Steel Empire.
Nos estamos refiriendo a Ishi Sengoku Den Sadame, un curioso y bastante interesante action RPG que se presenta por sorpresa en la eShop de la portátil para alegría de los incondicionales al género. Y es que si bien no se trata de un título sobresaliente ni perfecto, sin duda presenta unas cualidades bastante aparentes y una relación calidad-precio más que plausible.
Cuatro héroes diferentes
Esta obra de ficción nos traslada a la denominada era Warring State japonesa, si bien en esta ocasión todo sucede 100 años más tarde de la denominada Onin War y, por supuesto, el setting histórico real está aderezado por multitud de elementos de fantasía. Todo muy japonés, vamos. Con esto en mente, nuestro gran enemigo es el malvado Nobunaga, quien ha sembrado de monstruos y guerreros de todo tipo todas las regiones en las que se desarrolla la aventura y nos toca liberar a todas ellas de dicha amenaza.
Para tal fin podemos escoger a nuestro personaje (y elegir su nombre y color de su ropa, nada más) de entre cuatro posibles candidatos, los cuales están ligados a ese mismo número de clases distintas. Un samurái, un ninja, un monje y un rogue son los tipos que podemos llegar a controlar, gozando cada uno de ellos de sus propias aptitudes, armas, debilidades y demás aspectos.
Lo bueno del caso es que en función del protagonista que escojamos, la forma de jugar varía sensiblemente, ya que unos son más indicados para pelear cuerpo a cuerpo mientras que otros prefieren hacerlo desde largas distancias, usar varios tipos de magia y demás variantes distintas. Precisamente aquí yace una de las grandes virtudes del título, su elevada rejugabilidad, ya que resulta muy recomendable superar la aventura con varios personajes distintos porque la forma de encarar cada situación varía de manera palpable.
Además y para acentuar dicha rejugabilidad, en ciertas ocasiones podemos determinar el camino que deseamos seguir, por lo que si queremos contemplar todos los escenarios y superar la aventura en su totalidad, es necesario jugar varias veces. Además cuando completamos el juego podemos jugar una partida plus conservando todo nuestro inventario (hasta 500 objetos) pero pudiendo cambiar tanto de protagonista como de nivel de dificultad, algo muy de agradecer en este tipo de obras. Eso sí, la contrapartida de esto tiene que ver con la duración real del título, que no pasa de las 3-4 horas como mucho a poco que se tenga algo de experiencia con este tipo de aventuras. El punto más negativo de esta producción a todas luces.
Combates y rol ligero
En cuanto a su jugabilidad, estamos ante un action RPG de los de antaño, de esos en los que cada escenario se va mostrando a través de pantallas estáticas (al estilo The Legend of Zelda) en los que somos "saludados" por hordas de diferente naturaleza y cantidad con las que debemos acabar antes de poder pasar a la siguiente zona de juego.
Los combates tienen lugar en tiempo real y, sin ser los más llamativos ni excitantes jamás disfrutados en este tipo de aventuras, se hacen amenos… al menos durante las primeras fases, ya que más tarde se tornan algo repetitivos. Por fortuna siempre tenemos el aliciente de disfrutar de la compañía del jefe final de turno ya que, salvo en contados casos, cada nivel goza de su propio enemigo final, los cuales no son especialmente complicados de derrotar (salvo un par de ellos) pero sí que añaden interés a las partidas en global.
Al margen de pelear, el aspecto que dota a esta aventura de su atractiva vertiente RPG (más bien ligera) tiene que ver con la pantalla de menú que contemplamos entre los distintos niveles, los cuales por cierto se agrupan en actos. En ella es posible desde ir mejorando las habilidades de nuestro protagonista a través de un árbol de habilidades realmente magnífico a adquirir nuevos objetos con el dinero que vamos obteniendo, potenciar nuestras armas, guardar nuestro avance, aprender nuevos conjuros, etc.
Precisamente por eso esta producción termina haciéndose tan cautivadora, ya que al desarrollo de los niveles tan tradicional se suma toda esa retahíla de posibilidades roleras que siempre gusta disfrutar en este tipo de juegos. Sin esta característica el título perdería bastante de su chispa y encanto, de eso estamos convencidos.
Esencia artística de 16 bits
Una de las mayores virtudes que presenta esta producción es sin duda su aparente aspecto gráfico. La elaboración de los entornos y sprites que se dejan ver a lo largo de la aventura recuerdan bastante a los mismos que tantas veces visualizamos en la era de los 16 bits. Un viaje al pasado realmente sensacional que, además, ha sido bien respaldado por una ambientación oriental extraordinaria.
Mención aparte merecen la diversidad de adversarios que salen a nuestro paso a lo largo de nuestro viaje. Y eso incluye una increíble colección de jefes finales como ya os hemos comentado antes, más de una veintena diseminados a lo largo de todos los capítulos, algunos de ellos del todo espectaculares, al menos en lo visual. Los decorados tampoco desentonan y a pesar de que resultan algo reducidos en cuanto a sus dimensiones se refiere, lo cierto es que también son de lo más diverso, pudiendo recorrer desde aldeas a paisajes naturales de todo tipo, zonas interiores, alcantarillas, jardines repletos de cerezos (sakura), barcazas y demás localizaciones. Un gran trabajo gráfico para un título de naturaleza digital.
Y para finalizar con este comentario, tampoco queremos dejar de mencionar lo bien que se adecúa la banda sonora tanto a la acción como a la ambientación visual que ha sido recreada para dar vida a esta aventura. Es cierto que se echan de menos diálogos hablados entre los protagonistas, pero por lo demás se trata de un apartado bien plasmado y de bastante calidad general.
Conclusiones
Sin ser un juego perfecto y con sus defectos, algunos de ellos importantes, pensamos que estamos ante un ejemplo inmejorable de lo que deberían ser la generalidad de los lanzamientos digitales, en este caso para eShop. Decimos esto porque Sadame es un título nicho que, de otra forma y por razones comerciales, jamás hubiera llegado a nuestras fronteras. Pero se trata de una aventura que resulta atractiva y diferente, bien recreada, mientras dura se deja jugar y encima posee unos valores de producción más elevados de lo que suele ser habitual en este tipo de lanzamientos.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga proporcionado por Rising Star Games.