Análisis de Pokémon Rubí Omega & Zafiro Alfa (Nintendo 3DS)

Desde hace ya un tiempo, los fans de Pokémon nos hemos acostumbrado a tener una nueva ración de criaturas portátiles cada año, y esta vez no va a ser diferente. Pero a diferencia de lo que suele ocurrir con las sagas anuales, si hay algo que ha caracterizado a esta serie es su desbordante calidad en cada una de sus entregas principales, sean títulos nuevos o remakes, ya que estos últimos suelen incluir tantas novedades que casi parecen juegos hechos desde cero.
Así pues, tras los fantásticos remakes de Rojo y Azul, y Plata y Oro, nos llegan Rubí Omega y Zafiro Alfa, permitiéndonos volver a la región de Hoenn que ya exploramos en GBA para convertirnos, una vez más, en los campeones de la Liga Pokémon y salvar al mundo. El resultado, tal y como era de esperar, vuelve a estar a la altura de lo que Pikachu y compañía se merecen.
Más que un simple remake
Lo primero que hay que señalar es que la fórmula de la saga se mantiene intacta, por lo que si esperáis grandes cambios o novedades en una jugabilidad que lleva tantísimos años divirtiendo como el primer día y sin envejecer un ápice, lo mejor será que miréis para otro lado. Por lo tanto, volvemos a encontrarnos con un juego de rol con combates por turnos en el que nuestro objetivo será coleccionar todos los monstruos que podamos y entrenarlos para hacerlos más fuertes y que nadie pueda tosernos en un combate.

Como siempre, cada criatura no podrá tener más de cuatro ataques distintos y contralar sus tipos, habilidades y características especiales será algo vital para hacernos con la batalla, lo que dota al juego de una profundidad y de un repertorio de estrategias inmenso, especialmente si consideramos que hablamos de más de 700 Pokémon distintos, cada uno con sus propias peculiaridades.
En cuanto a las novedades y características que encontraremos en este remake, conviene destacar que aquí no vais a encontrar ningún monstruo nuevo, ya que estamos otra vez en la región de Hoenn, por lo que las criaturas de la tercera generación serán las que más presentes estén, aunque también podréis dar caza un buen puñado de Pokémon pertenecientes a otras generaciones.

Eso sí, gracias a la inclusión de las megaevoluciones que vimos en Pokémon X/Y, Nintendo se ha permitido el lujo de rescatarlas para la ocasión, añadiendo bastantes nuevas a las ya existentes, lo que añade otro plus de estrategia y coleccionismo. Funcionan exactamente igual que en el anterior juego, por lo que solo podremos activar una por combate y para ello tendremos que equipar a nuestras criaturas con la megapiedra correspondiente (aunque Rayquaza aquí es una excepción que no detallaremos para evitar spoilers).

Hablando de nuevas formas, además de las megaevoluciones, ahora se ha añadido una nueva transformación: la Regresión Primigenia. A esta solo pueden acceder Groudon y Kyogre, los Pokémon legendarios que sirven de portada, y a diferencia de la megaevolución, esta se activa automáticamente con solo tener el objeto equipado y no cuenta como tal, por lo que podréis tener a un monstruo con la regresión activa y a otro megaevolucionado en un mismo combate. Eso sí, a efectos prácticos ambas transformaciones funcionan de forma muy similar: la criatura cambia de forma, mejora considerablemente sus estadísticas y obtiene nuevas habilidades.
El argumento principal del juego original se ha mantenido prácticamente intacto, aunque se han añadido nuevas escenas de vídeo y muchos más detalles para enlazarlo con Pokémon X/Y e intentar darle un poco más de sentido a los absurdos objetivos de los equipos Aqua y Magma (depende de la edición nos enfrentaremos a uno u otro). No esperéis nada del otro mundo de su guion ni grandes personajes, ya que es bastante simple y en más de una ocasión le cuesta mantener la coherencia.

Últimos análisis de Nintendo 3DS





